El Combate de los Animales

	Me salí a pasear un día 
	al campo con mi escopeta, 
	me encontré una infantería 
	de conejos con chaqueta.

	Un batallón de venados, 
	I'otro fue de jabalíes, 
	I'avanzada de coyotes 
	armados con sus fusiles.

	Los tlacuaches en el centro 
	con bastante valentía, 
	eran como cuatrocientos, 
	puritos de infantería.

	El que los iba mandando 
	les decía: - No vayan a irse, 
	porque ahora vamos al mando 
	del general cacomixtle.

	El zorro y el armadillo. 
	los dos de conformidad. 
	con sus buenas carabinas 
	ya ni cuidado les da.

	A las cuatro e' la mañana 
	revolaron banderola. 
	mandaron tocar la banda 
	que traían de pura zorra.
 
	Le mandaron parte al león, 
	que en campaña lo esperaban, 
	que llevara batallón 
	para que alli lo acabaran.

	- No es posible que me acaben, 
	sólo que yo esté de malas; 
	me he visto en varios combates. 
	he cruzado entre las balas.
 
	Ese maldito zorrillo 
	es hombre desengañado, 
	ese sale por delante 
	disparando, fuego echando. 

	Ese valiente zorrillo. 
	al ver asomarse al león 
	de miedo púsose amarillo 
	y se orinó el pantalón.
 
	También el gato montés 
	es hombre desengañado. 
	ese llevaba el tranchete 
	y a todos iba cortando.
 
	Ese maldito tejón 
	no quiso hacer compromiso: 
	andaba dentro las milpas 
	dándonos guerra y perjuicio. 

	A Ias seis de Ia mañana 
	mandaron dar primer toque 
	pa'que tocara la banda 
	del presidente coyote.

	Cuando el león se puso al frente 
	parado junto a un maguey: 
	-Aquí todos se convencen 
	que no hay más ley que mi ley.

	Al ver al león por delante 
	huyeron despavoridos 
	y él con sus grandes rugidos 
	les quiso hablar al instante. 

	Hablando entonces el buey, 
	como pacífico y manso: 
	- Yo sólo a decir alcanzo: 
	aquf sólo el león es rey. 

	Ya con ésta me despido. 
	dispensen, amigos leales, 
	aqui se acaba al corrido 
	del Combate de Animales. 
	-- D.A.R.