© Copyright 2001 Adolfo Ricardo Ybarra y Julio
José Ybarra
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Epílogo
A lo largo de este libro, el lector, como yo, sin duda habrá percibido
la gravedad de todas las terribles cosas que amenazan a quienes no acepten
a Cristo como su único Señor y Salvador. Los que reciban a Cristo ahora,
reinarán con Él y no vendrán a juicio (Juan 5:24). Los que no lo reciban,
y mueran antes de que Él venga, y muchos morirán en los tiempos por venir,
irán al infierno. Los que estén vivos cuando Él venga y hayan perseguido a
su Iglesia, y a los Judíos que se convertirán luego de que Él venga, serán
condenados como malditos y no entrarán al reino milenial de Cristo (Mateo
25:31-46); aquí estarán las multitudes de seguidores recalcitrantes del último
Papa y de Roma. Los que sin querer hayan protegido a la Iglesia, a pesar de
no ser ellos mismos creyentes, y que queden vivos cuando Cristo venga, entrarán
al reino milenial (Mateo 25:31-46). Así que la mejor elección que nos libra
de todo terror del futuro es: JESUCRISTO AHORA MISMO. Sí, así es, Jesucristo
ha de venir en las nubes del cielo muy pronto; pero hoy mismo puede venir
para siempre al corazón del que ahora lo requiera para eterna salvación.
*******
Fin
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