IGLESIA DE CRISTO

LA CRISIS DEL DESPOJO

Desde que la estaca de la muerte penetra en cada mortal, es necesario para todos nosotros el que aprendamos cómo manejar el despojo (privación). He mirado con gran admiración y respeto el coraje que han sostenido los santos a través de las muchas horas de pena y dolor. Aquí están algunos consejos prácticos que yo he visto usar en otros en el trato del dolor y la pena.

1. Exprese sus emociones. No debería el Cristiano considerar una virtud el no ser conmovido por la pérdida de un ser amado. Hay una diferencia entre el suprimir las emociones y la pérdida del control de uno mismo. La Biblia no dice, "Entristezcámonos," sino que dice, "No os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza" (1 Tesal. 4:13).

2. Busque la ayuda de amigos. La presencia de amigos, es un estímulo. Cuando Pablo se acerco a Roma, los hermanos se reunieron con él y "dio gracias a Dios, y cobró aliento" (Hch. 28:15).

3. Oblíguese usted mismo a estar con la gente. Su inclinación podría ser la de retirarse al refugio de la privacidad, pero hay una gran necesidad de que uno admita la asociación con otros. El hijo de David murió (2 Sam. 12:19-23).

4. Exprese sus sentimientos y palabras. El hablar acerca de esto le ayudará a aceptarlo. Si esto es hecho al principio del despojo (o aflicción), uno estará en capacidad de muy pronto estabilizar su vida.

5. Aprovéchese usted mismo de los recursos espirituales. No obstante, el pensar que usted podría no haber percibido la importancia de las escrituras y su consolación y fortificación, ahora estas pueden ayudarle en la edificación de su fe. El poder de la oración y la paz de Dios son posesiones preciosas.

6. No cobijarnos sobre lo que podría haber sido. Tanto María como Marta dijeron, "Si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto" (Juan 11:21-32).

7. Activamente persiga los trabajos que valen la pena. Una vez que el choque inicial ha sido manejado, consiga el ocuparse en otras cosas. Resuélvalo como Pablo "olvidando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está adelante" (Filip. 3:13).

8. Haga decisiones bien pensadas y con cuidado. Muchos individuos toman decisiones apresuradas con respecto del designio del futuro antes que esperar hasta que haya recobrado una perspectiva propia de la vida. No se apresure. Haga decisiones piadosas.

9. Aumente su confianza en Dios. Aquellos que han venido a través de su tristeza con una fe muy honda pueden verdaderamente hacer que Dios gobierne sobre todo confiando en que hará que las cosas le ayuden a bien (Rom. 8:28).

Después de la crisis del dolor moral, usted puede servir más completamente y simpatizar con los hombres de pasiones semejantes. Como Pablo, usted también puede dar gracias a Dios por el consuelo (confortación) recibido sabiendo que esto ahora le ha dado la capacidad para consolar a otros que estén en algún problema (2 Cor. 1:4).

Un aporte de Jaime Restrepo

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