Hay
un sueño que me llama
Hay
un mundo que me desconoce
Hay
tantas penas y tantas rutas
Hay
tantas esperanzas que se desesperan.
Hay
tantos hombres que lloran
Hay
tantos muertos que se desconocen
Hay
tantos pueblos que se desvanecen
Hay
tantas penas porque lloro
Hay
miles de estrellas que ya no inspiran
Hay
tantos soles que no se encienden
Hay
cantidad de enfermedades que no hieren
Hay
guitarras que no cantan
Y
en ese bastión inmenso de estrofas
En
este ida y vuelta de sentimientos
En
este mar de glorias y de penas
Tengo
visiones que no verás
Porque
encontré en mis ojos
el
dolor de la vida y la sensación
eterna
de la muerte, y en esa tempestad
la
ficción es mi amuleto.