EL ACOSO MORAL EN EL TRABAJO, TAMBIÉN LLAMADO MOBBING
ERRADIQUEMOS EL ACOSO MORAL ENTRE PROFESORES
ERRADIQUEMOS EL NEODESPOTISMO QUE SE HA INSTALADO EN LOS CENTROS EDUCATIVOS DE MADRID, DONDE INSPECTORES Y ADMINISTRACIÓN DELEGAN EN LOS DIRECTORES QUE SE ENCUENTRAN CON UN PODER ABSOLUTO PARA HACER Y DESHACER A SU ANTOJO.
OBLIGUEMOS A LOS DIRECTIVOS A CUMPLIR LAS LEYES Y A NO IGNORARLAS INVENTANDO NUEVAS REGLAS QUE SÓLO PERSIGUEN INTERESES INDIVIDUALES.
Quien está sufriendo acoso moral o psicológico se suele preguntar ésto insistentemnte y cuanto más se pregunta, menos explicación encuentra. Se asombra y se encoge de hombros, si esque aún no ha llegado a una fase avanzada de la patología que provoca el mobbing. Personalmente prefiero ver este feo asunto desde una perspectiva optimista, dentro de lo posible, o por lo menos práctica. Quien se encuentra en este segundo ciclo de "Estigmatización" (Leyman), después de haber completado la primera fase de "Conflicto", cuando se está en plena fase de acoso, en la que se repiten las conductas hostiles para marcar o estigmatizar a la víctima. Cuando todavía no se ha horadado la dignidad, la autoestima y la seguridad personal (fases de "intervención" y de "marginación", estamos todavía a tiempo de hacernos cargo plenamente de la situación, buscando apoyos, expresando lo que nos ocurre, tomando nota de todos los datos de que disponemos e intentando reunir pruebas. Se aconseja hacer hincapié en las irregularidades formales que cometen a menudo los acosadores, con la intención de perjudicar a la víctima. Estas irregularidades pueden ser demostrables y reunir pruebas es importante en los casos de acoso. Lo más importante en este punto es salir con decisión del desconcierto y reconocer la stuación de acoso como un hecho sociolaboral que puede tener consecuencias graves en la salud y consecuencias jurídicas si se reclama oportunamente. Todo lo que se haga es poco antes de permitir a la víctima caer en en el cuadro sintomático y de enfermedad que se llama "síndrome de estrés por coacción continuada" (SECC), cuyas manifestaciones son según el DSM.IV: *Depresión reactiva y ansiedad generalizada *Evitación constante de personas, pensamientos, sentimientos, convesaciones, actividades y lugares que le recuerde el acoso. *Dificultad para conciliar el sueño y mantenerlo teniendo pesadillas. *Deterioro de la concentración y la memoria a corto plazo. *Hipervgilancia dando la sensación de paranoia. *Hipersensibilidad a la crítica. *Obsesión por el acoso y exclusión de los demás temas vitales. *Incapacidad para experimentar alegría en los eventos cotidianos. *Irritabilidad permanente o ataques de ira *Melancolía y sentimiento de pérdida de sus capacidades laborales. *Restricción de su vida afectiva. *Disfunciones sexuales. *Aislamiento social e introversión. *Miedo, terror, ansiedad e incluso ataques de pánico, como efecto a cualquier asociación consciente o inconsciente, vinculada con las manifestaciones de acoso. *Alteracions gastrointestinales, endocrinas, cardiovasculares, cutáneas... *Fatiga crónica |
Página web de M. Pilar Alcaide Guindo