IGLESIA DE CRISTO

Reverencia

La falta de reverencia por Dios es general. Aunque todos los hombres parecen exhibir temor reverente de respeto por Dios, es innegablemente cierto que a muchos le falta esto. Es especialmente triste si los miembros de la iglesia del Señor muestran falta de reverencia.

 

Merecido

El vistazo de Isaías del cielo nos muestra la reverencia que Dios recibe ahí. Isaías vio al Señor "sentado sobre un trono alto y sublime," y por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con los rostros y pies cubiertos por sus alas, declarando el uno al otro, "Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos" (Isa. 6:3).

El apóstol Juan nos da otro vistazo de la gloria de Dios. Describe como seres celestiales reverenciando a Dios, diciendo, "Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas" (Apoc. 4:2-11).

Aquellas visiones del cielo deberían recordarnos que el TodoPedoroso merece similar reverencia en la tierra. Aun deberíamos orar que el nombre de Dios sea santificado, o hecho santo (Mateo 6:9). Lo que Dios recibe de los ángeles en el cielo, lo merece de los hombres en la tierra.

Las escrituras enseñaron esa lección a los Judíos en el Antiguo Testamento. La Escritura les dijo: "Dios temible en la congregación de lo santos, y formidable sobre todos cuantos están alrededor de él" (Sal. 89:7).

El Nuevo Testamento nos exhorta a que "...tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; porque nuestro Dios es fuego consumidor" (Heb. 12:28-29). Dios ciertamente merece tal respeto de nosotros.

 

Demostrado

La reverencia por Dios debería estar reflejada en nuestras acciones. Moisés aprendió eso en la zarza ardiendo cuando Dios le dijo, "No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es" (Ex. 3:5). Tal reverencia por Dios no era únicamente para ser sentida interiormente, sino mostrada exteriormente.

Considere tres áreas en las que debemos mostrar reverencia hacia Dios:

1) Reverencia al hablar acerca de Dios. Mostramos reverencia en cómo hablamos acerca de Dios, lo mismo que la falta de reverencia puede ser mostrada por como hablamos. Recuerde también que los crudos blasfemos no son los únicos culpables de lenguaje irreverente. Es posible ser irreverente por una familiaridad inapropiada e indecorosa con Dios.

Debemos recordar que Dios es Dios. El es el TodoPoderoso, y nuestro Creador. ¿Es digno hablar de El como si fuera simplemente igual, un compañero, o un simple compinche? ¿Deberíamos hablar acerca de Dios como "el hombre de arriba?"

A causa del concepto de reverencia de ellos, los antiguos Judíos ni aun pronunciaban el nombre "Jehová." Lo substituyeron por otro nombre. Más tarde, a los escribas se les prohibió escribir el nombre de Dios con una pluma nuevamente sumergida en tinta. Aun se les dijo que ignoraran a un rey si les hablaba mientras estaban escribiendo el nombre de Dios. Aun cuando estos requerimientos de los escribas no están en las escrituras, hace que nos maravillemos de como el cielo ve nuestras algunas veces usos casuales del nombre de Dios.

Muchas personas religiosas de hoy día usan el nombre de Dios en formas que son desatentas e irreflexivas, claramente irreverentes. Las personas exclaman "¡alabado sea Dios!" cuando están felizmente sorprendidos, pero a menudo dicen eso con ningún verdadero pensamiento de Dios. Algunos dicen, "¡Oh, Señor mío!" o "¡Buen Dios!", como si el nombre de Dios fuera un punto de exclamación verbal. ¿Es eso reverencia? (Por la forma, es digno saber que algunos eufemismos comúnmente usados eran originalmente referencias a Dios. Los diccionarios explican que los eufemismos "perro condenador," "sarco," "mono," "el de arriba," eran originalmente referencias a Jesús.)

Es también posible exhibir una irreverencia hacia Dios en las bromas. ¿La mayoría de nosotros no hemos escuchado bromas en las que se habla de Dios con una familiaridad indecorosa? Cuando, en obsequio de una pronta risa olvidada, somos tentados a hablar casual e irreflexivamente acerca de Dios, debemos preguntarnos a nosotros mismos, "¿Es esto reverencia?" Si no lo es, no deberíamos hacerlo.

La irreverencia también puede ocurrir en el canto secular y en las canciones religiosas. Muchas canciones seculares modernas usan el nombre de Dios como un reniego, o hablan de Dios sin alguna verdadera intención de reverencia a Dios. ¿Estamos adorando a Dios, o nos estamos entreteniendo y divirtiéndonos nosotros mismos por medio de hablar palabras santas sin los pensamientos correspondientes? ¿Estamos cantando tales sentimientos como, "Alabadle, Alabadle, Jesús, nuestro Redentor, por nuestro pecados sufrió, y murió," con ningún más pensamiento que cuando cantamos (agüita amarilla, jr.).

Ciertamente la Biblia nos enseña a cantar cuando estamos felices, pero ¿incluye eso irreverencias totales al santo nombre de Dios? ¿Incluye cantar acerca de las cosas santas con ningún pensamiento de la santidad de ellas? Necesitamos tener cuidado.

Hace tiempo las escrituras declararon, "Santo y temible es su nombre" (Sal. 111:9). Recuerde, mostramos reverencia por Dios en la forma que hablamos acerca de Dios.

2) Reverencia al hablar a Dios. Como nos dirijamos a Dios en oración es otra área en que se exhibe reverencia. Cuando un hombre reverente ora, recordará que se está dirigiendo al Dios santo de todos los cielos y la tierra. El publicano descrito por Jesús ni aún levantó los ojos al cielo cuando dijo, "Dios, sé propicio a mi, pecador" (Luc. 18:13). Cuando oremos, debemos recordar quienes somos y quien es Dios. Como Isaías, debemos recordar que a menudo somos gente inmunda, y la oración nos trae ante "Jehová de los ejércitos" (Isa. 6:5). Estamos hablando no al meramente igual. Para mi, estos ejemplos Bíblicos parecen más reverentes que la oración de un muchacho de colegio quien reseñadamente inició una oración pública con, "Hola, Papi."

Yo no estoy defendiendo un tipo de oración pomposa y artificial. Estoy insistiendo, no obstante, que es incorrecto olvidar la apropiada reverencia por Dios cuando oramos. Si somos Cristianos, Dios es nuestro Padre, pero eso no lo empuja hacia abajo al nivel de un mortal.

Ni estoy tratando de imponer la terminología del "Tuteo" como un requerimiento para la reverencia. Con el paso de los años estos pronombres han llegado a estar asociados con la reverencia, y algunos de nosotros estamos aun más confortables con ellos. No obstante, en vista de que no hay pronombres distintivos usados en las Escrituras, no nos atrevemos a imponerlas sobre los demás. Pero cualquiera sea la palabra que usemos en nuestras oraciones debemos ser adecuadamente respetuosos. Viniendo libremente al trono de la gracia no significa olvidarse quien está sobre el trono.

3) Reverencia al Escuchar a Dios Hablar. También demostramos reverencia hacia Dios por cómo escuchamos la palabra de Dios. Tal reverencia incluye obediencia a cualquiera de los mandamientos de Dios, pero simplemente piense de cómo aquellos mandamientos deben ser escuchados cuando son transmitidos a nosotros.

Una vez escuché de un predicador que solemnemente enrolló y sepultó su desgastada Biblia. Aunque esa no es una forma requerida para descartar una Biblia, la descripción de un predicador anciano tratando respetuosamente su antigua Biblia en esa forma es un agudo contraste con la actitud irrespetuosa que muchos muestran por la misma palabra en su forma oral.

Cuando la palabra escrita de Dios fue leída y explicada en el tiempo de Nehemías, los Judíos reverentemente escucharon con el respeto merecido: "...y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley...Abrió, pues, Esdras el libro a ojos de todo el pueblo...y cuando lo abrió, todo el pueblo estuvo atento" (Néh. 8:1-5). (...y luego que lo abrió, todo el pueblo se puso de pie.. - Versión Moderna, jr). No negamos que las personas pueden reverentemente sentarse, mientras escuchan la palabra de Dios, para apreciar la aparente reverencia de los Judíos en esa ocasión y para lamentar ese que es a menudo diferente en las iglesias de hoy día.

Es común en muchas iglesias de miembros jóvenes ignorar la predicación de la Biblia. Algunos son aun tan destructivos que sus distracciones previenen a otros de escuchar. Muchas iglesias también tienen problemas con miembros antiguos. Madres en el "cuarto de los lamentos" de algunas congregaciones han sido conocidas por innecesariamente ignorar los servicios, y se vuelven tan implicadas en discutir los asuntos mundanos que otros en el cuarto no pueden escuchar lo que está tomando lugar en el auditorio. Estos dos ejemplos de irreverencia son probablemente suficientes para recordarle a los lectores de otros ejemplos.

Ciertamente las distracciones inesperadas pueden ocurrir durante el servicio de adoración. Aquellos inevitables y algunas veces humorosos sucesos pueden sacar la mente de uno de donde él quiere que esté. No debemos olvidar, no obstante, que Dios nos habla a través de Su palabra, y debemos escuchar lo que El dice con reverencia.

 

Conclusión

Estas son tres áreas en donde la reverencia hacia Dios debe ser exhibida, pero a menudo no lo es, esto es serio. Cuando Herodes irreverentemente aceptó lo que era solo de Dios, fue ejecutado (Hechos 12:21-23). Aunque Dios no juzga inmediatamente a toda persona irreverente hoy día, ciertamente lo hará algún día.

Debemos "servirle a Dios agradándole con temor y reverencia; porque nuestro Dios es fuego consumidor" (Heb. 12:28-29). Dios merece tal reverencia, y debemos exhibirla. 

Un aporte de Jaime Restrepo

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