La religión de Cristo es una religión personal (Sant. 1:27). El cumplimiento del propósito eterno de Dios con respecto al hombre es ejecutado como una persona sometiéndose al pacto ordenadamente concebido en la mente de Dios antes de los tiempos (Efe. 3:10-11). El denominacionalismo Protestante ha distorsionado y cambiado sus requerimientos para la subscripción a este aspecto, haciendo que sus propios deseos sean una parte con los de el; pero están en lo correcto cuando dicen, "Haz de Cristo tu Salvador personal," porque no puede serlo de otra manera.

Pablo, en Rom. 14:11-12, dice: "Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, y toda lengua confesará a Dios. De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí." La responsabilidad es personal, no es colectiva. El mismo apóstol dijo en 2 Cor. 5:10, "Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que hay hecho mientras esta en el cuerpo, sea bueno o malo." El juicio será personal no colectivo.

Quisiera que usted notara unas pocas cosas que muestran como lo individual es la consideración primaria en los modos de obras de Dios con el hombre. No deseo argüir que el individuo no tiene la responsabilidad colectiva sea la que fuere, porque para hacerlo así se debería gobernar desde afuera a la iglesia local; pero la iglesia local puede funcionar únicamente cuando los individuos se comprometen a responder a los mandamientos de Dios.

La Obediencia Inicial es Personal. El mandamiento de Jesús fue "...predicad el evangelio a toda criatura" (Marc. 16:15) y la razón es simple: "Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios" (Rom. 3:23). El pecado es personal, por lo tanto el perdón debe ser personal. Cuando el ángel anunció la inminente venida de Jesús dijo de El, "...porque El salvará a su pueblo de sus pecados" (Mat. 1:21), esto no significa que el pueblo sería salvo como un grupo, sino como individuos que respondieran afirmativamente al pacto dispuesto por Dios para la salvación. En todos los casos de conversión en Hechos de los Apóstoles, la apelación es personal. Aún en las profecías relacionadas con la salvación, la intención de Dios fue salvar a las personas del pecado (véase Jeremías 31:31-34; Isa. 2:2 y Sig.; etc).

La Continuidad (Permanencia) es Personal. Una persona debe constantemente medirse así mismo por medio de la Palabra del Señor (2 Cor. 13:5). La medida no puede ser otra que la personal. Cada persona debe responder por su propia continuidad en el servicio al Señor. "Pero persiste tú en lo que has aprendido..." (2 Tim. 3:14). Esta es una advertencia personal.

El Crecimiento es Personal. Ningún hombre puede crecer por usted físicamente, exactamente como ningún hombre puede crecer por usted espiritualmente. Esto es una cosa personal; usted debe hacer esto por usted mismo. Y lo hace porque decide hacerlo así, y la decisión misma es personal. El crecimiento no puede tomar lugar por medio de la ósmosis (el acto de mezclarse, ó la tendencia de mezclarse dos líquidos o gases, pasando a través de una membrana separadora). Exactamente por el hecho de que usted esté rodeado constantemente de otros cristianos no arguye de que usted está creciendo. Usted debe planear su propio crecimiento. Ahora que eventualmente tiene un efecto sobre el grupo, pero esto es únicamente por lo que la fortaleza del grupo es medida por el crecimiento de las personas que se comprometen. Pedro dijo, "Desead como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para..." (1 Ped. 2:2). Tanto el deseo de crecer y el crecimiento mismo son personales y nadie puede tampoco hacerlo por usted. Ni puede ser hecho por comisión — usted no puede sobornar al predicador para que haga su crecimiento.

Las Recompensas Son Personales. "No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todo los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno; saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación" (Juan 5:28-29). El Señor recompensará a cada uno acorde a su propio trabajo. Recuerde 2 Cor. 5:10 - "Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo; para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo..." Juan dijo, "Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras" (Apoc. 20:12). Toda persona estará delante del trono del juicio. La entrevista será para la gente, personas, parientes como usted y yo.