Sonata de esperanza vencida
Miré hacia
el horizonte
y me sentí
solo otra vez
la mañana
había arrastrado
el
consuelo de la luna
cargado de
recelos, dolor,
la
angustia interminable
y el sol
pesado en mis hombros
me llené
de esa extraña maraña
que comienza
en la confusión
luego de
desplaza hacia la tristeza
y vaga en
la tangente del dolor
Es ahí
donde no se quien fui o soy
y me
pregunto atareado ¿Por qué hoy,
una blanca
nube obscurece el bello día que quise ayer?