IGLESIA DE CRISTO

Cómo Guardarse Salvo

Los Cristianos han sido salvos de sus pecados (Marc. 16:16). El quiere permanecer salvo. El mismo deseo que causó en él obedecer al evangelio en el primer lugar le motivará a hacer lo que pueda para permanecer salvo.

Un Tema Que Nos Concierne

Este tema es importante para un Cristiano. Una persona no permanece salva simplemente porque ha obedecido al evangelio. Las doctrinas que declaran que un Cristiano no puede caer de la gracia están en oposición a la clara enseñanza de las Escrituras (Gál. 5:4; 2 Ped. 2:20-22). Un Cristiano puede caer de la gracia. Cualquier doctrina que declare que a un Cristiano el pecado no le trae a un estado de condenación permanece en oposición a la palabra de Dios.

Pablo escribió, "Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga" (1 Cor. 10:12). Un Cristiano puede caer de la gracia sin quererlo. Esta es la razón por la que Pablo advierte "mire." Los falsos maestros llevan a los hombres ciegos espiritualmente a un error funesto (Mat. 15:13-14); el pecado nos enceguese y engaña (2 Cor. 3:14; 4:4). Mucha gente que una vez fue salva de pecado ha caído de la gracia a causa de seguir la enseñanza de los falsos maestros que los dirigieron a cosas tales como los instrumentos mecánicos de música en la adoración, las iglesias patrocinadoras de recreación, instituciones humanas, y cosas semejantes no autorizadas.

Sabiendo la amenaza que el pecado posee para un alma, la debilidad de la carne, mi propia ignorancia, y la enseñanza de los falsos maestros, debo estar interesado acerca de como guardar mi alma salva. ¿Qué puedo hacer yo para guardar a mi alma salva?

Cosas Que Yo Puedo Hacer

Aquí están algunas cosas que un Cristiano debe hacer para guardar su alma salva del pecado.

1. Estudiar la palabra de Dios regularmente. Un Cristiano debe crecer en la gracia y el conocimiento del Señor Jesucristo (2 Ped. 3:18). Su conocimiento de las Escrituras le ayudará a distinguir entre la verdad y el error, el pecado y la justicia (Heb. 5:11-14).

No únicamente las Escrituras ayudan a un hombre a distinguir entre la verdad y el error, ellas también nos edifican espiritualmente. "La fe viene por el oír, y el oír por la palabra de Dios" (Rom. 10:17). Así como mi fe inicial en Jesús vino a través del estudio de la palabra de Dios, mi fe es aumentada y sostenida por la consistencia y persistencia en el estudio de la palabra de Dios.

Algunas veces los hermanos tratan de vivir sin estudiar las Escrituras. Pasan largos períodos de tiempo sin leer la Biblia. Su fe no es aumentada y verdaderamente se debilitan porque se han olvidado de Dios y de Su Hijo. Un período de pruebas viene con la vida. Antes que perseverar caen. No perseveran porque no estuvieron edificando y aumentando su fe. Una de las cosas que yo puedo hacer para guardarme salvo es mantener el estudio de la palabra de Dios sobre una base diaria.

2. Asociarse con Cristianos. El Señor nos ha advertido de no correr con el impío. "Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, no consientas" (Prov. 1:10). "No entres por la vereda de los impíos, ni vayas por el camino de los malos. Déjala, no pases por ella; apártate de ella, pasa. Porque no duermen ellos si no han hecho mal, y pierden el sueño si no han hecho caer a alguno" (Prov. 4:14-16).

Si estamos completamente interesados en guardarnos salvos, haremos un esfuerzo consciente para asociarnos con otros Cristianos. Seremos animados, edificados y fortalecidos con tales asociaciones. En contraste, al asociarnos con incrédulos seremos tentados a hacer cosas que nuestra conciencia condena, seremos tentados a compromisos pequeños y cada compromiso lleva a otro y finalmente el compromiso será mayor. Para evitar esto, un Cristiano necesita hacer más cercana su amistad Cristiana.

3. Escuchando la amonestación. Los Cristianos con pensamientos espirituales están mandados a ir en auxilio de un hermano que ha caído en pecado (Gál. 6:1; Sant. 5:19-20). Cuando yo caigo en pecado, los hermanos espirituales deben venir a mí y hablarme acerca de mi pecado.

Mi actitud hacia tales hermanos debe ser correcta para poderme aprovechar de sus amonestaciones. Debo comprender que sus amonestaciones son para mi bien. "Fieles son las heridas del que ama; pero importunos los besos del que aborrece" (Prov. 27:6). "Que el justo me castigue, será un favor, y que me reprenda será un excelente bálsamo que no me herirá la cabeza; pero mi oración será continuamente contra las maldades de aquellos" (Sal. 141:5). "Mejor es oír la reprensión del sabio que la canción de los necios" (Ecles. 7:5).

Pueden haber momentos en la vida de un Cristiano cuando él se incline por la dirección equivocada. Cuando un hermano viene a decirnos de este error, ¿abriremos la mente lo suficiente para escuchar sus amonestaciones? Aunque nosotros no seamos como una caña que es zarandeada por una pequeña brisa (o viento de doctrina) debemos escuchar la amonestación de un amigo Cristiano quien tiene para nosotros un corazón bueno.

4. Orar regularmente. Un Cristiano debe desarrollar una comunicación estrecha con Dios. Debemos "caminar con Dios" como Enoc (Gén. 5:22). Cuando estudiamos la palabra de Dios, Dios nos está hablando; en oración podemos hablar con Dios. Nuestra comunión debe envolver a ambos, a Dios hablando con nosotros y a nosotros hablando con Dios. Esta es la manera en que las relaciones son establecidas entre las personas.

Dios nos cuida. Pedro escribe, "echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros" (1 Ped. 5:7). El es como nuestros padres carnales en relación a que escucha nuestras peticiones. Jesús dijo, "Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?" Necesitamos suficiente fe para echar sobre Dios las necesidades de nuestras vidas.

Hay otro aspecto de la adoración que necesita comentario. La relación con Dios la cual es establecida a través de la oración, el estudio de la Biblia, y la obediencia, es rota por el pecado. Lo más íntimo de nuestra relación con Dios, es lo que nosotros más arruinamos por la frialdad y enajenación que el pecado trae. Alguna gente no se incomoda por el pecado en sus vidas y el enfriamiento que el pecado crea es a causa de que nunca han visto muy cerca a Dios. Por otro lado, uno que ha disfrutado de la comunión estrecha con Dios es hondamente perturbado cuando tropieza con el pecado puesto que comprende que este pecado mismo ha introducido la creación del enfriamiento o desunión de Dios. No acierta en la comunión con Dios. El sentimiento de enfriamiento y separación trabajará por si mismo hacia la corrección del pecado en aquellos que tienen una comunión estrecha con Dios.

Una de las cosas que yo puedo hacer para guardarme salvo es establecer una comunión estrecha con Dios. Esto me hará sensitivo al pecado y hará que el rompimiento de la relación con Dios sea más difícil para mí llevarla a cabo.

5. Atender a los servicios de adoración. La adoración pública de la iglesia es para nuestro bien. Está designada para "estimularnos al amor y a las buenas obras" (Heb. 10.24). Es un tiempo cuando oramos colectivamente con Salmos, himnos y cánticos espirituales (Efe. 5:19). Ofrecemos gracias a Dios en nuestras oraciones y alabanzas. Recordamos la muerte de Jesús en la Cena del Señor.

Una de las señales de enfermedad espiritual es la omisión de las oportunidades para la adoración colectiva. Algunas veces una mala colocación de las prioridades, una actitud negligente, y una mala gana de hacer lo que Dios manda. Aquellos que comienzan a adorar negligentemente no son una gente espiritual; aquellos que negligentemente adoran, generalmente vienen a ser más mundanos. El estudio de la Biblia, la oración y la adoración vienen a ser menos y menos importantes en sus vidas.

Por otro lado, aquellos que siempre colocan la adoración como una alta prioridad en sus vidas tienden a crecer en Cristo, para ser de una mente espiritual, para sostener el trabajo de la iglesia, y por otra parte permanecer fieles como Cristianos. Por tanto, si una persona quiere permanecer fiel, no debe ausentarse voluntariamente de la adoración.

La Segunda Ley Del Perdón de Dios

Así como hay una ley por la cual un pecador no arrepentido puede ser reconciliado con Dios, hay también una segunda ley de perdón por la cual los hijos errados de Dios pueden ser reconciliados con El. Siempre que un Cristiano caiga en pecado, si ese pecado es cometido en alto grado de rebelión, desde principio a fin en ignorancia o debilidad, viene a estar bajo condenación (Gál. 2:14). Necesita el perdón de su pecado.

El Señor ha provisto el perdón para el Cristiano errado. Este perdón está disponible a todo Cristiano errado de la misma manera como el perdón está disponible a todo pecador arrepentido. El perdón es dado condicionalmente, así como el perdón es dado condicionalmente al pecador aun no hijo de Dios. Las condiciones que un pecador aun no hijo de Dios debe reunir para recibir el perdón, son la fe, el arrepentimiento, la confesión, y el bautismo en agua. Las condiciones que un Cristiano errado debe reunir para ser perdonado son el arrepentimiento, la confesión y la oración.

Un ejemplo del N.T. de un hijo de Dios que tropezó en el pecado y recibió el perdón fue Simón el mago (Hch. 8:12-24). Este nuevo Cristiano, como muchos otros nuevos Cristianos, retrocedió a su vida pecaminosa después de convertirse en Cristianos. Su pecado le trajo de regreso a la esclavitud del pecado (Hch. 8:23). Reflejando que su corazón no era recto delante de Dios (Hch. 8:21). El Espíritu Santo inspiró a Pedro para revelar las condiciones de un Cristiano errado para recibir el perdón de sus pecados. Pedro mandó a Simón, "Arrepiéntete, pues de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón" (Hch. 8:22).

Para que yo tenga la salvación asegurada, debo arrepentirme de mis pecados y buscar el perdón de Dios siempre que transgreda Su palabra.

Conclusión

Es posible que otros puedan sugerir otras cosas que ayudarán a una persona a permanecer salva. Estas son unas pocas cosas que me han ayudado a permanecer fiel a Jesucristo. Pueda ser que esto le ayude a usted para bien.

Un aporte de Jaime Restrepo

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