IGLESIA DE CRISTO

¿Tiene Toda Persona Derecho a Su Propia Creencia?

Los americanos viven en una sociedad que provee libertad religiosa a sus ciudadanos lo que nos permite adorar a Dios en cualquier manera que nos plazca. Hemos desarrollado tolerancia hacia la creencia de cada uno de los demás; reconocemos que cada individuo tiene autoridad civil para sus propias creencias y nadie tiene autoridad para forzar a alguien a creer cualquier cosa. La mayoría de las personas en las iglesias Americanas creen que hay Cristianos en todas las sectas. Cuando se discuten las creencias sectarias peculiares de estas iglesias, los miembros enfatizan que a cada uno se le debería permitir adorar a Dios en la forma que le plazca y creer que Dios aceptará la adoración de aquellos en cada secta.

El hecho de que nuestro gobierno civil provea para la práctica de las diferencias religiosas no deberá entenderse, sin embargo, que esto significa que Dios aceptará toda práctica y creencia religiosa. Satanás es el autor del concepto de que Dios aceptará toda creencia y práctica. Dios nunca ha revelado que aceptará la adoración de todo hombre, mientras sea bueno, honesto y sincero. Mas bien ha revelado, "¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido" (Isa. 8:20).

 

La Razón Por la Que Cada Hombre No Tiene Derecho a Su Propia Creencia

¿Por qué uno no tiene derecho a su propia creencia? Porque toda la autoridad le ha sido dada a Jesús (Mat. 28:18). El tiene todo el poder para mandar y el hombre tiene la obligación de obedecer. Dios reveló que nosotros debemos "oírlo" (Marc. 9:7). El es el profeta de quien Moisés escribió: "El Señor vuestro Dios os levantará profeta de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis en todas las cosas que os hable, y toda alma que no oiga a aquel profeta, será desarraigada del pueblo" (Hch. 3:22-23). Aquellos que serán salvos son aquellos que obedecen al Señor (Mat. 7:21; Heb. 5:8-9). El hombre que no obedece al Señor no será salvo, sin tener en cuenta de cuan sincero pudiera ser.

El Señor ha mandado que los hombres no añadan a la revelación de Dios o quiten de ella. Pablo escribió, "Pero esto, hermanos, lo he presentado como ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros, para que en nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está escrito, no sea que por causa de uno, os envanezcáis unos contra otros" (1 Cor. 4:6). Juan añadió, "Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése si tiene al Padre y al Hijo" (2 Juan 9). Como el mismo apóstol cerró el libro del Apocalipsis, advirtió, "Yo testificó a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro" (Apoc. 22:18-19).

Aprendemos lo que Dios quiere que hagamos a través de las páginas del Nuevo Testamento. El hombre que no este contento en permanecer dentro de esa revelación ha partido de Dios y esta fuera de la gracia de Dios.

Alguien le dirá que "todo hombre tiene derecho a su propia creencia," pregúntese usted mismo, "¿Tiene este hombre el poder para hacer valer lo que me ha dicho?" Cuando este ante Dios en el día del juicio y diga, "Apartaos de mí, malditos al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles" (Mat. 25:41) porque no he creído y obedecido a la verdad, ¿puede el hombre decirme que Dios aceptará mi adoración entre tanto que sea sincero un paso más allá y cambiara el juicio de Dios? ¿Tendrá el poder para salvar mi alma de la condenación? Si no, le sugiero que lo escuché a él que tiene el poder para salvar su alma de la condenación, antes que a aquel que no tiene ese poder (Mat. 10:28).

 

Los Ejemplos de la Biblia Demuestran Que el Hombre No Tiene la Autoridad Para Su Propia Creencia

El registro del rechazo de la adoración de Caín (Gén. 4:3-5) demuestra que Dios no aceptará toda clase de adoración. Dios había prescrito la adoración que Caín y Abel debían ofrecer (Heb. 11:4; Rom. 10:17). Abel ofreció su adoración por la fe y agradó a Dios. Caín no actuó por la fe y su adoración fue rechazada por Dios.

Dios rechazó la adoración que Nadab y Abiú ofrecieron, demostrando nuevamente que no toda clase de adoración agrada a Dios (Lev. 10:1-2).

Cuando Jeroboam instituyó un sistema de adoración en Betel, pecó contra Dios porque su adoración no era acorde a la revelación que Dios había dado a través de Moisés (1 Reyes 12:25-33). El se apartó del modelo de adoración de Dios por medio de cambiar el lugar donde el sacrificio debía ser ofrecido, usando ídolos, usando sacerdotes que no eran descendientes de Aarón, y cambiando los días de fiesta. Dios rechazó la adoración que él instituyó, demostrando que Jeroboam no tenía derecho para su propia creencia.

 

Algunas Cosas en las Que No Tenemos Derecho Para Nuestra Propia Creencia

Aquí están algunas cosas acerca de las cuales no tenemos derecho personal para nuestra propia creencia:

1. Lo que pensemos de Jesús. El Señor dijo: "Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis" (Juan 8:24). Si un hombre planea ser salvo en el cielo, no tiene la elección de no creer en Jesús. Jesús dijo, "El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado" (Marc. 16:16). El hombre que rechaza que Jesús nació de una virgen, obró milagros, derramo su sangre en la cruz como la expiación por los pecados, y que fue resucitado de entre los muertos no puede ser salvo — indiferente de cuan bueno, honesto, y sincero pudiera ser. No puedo escoger creer que Jesús es el hijo ilegítimo de padres Judíos, que no fue crucificado en la cruz, y que su cuerpo se pudrió en alguna tumba judía desconocida y aun ser salvo. Si escojo creer esto, será condenado al infierno.

2. Escoger a cual iglesia deberíamos pertenecer. Jesús no estableció muchas diferentes iglesias. El prometió edificar su iglesia (Mat. 16:18 - "mi iglesia" es singular, no plural). Pablo dijo que hay sino un cuerpo (Efe. 4:4). En el primer siglo, Pablo enfatizó que todos los hombres serían reconciliados con Dios en un cuerpo (Efe. 2:16). No hubo una iglesia Judía, una iglesia Gentil y una iglesia Samaritana. Mas bien toda la humanidad fue reconciliada con Dios en un cuerpo. Así como hay un Señor, un Espíritu, y un Dios, hay también un cuerpo o una iglesia. No tengo el derecho para establecer una iglesia que no sea la que Cristo estableció y luego escoger ser salvo en esta. Y puedo también ser miembro de la iglesia del Señor o no seré salvo. Aquellos que le dicen que usted tiene derecho para escoger la iglesia que usted quiera - ya sea en la Bautista, Presbiteriana, Católica, Episcopaliana, Pentecostal, Mormona, Testigos de Jehová, etc. — rechazan la declaración de la Biblia de que todos los hombres serán reconciliados con Dios en un cuerpo (Efe. 2:16). Las denominaciones de los hombres son plantas religiosas que el Señor desarraigará (Mat. 15:13-14). No puedo escoger ser miembro de una denominación hecha por el hombre y aun ser salvo. Si escojo ser miembro de una iglesia que Jesús no edificó, estaré perdido eternamente.

3. Escoger que nombre llevaremos en religión. Algunos quieren decir que uno puede escoger si lleva el nombre de Luterano, Metodista, Católico, Bautista, o algún otro nombre. Jesús no lo enseñó así. El Señor prometió darle a sus hijos "un nombre nuevo, que la boca de Jehová nombrará" (Isa. 62:2). El nombre nuevo que él dio a sus hijos fue "Cristiano." Los discípulos fueron llamados Cristianos por primera vez en Antioquía de Siria (Hch. 11:26). Este es el nombre que los hijos de Dios deben llevar. Pablo rechazó la idea de que los hombres podrían llevar otros nombres y aun ser salvos (1 Cor. 1:10-13). Si escojo llevar el nombre de algún otro que no sea el de Cristo, el Señor escogerá no salvarme.

4. Determinar que modelo de santidad seguir. Algunos implican que el modelo de moral de uno es una asunto de preferencia personal. Algunos Cristianos escogen ser "homosexuales" y otros escogen ser "rectos." Algunos Cristianos escogen beber y algunos escogen tomar te. Todo hombre tiene derecho para su propia creencia, nos es dicho. ¡No es así! El Señor reveló el modelo de santidad que los hombres deben seguir, condenando las obras de la carne y declarando que aquellos que son culpables de los pecados de la carne no podrán entrar en el reino de los cielos (Gál. 5:19-21; 1 Cor. 6:9-10). Los Cristianos no pueden escoger ir al cielo practicando comportamientos lascivos (tales como el vestido inmodesto, el baile, etc.), siendo homosexual, siendo bebedor social, etc.; aquellos que practican la inmoralidad no pueden ir al cielo.

5. Determinar como adorar a Dios. Dios ha dado a los hombres un modelo de adoración. Ha revelado que los hombres deben adorarle a través del canto (Efe. 5:19), la oración (1 Tesal. 5:17), observando la Cena del Señor (1 Cor. 11:17-34), ofrendando (1 Cor. 16:1-2), y predicando la doctrina apostólica (Hch. 2:42). Algunos tienen la idea de que podemos cambiar la adoración para hacerla más atrayente al público. Los servicios de adoración en muchas denominaciones incluyen grupos especiales de canto para entretener a la audiencia; la música instrumental fue añadida a la adoración para hacerla más atrayente al hombre. Los atletas y los entretenedores dan sus "testimonios" para atraer cantidades de personas. La Cena del Señor es omitida de la adoración semanal y reservada para días especiales tales como la Pascua.

Se nos ha dicho en años recientes que todo hombre tiene su propio derecho para creer lo que escoja acerca de usar instrumentos mecánicos de música en la adoración. Nos es dicho que reconozcamos el derecho de nuestros hermanos para adorar a Dios usando instrumentos de música en la adoración. Se nos podría también decir que debiéramos reconocer el derecho de los hombres de dejar la Cena del Señor por fuera de la adoración del primer día de la semana, recoger las contribuciones en todo momento que se reúnan, quemar incienso y velas como adoración a Dios, usar un sacerdocio especialmente nombrado, etc.

Jesús dijo que la adoración debe ser "en espíritu y en verdad" (Juan 4:24). La adoración que reposa en las tradiciones de los hombres es vana (Mat. 15:8-9). La adoración designada por la voluntad de los hombres desagrada a Dios (Col. 2:21-23). El hombre no tiene el derecho para escoger la clase de adoración que le agrada. Mas bien, tiene la obligación de adorar como Dios lo mandó. De otra manera, no podremos ser salvos del pecado.

6. Determinar como seremos salvos. Dios ha revelado las condiciones que los hombres deben reunir para ser salvos por la sangre de Cristo. El hombre no tiene derecho a abandonar las condiciones en que Dios lo lavara de sus pecados, Jesús dijo, "El que creyere y fuere bautizado, será salvo" (Marc. 16:16). El hombre no tiene la elección entre ser salvo (1) "por fe sola" y (2) por creer mas el bautismo. El Señor hizo la decisión de cómo los hombres serán salvos. Aquellos que son "salvos" en alguna otra forma ¡no son salvos en absoluto!

 

Conclusión

Dios nos hizo criaturas de elección de libre moral. Podemos escoger obedecer o desobedecer al Señor. No obstante, si escogieramos desobedecer al Señor, no podremos escoger escapar de las consecuencias de la desobediencia. Dios ha escogido el castigo eterno para aquellos que le desobedecen.

El hombre que nos enseña que "todo hombre tiene derecho para su propia creencia" está buscando únicamente este mundo y los derechos civiles de uno. Aunque estoy de acuerdo con la idea de que a uno le sea dado la libertad política para adorar a Dios como le agrade, rechazó la idea de que Dios aceptará cualquier clase de adoración, que El nos salvará sobre nuestras condiciones, que podemos escoger nuestro modelo de moralidad, y creer cualquier cosa que escoja acerca de Jesús. El hombre no tiene derecho para su propia creencia.

Mientras podemos estar de acuerdo que nuestro gobierno civil provea a todo hombre el derecho para sus propias convicciones y prácticas religiosas, no creo que Dios este de tal modo obligado a aceptar toda creencia y práctica religiosa del hombre.

Un aporte de Jaime Restrepo

volver


IGLESIA DE CRISTO

Madrid 950, SANTIAGO - CHILE

Hosted by www.Geocities.ws

1