IGLESIA DE CRISTO

¿Es Obsoleta la Creencia En El Infierno?

El 26 de Agosto de 1978, la edición del Journal Herald llevaba un artículo escrito por John Dart que discutía la tendencia de las personas hoy día ya sea a descreer en o hacer caso omiso de los pasajes Bíblicos pertenecientes al infierno. La siguiente estadística fue citada en este artículo:

* Un estudio por el sacerdote sociólogo Andrew Greely mostró que mientras el 70 porciento de los Católicos encuestados creen en la vida después de la muerte, solamente una tercera parte del muestreo dijo creer en el infierno.

* Una encuesta en Febrero encontró que el 54 por ciento de aquellos encuestados creen en los ángeles y el 39 por cientos en los demonios. Muy significantemente, el analista religioso Martin Marty dice, los estudios muestran que "solamente uno entre ocho que cree en el infierno cree que este es una amenaza para él".

* El infierno sufre de falta de atención en las iglesias, las cuales dicen que están más interesadas con la justicia y la moral en esta vida.

* Una visión común, sostenida por la Ciencia Cristiana y la Ciencia Religiosa y los creyentes de varias franjas, es que solamente el "infierno" que existe es el creado durante el tiempo de vida de uno por las actitudes o acciones personales. La evangelista Ruth Carter Stapleton, citado para ese efecto por una revista religiosa el año pasado pero bajo la presión corriente por la pretendida no ortodoxia, dijo recientemente que ella cree que las personas pueden experimentar el infierno "aún antes de morir".

Supongo que no debería sorprender leer algo para este efecto en el material impreso. Las personas no están viviendo como para creer que hay un lugar de castigo eterno. No actúan como para temer enfrentar el trono del juicio de Dios y ser arrojados a un lugar de tormento eterno. No obstante, de algún modo leyendo estas declaraciones en el periódico diario me asustó.

Quizás la razón por la que me asusté fue porque ellos me produjeron la pregunta en mi propia mente acerca de lo que las personas en la Iglesia del Señor creen y lo que estamos predicando. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que escuchó un sermón sobre el infierno, el cielo, y el día del juicio? ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que usted escuchó alguna apelación al infierno como una razón para la obediencia al evangelio?

 

Hay Un Infierno

Contrario a lo que muchas religiones modernas enseñan, hay un infierno. Jesús mismo habló más acerca de la Gehena que cualquier otra persona en el Nuevo Testamento. Nótese algunas de las enseñanzas con respecto al tema:

(1) Es mejor entrar al cielo manco que ser arrojado al infierno completo. Aquí está un ejemplo de lo que El dijo a lo largo de esa línea: "Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno" (Mt. 5:29-30; Comp. 18:9; Mr. 9:43,45,47).

(2) Dios arrojará el alma y el cuerpo del impío al infierno. En un pasaje en el que Jesús estaba enseñando a Sus discípulos a no temer a los hombres, dijo que más bien debían temer a Dios. Su razón para recordarles esto fue que el hombre solamente es capaz de destruir el cuerpo mientras que Dios tiene la capacidad para destruir el alma y el cuerpo. El dijo, "Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno" (Mt. 10:28; Lc. 12:5). En consecuencia, Jesús reveló que hay un lugar de castigo eterno que existe más allá de la mera destrucción del cuerpo de uno.

(3) El impío no puede escapar de este castigo eterno. En Su severísima reprensión de la hipocresía de los Judíos en Su día, Jesús preguntó, "¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?" (Mt. 23:33). El impío no puede escapar del justo juicio de Dios.

Si, amigo mío, hay un infierno. La teología moderna podrá burlarse de la idea, todos los hombres pueden removerlo de sus mentes, y todos podemos esperar que no haya tal lugar pero nada de esto cambiará la realidad de que Dios ha preparado un lugar de castigo eterno para aquellos que son impíos y rehúsan obedecer Su voluntad.

 

¿A Qué Es Semejante el Infierno?

La mayoría de nosotros somos capaces de ver que las descripciones del infierno contienen figuras de lenguaje que describen un castigo mucho más horrible del que nos imaginamos. No obstante, estas figuras de lenguaje necesitan ser marcadas en nuestras mentes. Aquí están algunas de ellas:

(1) Lloro y crujir de dientes (Mt. 13:50). El dolor será tan grande que los hombres y mujeres estarán llorando a gritos y crujiendo sus dientes.

(2) Fuego eterno (Mt. 18:8). Es un lugar donde el fuego no es apagado y el gusano no muere. Quemarse con fuego es un dolor horrible aún cuando dure sino por el momento. El infierno, no obstante, ¡es descrito como fuego eterno!

(3) Tinieblas de afuera (Mt. 22:13). Las tinieblas son horribles porque representan la separación total de Dios quien es luz.

(4) Peor que la muerte sin misericordia (He. 10:28-29). No hay mucho que pueda ser concebido en esta vida que sea peor que la muerte sin misericordia como una forma de castigo. Imaginarse a una persona matando a otra en una forma tan agonizante como sea posible es una de las cosas más horribles imaginables. No obstante, el que rehúse someterse al Hijo de Dios enfrenta algo peor que la muerte sin misericordia.

Estas figuras de lenguaje se marcan en nuestras mentes con la realidad de que hay alguna clase de castigo horrible esperando a aquellos que no sometan voluntariamente en esta vida al Hijo de Dios. Pudiéramos desear que no haya tal lugar como el infierno, pero la revelación de Dios a través de Jesucristo revela que hay un lugar de castigo eterno. La misma revelación que muestra el grado del amor de Dios hacia el hombre en la cruz de Cristo también testifica la justicia de Dios que castiga al impío.

Nótese estos pasajes que muestran que hay un castigo eterno esperando al impío:

"Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan, y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder" (2 Ts. 1:6-9).

"Pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen la injusticia; tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego" (Ro. 2:8-9).

"Pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos" (2 P. 3:7).

"De éstos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares, para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra él" (Judas 14-15).

El testimonio de la revelación de Dios es muy claro con respecto a la cuestión de un lugar de castigo eterno para aquellos que son desobedientes a la voluntad de Dios. La justicia de Dios demanda que aquellos que no estén limpiados por la preciosa sangre de Jesús sean arrojados al infierno. ¿Cómo puede nuestro santo Dios ser moralmente puro y cerrar Sus ojos a la pecaminosidad y rebelión del hombre? Dios solamente puede ser justo cuando el precio por el pecado es pagado por la sangre de Cristo y aplicada a las almas de los hombres.

No permitamos que nuestras mentes se contaminen por esta doctrina que es tan popular hoy día la cual trata a Dios como alguna clase de confite dulce. La presente doctrina de Dios visualiza a Dios como siendo tan gentil y bondadoso que no podrá lastimar a nadie. El Dios que adoramos es el mismo Dios que destruyó el mundo con agua, destruyó a Sodoma y Gomorra con fuego, visitó con ira a los Israelitas varias veces por su impiedad, y mostró de otras maneras Su voluntad para castigar al impío.

Además, no seamos persuadidos a creer que el infierno es exactamente aquí en la tierra. El otro lado de esa moneda, usted lo sabe, es que el cielo es exactamente aquí en esta tierra. ¿Está usted preparado para aceptar la idea de que la única cosa que usted recibirá de Dios es su actual vida terrenal, siendo bendecido como lo es ahora? Si no, usted debe creer que hay algo más allá de las cosas que usted sufre en esta vida preparado para el impío.

 

Conclusión

El conocimiento de la muerte, el juicio, el cielo y el infierno nunca deberían ser removidos de nuestros pensamientos sobre una base diaria. Pedro dijo, "Porque es tiempo que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? Y: Si el justo con dificultad se salva, ¿en dónde aparecerá el impío y el pecador?" (1 P. 4:17-18). ¡Hay un infierno! Debemos actuar ahora en obediencia a Dios nuestro Padre para ser capaces de escapar al castigo eterno y recibir la vida eterna. Pudiera ser considerado pasado de moda creer en y predicar acerca del infierno. Si ese es el caso, ¡estemos contentos de ser considerados pasados de moda!

Un aporte de Jaime Restrepo

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