Uno está perdido cuando rehúsa obedecer a Cristo y a Su palabra. "El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero" (Juan 12:48). Otra razón por la que algunos están perdidos es porque no creen. "...porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis" (Juan 8:24).

Otros rehúsan arrepentirse. "Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente" (Luc. 13:3). Otros no confiesan a Cristo. Si uno le niega a El aquí, Cristo los negará delante del Padre en el cielo (Mat. 10:33). Hay aquellos que rehúsan ser bautizados. Cristo es el autor de eterna salvación para todos aquellos que le obedecen (Heb. 5:8-9). En la gran comisión Jesús dijo: "El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado" (Marc. 16:16).

Pero miremos ahora algunas cosas que harán que usted se pierda después de haber aceptado y consumado los requerimientos puestos por Cristo para convertirse en Cristiano.

1. Las obras de la carne. Pablo dio la lista estas en Gálatas 5:19-21 y luego añadió, "que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios." "Porque el ocuparse de la carne es muerte..." (Rom. 8:6).

2. El amor mundano. Juan dijo, "...el mundo entero está bajo el maligno" (1 Juan 5:19). "...si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él" (1 Juan 2.15).

3. No siendo fieles. "Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados" (Heb. 10:26). Otra vez, "...si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero" (2 Ped. 2:20). "Y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas" (2 Tim. 4:4).

Si usted está interesado en perder su alma, el diablo siempre está ocupado y ansioso para hacerle el servicio, y proveerle una forma. No es necesario hacer todas estas cosas para que se pierda eternamente; cualquiera de ellas puede hacer que usted se pierda. "Porque cualquiera que guardaré toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos" (Sant. 2:10). Pedro dijo que el diablo anda como león rugiente buscando a quien devorar (1 Ped. 5:8).

En el último día muchos vendrán, esperando lograr entrar en el cielo; pero nuestro bendito Señor les dirá: "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos" (Mat. 7:21).