IGLESIA DE CRISTO

¿Son Los Pecadores Justos?

Se está volviendo en voga entre algunos predicadores y maestros hablar de los hijos de Dios como "pecadores justos." Han sido conocidos predicadores que se dirigen a la congregación como "mis compañeros pecadores." Supongo que tales expresiones están designadas para indicar un genuino conocimiento sin atención y degradación, pero ¿no más bien indican una mala concepción de los términos Bíblicos?

Mi propósito no es cuestionar los motivos de aquellos que aplican la palabra "pecador" al fiel hijo de Dios, pero creo que tal expresión es extraña a las enseñanzas de la Biblia. Ellas transmiten a la mente falsas impresiones, y tienden a entorpecer y reducir al mínimo el concepto del pecado. ¿Es verdad que los Cristianos son siempre "pecadores"?

La expresión "pecador justo" es una contradicción de términos. La Biblia habla de justos, y la Biblia habla de pecadores; pero la Biblia no habla de pecadores justos. Jesús dijo: "Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento" (Lucas 15:7). Pedro escribió: "Y: si el justo con dificultad se salva, ¿en dónde aparecerá el impío y el pecador?" (1 Ped. 4:18). En estos pasajes, la palabra "justo" es contrastada con la palabra "pecador." Si uno es un "pecador," necesita obtener el perdón de sus pecados por medio de Jesucristo.

La Biblia usa la palabra "pecador" ya sea para indicar a uno que nunca ha conocido a Dios o a uno que se volvió infiel; pero nunca la palabra es usada para aplicarse a un hijo fiel de Dios. Lea cuidadosamente los siguientes pasajes: "Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman" (Luc. 6:32). "Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye" (Juan 9:31). "Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros" (Rom. 5:8). "Y si buscando ser justificados en Cristo, también nosotros somos hallados pecadores, ¿es por eso Cristo ministro de pecado? En ninguna manera" (Gál. 2:17). "Conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos, y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas" (1 Tim. 1:9). "Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar" (Heb. 12:3). "Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones" (Sant. 4:8). "Sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados" (Sant. 5:20). "Y: si el justo con dificultad se salva, ¿en dónde aparecerá el impío y el pecador?" (1 Ped. 4:18).

 

Todos los Cristianos Pecan

La Biblia enseña que todos los Cristianos cometen actos de pecado. Juan escribió: "Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros" (1 Juan 1:8). Sin embargo, este pasaje no está enseñando que los Cristianos son siempre pecadores. El hijo de Dios no vive en un estado de pecado, aunque cometa pecado.

Si un Cristiano comete un pecado, ciertamente es un pecador. Pero la solución divina al problema es dada en 1 Juan 1:9 - "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad." Si y cuando un Cristiano peca, él tiene a Jesucristo como Su Abogado ante el Padre (véase 1 Juan 2:1-2), pero debemos guardar en mente que el perdón es predicado bajo la confesión y el arrepentimiento. Es axiomático que si cometemos pecado (injusticia), somos injustos; pero si confesamos nuestros pecados, Dios nos limpiará de toda injusticia. La Biblia no enseña que la sangre limpiadora de Jesucristo es automáticamente aplicada al Cristiano aparte de su cumplimiento de las condiciones de Dios para el perdón.

Algunos argumentan que Romanos 3:23 enseña que todos los hombres, incluyendo los Cristianos, continúan viviendo en un estado de pecado. Pablo escribió: "Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios." No obstante, el contexto indica que Pablo tenía bajo consideración a todos los pueblos del mundo separados de Jesucristo. Aun si se concediera que Romanos 3:23 incluye Cristianos también como a aquellos fuera de Cristo, esto aun no probaría que los Cristianos son pecadores en todos los puntos del tiempo.

Somos justos delante de Dios, no sobre la base de la perfección impecable, sino sobre la base de la bondad y misericordia de Dios. Debemos reconocer que somos criaturas pecadoras y merecemos la muerte. Esto sería aun verdad si cometiéramos únicamente un pecado; no obstante, continuamos cometiendo pecado. El Fariseo sintió que era lo demasiado bueno para ser salvo, pero el publicano oró, "Dios, se propicio a mi pecador" (Luc. 18:13). La actitud del publicano hizo que encontrará el favor de Dios. Pero guardemos en mente que el conocimiento del pecado debe ser conectado con el arrepentimiento. Jesús dijo a la mujer hallada en adulterio: "...vete, y no peques mas" (Juan 8:11).

 

El Pecado es Específico

El pecado no es un concepto vago e indescriptible. Pecado es la transgresión de la ley de Dios. Juan escribió: "Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley" (1 Juan 3:4). Podemos pecar en pensamiento, palabra, u obra, por comisión u omisión. En cada caso, el pecado es una violación de la voluntad de Dios. Necesitamos también guardar en mente que la ley de Dios es compatible con la naturaleza de aquellos que deben vivir bajo la ley.

El pecado debe ser tratado con las formas Bíblicas específicas. Mientras la sangre de Cristo provea el poder para perdonar los pecados, este poder no es aplicado automáticamente al hijo de Dios. Si pecamos contra nuestro hermano, debemos buscar su perdón también como a Dios (Mat. 5:23-48; 18:22). Si nuestro hermano peca contra nosotros, tenemos la responsabilidad de enfrentarlo con el pecado (Mat. 18:15-17). Si nuestro hermano es sorprendido en pecado, debemos buscar restaurarlo (Gál. 6:1).

 

Todos Somos Indignos

Toda carne humana es indigna ante Dios. La gloria de Dios y nuestra indignidad ante El son la misma esencia de toda adoración y alabanza aceptable. Los pensamientos de Dios son mas altos que nuestros pensamientos, y los caminos de Dios son mas altos que los nuestros. ¿El hecho de que todos los Cristianos son indignos de Dios argumenta que ellos son clasificados como "pecadores"?

Antes de empezar a arrojar la palabra "pecador" alrededor descuidadamente, consideremos cuidadosamente lo que la Biblia enseña. Usemos los términos Bíblicos en las formas Bíblicas. No es nunca una señal de humildad fallar en reconocer las distinciones de la palabra de Dios. Mientras es libremente admitido que todos los Cristianos a veces pecan y que nadie puede ser salvo excepto por la gracia de Dios y la sangre de Jesucristo, esto no es para decir que los Cristianos son siempre pecadores. Si estamos limpiados por la sangre de Jesucristo, no somos "pecadores."

Un aporte de Jaime Restrepo

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