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La familia Padrón.

Hemos visto como también el Ing. Padrón, su esposa e hijos, han sido escogidos por Dios para participar en algunas de las manifestaciones extraordinarias del cielo. En todas las oportunidades su participación y elección tiene como objetivo y destino el santo lugar de Carrizal y las intenciones que Dios parece haber puesto en estos sucesos. Por tanto ellos no constituyen ni el centro ni los destinatarios de los fenómenos inexplicables por vía natural y ni los objetos de los mensajes. Sin embargo será un deber ineludible discernir la razón y hasta donde sea posible encontrarla, de su elección a participar, como seglares, en una serie de acontecimientos que en su totalidad están dirigidos a las almas consagradas.

En la mañana del día 9 de febrero de 1993, el Ing. Guillermo Padrón se dirigia a su trabajo en su propio vehículo. Serían las 7.15 de la mañana, cuando cerca del distribuidor existente entre El Tambor y Corralito, apareció en el firmamento ante su vista y en dirección hacia Carrizal una bóveda elíptica, dentro de la cual aparecía la Santísima Virgen rodeada de angelitos, como niños; hacia el lado derecho de la bóveda estaba Jesús, a medio cuerpo con su mirada direccionada hacia Carrizal y en especial hacia la casa de las hermanas.

Unos seis minutos más tarde la bóveda se reduce de tamaño pero incrementa su luminosidad y en su interior aparecen las letras Alfa y Omega, con proyección tridimensional hacia la casa de las hermanas Siervas de Jesús.

Otra vez el día 10 de febrero de 1993 el Ing. Padrón, hacia las 7:30 de la mañana, antes de salir para su trabajo, se sentó en soledad unos momentos tratando de recordar todo lo que estaba sucediendo y que lo tenía profundamente atrapado en su alma.

Estaba haciendo el intento de entender el significado, la finalidad, porque hasta ahora había presenciado cosas maravillosas, pero no había recibido ninguna explicación y le resultaba ininteligible toda la serie de fenómenos que estaban ocurriendo ante sus ojos. Y meditando en ello, con gran asombro, vio una luz en el cielo desde la ventana de la sala.

Desde esa luz en el firmamento azul surgió una cruz bien definida y con un manto colocado en el travesano horizontal, desde uno al otro extremo (lo ve en perspectiva). Jesús estaba ubicado enfrente de la cruz y en actitud de mirarla. Luego Jesús sube un tanto y fija su mirada en Carrizal a la par que desaparece la cruz. Una mirada que reflejaba mucho amor.

Próximo y por encima de Jesús aparece el Padre, muy majestuoso y al otro lado el Espíritu Santo en forma de paloma gigante. Jesús entonces se coloca entre ambos. Luego de unos instantes el manto que había estado en la cruz envuelve las tres figuras mientras desaparecen del cielo en forma lenta, como desdibujándose apaciblemente.

  Como testigo de esta visión está la misma esposa del Ing. Padrón, la señora Marlene de Padrón, quien fue llamada por su esposo apenas se inició lo que acabamos de reseñar, en un intento de eliminar para si mismo toda posibilidad de alguna ilusión óptica o imaginativa. Ella pudo compartir este maravilloso fenómeno que duró en su totalidad alrededor de 10 minutos

Esa mañana el Ing. Padrón tenía que atender com­promisos ineludibles en su trabajo. Pero dudó mucho si dirigirse hacia la casa de las Siervas de Jesús para comentar lo ocurrido o encaminarse al cumplimiento de sus obligaciones laborales.

Entre los compromisos figuraba uno muy importante relativo a la firma de vanos contratos de trabajos.

Abordó su vehículo y mientras salía de la urbanización decidió acudir a su trabajo Por el camino le embargó una sene de pensamientos e intuiciones acerca de lo que estaba ocurriendo. Le invadió la certeza de que a partir de estos hechos su vida iba a cambiar drásticamente junto con la de su familia.

 El cambio se refería no sólo a la parte material, laboral y humana, sino particularmente a lo que llamamos una conversión. El Señor los estaba llamando a la conversión para lo cual no les iba a ahorrar trastornos, tribulaciones, penas e incomodidades Llegó a preocuparse y nutrir cierto temor por todo ello El tiempo se encargaría de corroborar las intuiciones o inspiraciones de aquel momento

No obstante, cambiando de actitud rápidamente y asumiendo una posición de autosuficiencia y de reto se dijo a si mismo "Me gusta mi trabajo, para eso estudié y no lo voy a perder Tengo años ejerciendo mi profesión (Es ingeniero mecánico, especializado en termostática, aire acondicionado) con gran reconocimiento Me gusta lo que hago y no lo voy a perder "

Sin embargo los planes de Dios no se correspondían con los del Ing. Padrón y ese mismo día le retiraron los contratos que tenía que firmar y le resultó imposible hacer las cobranzas que le correspondían.

Es entonces cuando se arrojó en las manos de Dios esperando que en sus designios no lo abandonase en ningún momento. Va a permanecer sin conseguir trabajo vanos años y sin embargo Jesús y la Virgen nunca lo abandonarían, pues siempre hubo y se encontró la manera de que no le faltara lo esencial para sus vidas.

Ese mismo día en que perdió su trabajo, estando en su casa meditando en los sucesos vividos, hacia las 10:30 p.m, volvió a escuchar la voz de la Santísima Virgen que le decía:

- "TE HAS OLVIDADO QUE YO PUEDO REPARTIR LAS GRACIAS A QUIEN QUIERA, CUANDO QUIERA Y DONDE QUIERA OREN MUCHO, OREN TRANSMITIENDO LO QUE SUS ALMAS DESEAN DECIR AL SEÑOR PERO OREN CON AMOR Y ENTREGA LA ORACION ES PODEROSA CUANDO SE HACE CON VERDADERA HUMILDAD"

Por supuesto al día siguiente 11 de febrero, ya atardeciendo, la familia Padrón, un tanto atribulada por la pérdida del trabajo, pero a la vez confiada en Jesús y en María y simultáneamente dispuesta a acatar lo que la voluntad de Dios tuviera a bien determinar para ellos, retomó a Carrizal para hacer una hora santa ante el Santísimo Sacramento expuesto en la capillita de las Siervas de Jesús.

Al finalizarla todos se dirigieron al lugar de la primera aparición de la Santísima Virgen para dedicarle el rezo del santo rosario. Cuando terminó este rezo la Santísima Virgen hizo llegar con toda nitidez a las hermanas y a los miembros de la familia Padrón las siguientes palabras: "HIJITOS, ESTARE ENTRE VOSOTROS, VENDRÉ VESTIDA DE ESTRELLAS, ME VEREIS. SENTIRÉIS LAS GRACIAS QUE DERRAMARE SOBRE VOSOTROS Y SOBRE ESTE SANTO LUGAR".

En este corto mensaje no se predecía el día m la fecha. Pero se tenía el presentimiento de que seria muy pronto. El Ing. Padrón, no entendió aquello de que vendría vestida de estrellas, por lo que al salir se dirigió hacia el convento de las hermanas Agustinas Recoletas, donde pidió conversar y ser recibido por la Madre Agueda, primera sucesora de la Beata María de San José, Fundadora de esa congregación religiosa.

La Madre Agueda le aconsejó que no tomara al pie de la letra las palabras de la Santísima Virgen, ya que Ella suele expresarse en lenguaje simbólico y que lo más prudente sería esperar.

La familia Padrón al dejar el convento de las Agustinas Recoletas llevó a cabo el propósito firme de acatar la voluntad de Dios, cambiar de vida y convertirse profundamente hacia el Señor. 

Entendieron que Dios quería que se realizara algo, con designios cuyo desenlace y alcances le eran desconocidos; ignoraban igualmente en qué forma quería Dios que participaran en todo esto; pero en todo caso lo que se esperara de ellos estaban dispuestos a llevarlo a cabo tal como El se los pidiera.

 

 

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