Los soles
brillaron sobre la tierra en el momento que tus dedos tocaron los míos. Fue
entonces cuando mi corazón palpitó ciertos sentidos que solo pude sentir al
bailar con corazones que volaban en nubes espléndidas de sol.
Sin perdón marché, solo miré las estrellas cuando en el cielo brillaban compareciendo mi yo aturdido por razones de otros rostros. Ahí los corazones plegaron en sí suertes que con el amor entumecieron un amor que hoy no puedo llevar cuando tus ojos no tocan los míos.