Las Divinas Profecías De La Biblia, por Adolfo Ricardo Ybarra, Capítulo 1

  © Copyright 2001 Adolfo Ricardo Ybarra y Julio José Ybarra

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Capítulo 1. Dios Es El Único Dador De Las Profecías

1.1. Solamente Dios Es El Autor De Las Verdaderas Profecías
Sólo y únicamente el Dios de la Biblia es el verdadero Dios, y es el autor y dador de las Divinas Profecías. Es imposible que el Dios de la Biblia sea el verdadero Dios y que no sea el autor de ellas, es decir, es imposible que las verdaderas profecías no se originen en su infinita sabiduría; es imposible que surjan de la sabiduría de algún ser creado; y más imposible que surjan de algún otro dios, pues no hay otros. También es imposible que siendo el Dios de la Biblia el verdadero y único, no sea el administrador de sus profecías; Él es su autor y es también su dador; y las da por los conductos que Él ha establecido, cómo, cuándo y dónde Él lo estableció; Él pues es el soberano y determina el modo y el tiempo y el lugar en que su sabiduría ha de ser revelada a sus criaturas. Más aún, entre todas las obras grandiosas que Dios ha hecho mostrando su Divinidad, no hay duda de que la profecía es la más manifiesta muestra de ese atributo divino que es la omnisciencia, es decir, que Dios todo lo sabe y puede conocer aún lo porvenir; así que, como manifestación de una mente infinitamente sabia, la profecía da testimonio del mismísimo Dios todopoderoso y omnisciente. Es por eso que los que no quieren reconocer a Dios se empeñan inútilmente en negar las profecías. Pero ellas están escritas para siempre en la Biblia y nos muestran su impresionante récord de cumplimientos en grandes eventos y también períodos enteros de la historia y nos llevan a esperar confiadamente lo que sin duda está por cumplirse.
 
 
 
1.2. Dios Sabe Lo Que Ha De Venir
El sorprendido lector verá desfilar ante sus ojos la historia de la humanidad en los últimos cuatro grandes imperios. Verá la feroz lucha del diablo por detener y destruir a la Iglesia de Jesucristo. Verá los dramáticos acontecimientos finales, las etapas finales del último imperio, el de la ciudad de Roma, y su persecución contra la verdadera Iglesia de Cristo y su intento de exterminar toda traza del pueblo Judío. Y cuando todo parece perdido para los santos de Dios, verá la victoria final de Jesucristo quien regresa, levanta con Él a su Iglesia verdadera, salva al remanente de Israel a punto de ser exterminado, Israel cree en Jesucristo como su Mesías, Cristo condena al terriblemente blasfemo y genocida anticristo y destruye a su ejército en la Batalla de Armagedón, y establece su reino de mil años preludio de su reino eterno sobre todas las naciones. Y los sufridos creyentes de su verdadera Iglesia reinarán con Él para siempre sobre Israel y sobre todas las naciones. El lector verá y entenderá cómo es que todo esto está ya sucediendo y verá y entenderá cómo puede suceder lo que resta que suceda. Todo esto en virtud de lo que un Dios que todo lo sabe ha revelado por escrito para precaver a los que aman la verdad. Sólo Dios pudo revelarnos cómo será la historia del mundo hasta el final.
 
 
 
1.3. Son Muchos Los Que Ignoran La Biblia Y Siguen Las Enseñanzas Del Diablo Que Los Engaña
En el mundo entero hay millones de personas que no conocen a Dios, al verdadero y único Dios, el Dios de la Biblia. Dios se ha revelado a sí mismo en la historia hablando por medio de los profetas del Antiguo Testamento, y por su mismísimo divino Hijo Jesucristo y los Apóstoles por Él comisionados. Estas palabras han quedado eternizadas por escrito y estas Santas Escrituras, por el designio inmutable del Todopoderoso Dios que las dio, son preservadas y nunca pasarán. En el mundo entero hay millones de personas que sirven a un dios creado por la propia imaginación de hombres (y creados con ayuda del diablo por cierto). No es bueno decir todos adoramos al mismo dios, porque no es verdad. El dios de un Católico Romano, por ejemplo, más hallá de toda la buena intención de muchos Católicos, no es el mismo Dios que el de la Biblia, no posee las mismas características; está ensombrecido por las enseñanzas del Papa y sus teólogos. Cuando Dios, el Dios verdadero se reveló a sí mismo en la Sagrada Escritura, Él se nos presenta enviando a su divino Hijo como el único Señor y Salvador y Mediador; pero los Católicos tienen, aunque no lo sepan, otro Jesús, un Jesús distinto, que no aparece en la Biblia, un Jesús que necesita de otros mediadores entre él mismo y los hombres, esos supuestos mediadores necesarios son, la virgen María (que tampoco es la verdadera María tal como aparece en la Biblia), los Santos (que tampoco responden al concepto Bíblico de Santos), sus sacerdotes con sus oficios rituales (la Biblia dice que todo verdadero creyente es sacerdote de Cristo, y no un sacerdote a la manera de lo que le ha sido enseñado a los Católicos), el Papa (supuesto representante de Cristo en la tierra; pero en realidad el Anticristo en persona). Si a estos millones de pobres Católicos Romanos con un falso concepto de Cristo y de Dios les añadimos los liberales teológicos que descreen de Cristo, las más variadas formas de falso cristianismo y los que no se llaman cristianos, que son musulmanes, hindúes, y budistas, y otros, tenemos una multitud incontable de personas que no adoran al verdadero Dios; y es un gran engaño si yo les digo "todos adoramos al mismo Dios"; porque el Dios verdadero de la Biblia es único y no se lo puede adorar si no se lo conoce. No se puede adorar al verdadero Dios sino es en espíritu y en verdad; y ello sólo es posible si lo llegamos a conocer por su propia Palabra, la Biblia, por la obediencia y fe en la Palabra del Evangelio de Jesucristo.
 
 
 
1.4. Sólo En La Biblia Dios Ha Revelado Su Verdad Y Las Verdaderas Profecías
Por eso las profecías de éste, el verdadero Dios, son muy poco comprendidas por las multitudes incontables. Ellas no saben diferenciar entre un profeta de Dios y un adivino ocultista profeta del demonio; sencillamente porque no conocen la Palabra de Dios. Por eso lo primero que me he preocupado en decir es que "Sólo y únicamente el Dios de la Biblia es el verdadero Dios, y es el autor y dador de las Divinas Profecías". Y debemos agregar que todas estas profecías están en la Biblia y en ninguna otra parte. Si queremos la verdad, y si también queremos las verdaderas profecías, la Biblia es el único lugar donde hallarlas. Porque como dijimos "Él es su autor y es también su dador; y las da por los conductos que Él ha establecido, cómo, cuándo y dónde Él lo establece"; y precisamente Él ha dado la profecía a través de sus santos profetas, su divino Hijo Jesucristo y sus apóstoles, y todo lo que Él quiso ha quedado por escrito en la Biblia. Fuera de esta Biblia completa, no podemos encontrar nada sino la mentira y el error.
 
 
 
1.5. La Mortal Nueva Revelación Extrabíblica, ¿Revelación Fresca O Veneno Fresco?
Tendremos que guardarnos del veneno que se nos ofrece en otras fuentes que no son de Dios. Fuera de la Biblia se encuentran incontables agentes de falsa profecía. La cantidad, variedad, y calidad, de falsos profetas y falsas profecías es increíble. Estas falsas profecías, al no tener su origen en Dios, sólo pueden provenir de un grupo de seres creados inteligentes: Esos que se revelaron y se oponen a Dios, comúnmente conocidos como el diablo y sus ángeles, demonios o espíritus inmundos. Los falsos milagros de Satanás y sus espíritus guías demoníacos, han logrado engañar a millones con sus falsas revelaciones. La apariencia que estos espíritus engañadores pueden asumir es de una variedad infinita: falsas marías, falsos santos, supuestos difuntos, espíritus guías de la Nueva Era, espíritus guías de lo que sea, extraterrestres (esta es otra gran idea de Satanás, hacer creer a la gente en los extraterrestres, lo cual no es nada difícil para él que hasta puede transfigurarse en ángel de luz, cuanto más asumir las más variadas formas), y todo lo que se pueda imaginar. Luego tenemos todos los falsos profetas fundadores de algún nuevo movimiento de nueva revelación dentro del mundo religioso: fundadores del adventismo del séptimo día, fundadores de los mormones, fundadores de los autodenominados testigos de Jehová, fundadores de las diversas ramas e iglesias del pentecostalismo, actuales supuestos profetas de entre los pentecostales, famosos o no; todos los antiguos y modernos visionarios y místicos católicos conocidos, y todos los visionarios y místicos católicos desconocidos que experimentan fenómenos carismáticos de espíritus y visiones propias. Podría parecer difícil al lector cómo discernir la verdad entre tanta confusión; pero hay una forma muy sencilla de saber que esas revelaciones no son de Dios, y es que las palabras de los tales han sido pronunciadas LUEGO de que la Biblia ya ha sido completada, y están FUERA de la Biblia, no importa que a veces se parezcan, o respeten en parte, o imiten las profecías de la Biblia; lo que importa es que NO son las profecías de la Biblia y ocultan el veneno del error que hará su mala obra. Este es un criterio excelente y por demás seguro para nosotros que vivimos en la era de la Biblia completada: Saber que las nuevas revelaciones actuales no salen de la Biblia, ni añaden nada a la Biblia, la cual ya está concluida y completa, entonces no son revelación divina ni Palabra de Dios, sólo revelación demoníaca. El advenimiento de la falsa profecía también ya estaba predicho en la Biblia. No bebamos de las fuentes contaminadas del diablo, bebamos de la fuente que Dios nos ofrece que es LA BIBLIA. Dios es el autor de las verdaderas profecías, y es el Dios verdadero que se revela en la Biblia, y ha puesto sus verdades para nosotros en la Biblia, y sus revelaciones no se hallan sino solamente allí.
 
 
 
Luego tendremos oportunidad de ver interesantes ejemplos concretos de cómo las mencionadas falsas profecías trabajan y adquiriremos discernimiento y astucia en reconocer sus funestos resultados, y estaremos precavidos de ellas.
 
 
 
1.6. Sólo En La Biblia Podemos Confiar Y Sólo De Ella Obtener La Confianza
Pero dentro de la Biblia hallamos la fe y la perfecta confianza en Dios, ya que la fe es por el oír y el oír de la Palabra de Dios. Cuando dos discípulos alicaídos caminaban tristes hacia Emaús, lamentando la reciente muerte de Cristo, sin creer que había ya resucitado, Cristo mismo les comienza a acompañar en el camino, y antes de dar a conocer su identidad prefiere mostrarles EN LA BIBLIA, comenzando desde Moisés, pasando por todos los profetas, lo que la Biblia decía de Él y que era necesario y así estaba escrito de antemano que Cristo debía morir y resucitar al tercer día (Lucas 24:13-35). El resultado fue que estos alicaídos fueron reanimados y su corazón ardía mientras Cristo les abría las Escrituras; a pesar de que aún no sabían que era Cristo, lo cual supieron al final. En aquel entonces ellos contaban con el Antiguo Testamento ya completado. Ahora nosotros tenemos además el Nuevo Testamento ya completado. Una Biblia completamente terminada llena de todo lo que se necesita, para que creamos en Cristo y tengamos la vida eterna en Él. Y además para que conozcamos lo que ahora en particular nos ocupa que son las profecías. Ahora no sólo contamos con las profecías del Antiguo Testamento, sino también con las del Nuevo Testamento.
 
 
 
1.7. Oración Previa
Amigo lector, antes de continuar, en este momento permítame orar por Usted:
 
Padre Celestial, Padre de mi Señor Jesucristo, que nos amaste y diste a tu Hijo para que pague por todos nuestros pecados y que nosotros podamos tener la vida eterna mediante Él. En su nombre te pido que tengas misericordia de quien esté leyendo estas páginas. No dejes que el conocimiento de todas estas cosas tan importantes sean arrebatadas de quien las esté leyendo. Ten misericordia y protégelo de todo orgullo y de todo apresuramiento o distracción. Reprende a todo espíritu del mal que quiera evitar que quien lee continúe con esta lectura. Bendice a este lector y guarda su mente de toda confusión y libra su corazón de toda perturbación. Bendice su alma. Lo encomiendo a ti para su protección y para gloria de tu nombre. En el nombre del Señor Jesucristo. Amén.
 
 
 

Dios verdadero, grande, omnipotente,
sólo vos sois de la verdad la fuente.
En tu Palabra fiel sólo hallaré
seguridad, verdad, para la mente.
 
No confiaré en falsas profecías
falsas visiones de mil falsos guías.
Mas en la letra fiel del sin par libro
encontraré tu gran sabiduría.
 
El enemigo siniestro de las almas
para prenderlas usa de mil armas.
Se transfigura como ángel de luz,
siempre blasfemo prepara sus trampas.
 
No seguiré tras las grandes visiones,
con que Satán confunde las razones.
En sus palabras su maldad revela
que al alma sume en vanas ilusiones.
 
Pero bendito aquel que sólo atiende
al fiel gran Dios que nunca mentir puede.
Biblia bendita tú me guías sola
por ser el libro de aquel que no miente.
 
 

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Continua en ==> Capítulo 2

 


 

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