He visto
mil caras
pero
ninguna asemeja la pureza
de esa
melancolía
que tus
ojos ansían,
de ese
romanticismo del cual tu hablas
del cual
yo se.
Pero esta
noche no la haré romántica
si no
encuentro en tu corazón
el querer
de los sueños
atrapado
entre tus manos
como la
madreselva enreda la pared de mi verdad,
de la cual
tu ya sabes
de la cual
yo no he dicho
si no es
con letras filosas
que tallan
en el cielo suaves anhelos de mi corazón,
de mis
sentimientos que naufragan
en tus
nubes blancas y veloces,
de mi
mirada en tus ojos
y en tu
sentir,
y en tí,
y que mas
decir de tí;
si solo
puedo sentir por ejemplo:
Que eres
recuerdo en mi almohada
y volátil
en mis males,
que eres
sueño de galeones
y caes
estrepitosa como una estrella en el océano
a mis pies
nudos de tus pies.
Que eres
difusa, bella, suave y romántica,
que serás
el recuerdo en estas velas,
que fuiste
deseo, tornado y sol,
y que hoy
eres esta flor húmeda en mis manos
dulce
amada inmortal.