Las Divinas Profecías De La Biblia, por Adolfo Ricardo Ybarra, Capítulo 4

  © Copyright 2001 Adolfo Ricardo Ybarra y Julio José Ybarra

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Capítulo 4. El Papado Es El Anticristo

 
 
4.1. El Anticristo No Desea Ser Reconocido Como Tal

Luego de haber identificado al Papado en la historia interpretada por Dios desde la Biblia, es preciso que yo advierta al lector que no espere que un Papa le diga a usted algo como esto:

"¡Sí, por supuesto, yo soy el Anticristo; nuestra poderosa institución Católica Romana ya lleva muchos siglos de probada experiencia cumpliendo el impresionante rol histórico al que el diablo la ha llamado: hemos cumplido acabadamente con nuestra misión de ser el Anticristo. ¿No es esto impresionante? ¿Le gustaría trabajar con nosotros para seguir perdiendo al mundo; le gustaría ser parte de nuestra nunca igualada empresa contra Cristo?"

Si yo fuese tan ingenuo como para buscar que el Papado confiese que él es el Anticristo, permítame decirle que entonces yo sería algo así como EL REY DE LOS INGENUOS. Tendrían que colocarme un cartel en la espalda que diga: "Éste Es El Rey De Los Ingenuos"; y si alguien quisiera reclamárselo a quien tan dura broma me haya hecho, el tal podría contestar con gran seriedad y firmeza: "Lo que he escrito, he escrito". Naturalmente que el Papado buscará negar por todos los medios que pueda, y querrá aún demostrar como pueda que él no es el Anticristo. Porque si todo el mundo anduviera diciendo por allí que el Papado es el Anticristo, sería una vergüenza. Si todo el mundo creyese que el Papado es el Anticristo; entonces el Papado quedaría reducido a la nada, sin sus millones de seguidores; o bien mucha gente tendría que decir una cosa horrible como ésta: "está bien, creo que el Papado es el Anticristo, pero no me importa, iré al infierno, a sufrir para siempre, por toda una eternidad interminable; quiero seguir con el Papa"; pero no muchos estarían dispuestos a decir eso; a menos que lo digan sin saber bien lo que es el infierno; y serían los menos; y el Papado se quedaría solo con un puñado de seguidores locos que desean ir al infierno, a semejanza de los satanistas que creen que el infierno es un buen lugar para vivir. Pero el éxito del Papado reside precisamente en que engaña a la gente impidiéndoles entender que él es el Anticristo; el éxito del Papado consiste en que lleva a la gente al infierno haciéndoles creer que las conduce y les da la entrada al cielo, purgatorio mediante (no existe el Purgatorio según la Biblia). Y no esperemos que jamás confiese que es el Anticristo. Él podrá ocupar el lugar o sede del Anticristo (Roma); podrá haber aparecido en el tiempo exacto profetizado (a la caída del Imperio Romano) para la aparición del Anticristo; podrá haber aparecido a consecuencia de la Gran Apostasía, verificada en esos mismos tiempos, y que es el resultado final del misterio de iniquidad que ya obraba en tiempos de Pablo, y que es la condición circundante que Pablo presenta como la que sería alcanzada al mismísimo tiempo de la aparición del Anticristo; podrá llevar el título "Vicario de Cristo" o "Vice-Cristo" que en el Nuevo Testamento Griego se escribe "Anticristo" (Antichristos); él podrá adquirir una grandeza increíble por sobre todos los reyes hablando grandes cosas, pretendiendo ser el superior a todo rey, emperador, u iglesia, como vicerregente de Dios (Dios en la tierra) y Vicario de Cristo (traducción fidedigna del griego "antichristos") elevándose hasta las estrellas del cielo y derribándolas (derribando tronos y reinos), como en las profecías de Daniel nos es dicho. Pero aún así él no admitirá ser lo que su entera apariencia delata; él negará ser el Anticristo y presentándose como un amigo de la causa de Cristo, es en realidad el enemigo de Cristo y de su verdadera Iglesia, y el más terrible, sutil y astuto; en fin, es a todas luces el Anticristo profetizado. La más portentosa obra de engaño Satánico, la cúspide de toda la sabiduría diabólica, y la última y más lograda.
 
 
 
4.2. El Anticristo Dice Que Él No Es El Anticristo: Ejemplo Del Cardenal Newman
Veamos ahora un ejemplo de cómo el Anticristo se defiende de la acusación de que él es el Anticristo. Tomemos uno de la Enciclopedia Católica, del artículo "Anticristo". Luego de una breve reseña del redescubrimiento Protestante de que el Papado es el Anticristo, la Enciclopedia dice lo siguiente:

"Después de este muestreo general del punto de vista Protestante concerniente al Anticristo, seremos capaces de apreciar algunos de los comentarios críticos del Cardenal Newman sobre la cuestión:
•Si alguna parte de la Iglesia es probada ser anticristiana, la totalidad de la Iglesia también lo es, inclusive la rama Protestante.
•La teoría del Anticristo Papal fue gradualmente desarrollada por tres cuerpos históricos: Los Albigenses, los Valdenses, y los Fraticelli, entre los siglos once y dieciséis: ¿Son esos los expositores de quienes la Iglesia de Cristo ha de recibir la verdadera interpretación de las Profecías?
•Los defensores de la teoría del Anticristo Papal han construido varios disparates como señal en sus argumentos; ellos citan a San Bernardo como identificando la Bestia del Apocalipsis con el Papa, aunque en el pasaje San Bernardo habla del Antipapa; ellos apelan al Abad Joaquín como creyendo en que el Anticristo será elevado a la Sede Apostólica, mientras que el Abad en realidad cree que el Anticristo derribará al Papa y usurpará su sede; finalmente, ellos apelan al Papa Gregorio el Grande como abogando que cualquiera que pretenda ser el Obispo Universal es el Anticristo, mientras que el gran Doctor realmente habla del precursor del Anticristo quien era, en el lenguaje de su día, nada más que una señal de una inminente gran maldad.
•Los Protestantes fueron conducidos a la teoría del Anticristo Papal por la necesidad de oponer una respuesta popular a los populares y convincentes argumentos adelantados por la Iglesia de Roma para su Divina autoridad.
•Warburton, Newton, y Hurd, los abogados de la teoría del Anticristo Papal, no pueden compararse con los Santos de la Iglesia de Roma.
•Si el Papa es el Anticristo, aquellos que lo reciben y lo siguen no pueden ser hombres tales como San Carlos Borromeo, o Fenelón, o San Bernardo, o San Francisco de Sales.
• Si la Iglesia debe sufrir igual que Cristo, y si Cristo fue llamado Beelzebub, la verdadera Iglesia debe esperar un reproche similar; de allí, la teoría del Anticristo Papal llega a ser un argumento en favor de la Iglesia Romana.
• El sarcasmo, "Si el Papa no es el Anticristo, no luce bien al ser igual a él", es realmente otro argumento en favor de los reclamos del Papa; ya que el Anticristo simula a Cristo, y el Papa es una imagen de Cristo, el Anticristo deberá tener alguna similitud al Papa, si el último es el verdadero Vicario de Cristo." (Catholic Encyclopedia , Antichrist)
 

Hasta aquí llega este ejemplo de cómo puede el Anticristo negar que lo es; o más bien, como puede uno de los siervos del Anticristo, como el Cardenal Newman, negar que su Señor el Papa es el Anticristo.
 
4.3. El Gran Ausente En La "Demostración" Del Cardenal Newman
El lector puede percibir algo extraño en la "demostración", si es que puede llamársele así, del Cardenal Newman; o mejor dicho: puede sentir la ausencia de algo esencial a la demostración. El gran ausente en la "demostración" del Cardenal Newman es LA BIBLIA. Permítame ahora el lector hacer un muy entretenido y agradable experimento. Permítame colocar a la izquierda de una tabla los argumentos del Cardenal Newman, y a la derecha colocaré mis argumentos. Ahora bien, yo voy a distenderme un poco, haré de cuenta que caigo en la trampa del Cardenal; pero no del todo, y mi fingida ingenuidad hará que algunas cosas muy erradas del Cardenal queden en evidencia:
 

EL GRAN CARDENAL NEWMAN:

ADOLFO RICARDO YBARRA:

•Si alguna parte de la Iglesia es probada ser anticristiana, la totalidad de la Iglesia también lo es, inclusive la rama Protestante.

•Perdone Señor Cardenal, no sabía que la Iglesia Católica era la verdadera Iglesia; tenía entendido que Roma es La Gran Babilonia y que los protestantes antiguos salieron de ella. Si la Iglesia Católica es el grupo de la pobre gente que está engañada con el Anticristo creo que fue buena la idea de Lutero de salir de allí y decir a todos que salgan. No entiendo porqué usted dice que los Protestantes son una rama de su Iglesia. ¡Ah, a lo mejor usted se refiere a los ecumenistas de ahora! (Perdónenme esa ironía, que no es en realidad para Newman sino para los ecumenistas)

•La teoría del Anticristo Papal fue gradualmente desarrollada por tres cuerpos históricos: Los Albigenses, los Valdenses, y los Fraticelli, entre los siglos once y dieciséis: ¿Son esos los expositores de quienes la Iglesia de Cristo ha de recibir la verdadera interpretación de las Profecías?

•¡Oh! Señor Cardenal Newman; creo que me pone usted en un grave aprieto, por favor, déjeme consultar en los libros de historia quienes fueron los Albigenses y los Valdenses. (Mmmm....). ¡Ah, lo tengo! Ruego me disculpe Señor Cardenal pero ¿No son los Albigenses y los Valdenses esa pobre gente que fue asesinada por orden del Papa? Leo que fue el Papa quien llamó a una gran cruzada para exterminarlos, y que lo que lo que esa gente sufrió de parte de los Católicos franceses de la Edad Media no tiene nombre. ¿No será que esa pobre gente pudo entender en carne propia que el Papa es el Anticristo?

•Los defensores de la teoría del Anticristo Papal han construido varios disparates como señal en sus argumentos; ellos citan a San Bernardo como identificando la Bestia del Apocalipsis con el Papa, aunque en el pasaje San Bernardo habla del Antipapa; ellos apelan al Abad Joaquín como creyendo en que el Anticristo será elevado a la Sede Apostólica, mientras que el Abad en realidad cree que el Anticristo derribará al Papa y usurpará su sede; finalmente, ellos apelan al Papa Gregorio el Grande como abogando que cualquiera que pretenda ser el Obispo Universal es el Anticristo, mientras que el gran Doctor realmente habla del precursor del Anticristo quien era, en el lenguaje de su día, nada más que una señal de una inminente gran maldad.

•¡Qué bien Señor Cardenal! Creo que aquí puedo ser un poco apreciado por usted. ¡Cómo me gustaría que lea mi libro "Las Divinas Profecías De La Biblia"! ¡No sabe cuan contento me siento de no haber cometido tan terribles errores como los que usted menciona (espero que le guste y no encuentre ningún error)! usted notará en mi libro que no cité a Bernardo, ni al Abad Joaquín, ni al Papa Gregorio EL GRANDE. Yo no osaría apelar a tan grandes autoridades, yo sólo me apoyé en sencillas interpretaciones del libro del profeta Daniel, en la Biblia. ¿Le gusta la Biblia Cardenal? A lo mejor le vendría muy bien leerla entonces podrá entender mi libro y me gustaría saber su opinión en cuanto mi humilde escrito.

Pero...Espere...Yo, yo, estoy notando algo extraño en lo que usted dice que dicen Bernardo, y Joaquín. Ellos dicen que el Anticristo sería un Antipapa, ¿verdad?. ¡Quiere decir que para ellos el Papa era como Cristo!. ¿No es un poco imprudente de su parte? ¡Hacen quedar al Papa como un usurpador de Cristo!

¿Que problema el de los Antipapas verdad?

Cuando pueda Cardenal acláreme el problema de la sucesión apostólica ya que si, según vuestros escritos, han habido ya antipapas y lo volverá a haber, entonces se ha cortado su sucesión apostólica. Creo que mi diccionario Sopena está equivocado con su lista ininterrumpida de Papas.

Tengo entendido que Roma es en la Biblia la sede del Anticristo; ¡qué gran yerro el de los Papas de llamarla sede apostólica! ¿No es verdad?

•Los Protestantes fueron conducidos a la teoría del Anticristo Papal por la necesidad de oponer una respuesta popular a los populares y convincentes argumentos adelantados por la Iglesia de Roma para su Divina autoridad.

•Señor, usted me obliga a ponerme firme. Yo creo que los populares y convincentes argumentos de la Iglesia de Roma sobre su autoridad Divina son LA PRUEBA de que ella es el sistema que pretende suplantar a Cristo, el sistema del Anticristo (¿Sabía usted Cardenal que la palabra griega para "Anticristo" significa "Vicario de Cristo"?)

•Warburton, Newton, y Hurd, los abogados de la teoría del Anticristo Papal, no pueden compararse con los Santos de la Iglesia de Roma.

•¡Claro que no, Señor! Newton, por ejemplo, nunca fue director de las cámaras de torturas de la "Santa" Inquisisión como "Santo" Domingo.

•Si el Papa es el Anticristo, aquellos que lo reciben y lo siguen no pueden ser hombres tales como San Carlos Borromeo, o Fenelón, o San Bernardo, o San Francisco de Sales.

•No tuve el gusto de conocer esas personas que usted dice; pero si eran seguidores del Papa, que es el Anticristo, entonces supongo que algo andaba mal con ellos. ¡Ah! ¿No practicaban ellos el celibato sacerdotal obligatorio? Fíjese que gran casualidad Señor Cardenal, pues el Apóstol Pablo dice que los tales serían los grandes apóstatas:

" 4:1 EMPERO el Espíritu dice manifiestamente, que en los venideros tiempos algunos APOSTATARÁN DE LA FE ESCUCHANDO A ESPÍRITUS DE ERROR Y A DOCTRINAS DE DEMONIOS; 4:2 Que con hipocresía hablarán mentira, teniendo cauterizada la conciencia. 4:3 Que PROHIBIRÁN CASARSE, y mandarán abstenerse de las viandas que Dios crió para que con hacimiento de gracias participasen de ellas los fieles, y los que han conocido la verdad." (1 Timoteo 4:1-3)
Además, si el Papa es el Anticristo, aquellos que los reciben y los siguen sí pueden ser hombres tales como "Santo" Domingo el gran regente de las cámaras de torturas y las prisiones da la "Santa" Inquisición, Ordenada por el Anticristo Inocencio III. Parece Cardenal que usted y yo diferimos hacerca de lo que es ser "santo". Dispensando a muchos pobres Católicos que desconocen estos hechos truculentos de ciertos "Santos".

• Si la Iglesia debe sufrir igual que Cristo, y si Cristo fue llamado Beelzebub, la verdadera Iglesia debe esperar un reproche similar; de allí, la teoría del Anticristo Papal llega a ser un argumento en favor de la Iglesia Romana.

•¡Y el suyo es un argumento en favor de las iglesias evangélicas que han sido masacradas por los papistas bajo la enseñanza del Papa de que eran del diablo! Aunque tengo noticias de que ahora somos "los hermanos separados", que gracioso.

Pero es la Biblia la que llama Anticristo al que habría de sentarse en Roma como Vice-cristo; y de eso nosotros no tenemos la culpa (A lo mejor le sentaría bien al Papa cambiar de sede; pero tengo entendido que cuando quisieron ir a Francia en Roma no los dejaron; parece que su horrible destino es quedar atado a Roma, la sede señalada por la Biblia como del Anticristo).

• El sarcasmo, "Si el Papa no es el Anticristo, no luce bien al ser igual a él", es realmente otro argumento en favor de los reclamos del Papa; ya que el Anticristo simula a Cristo, y el Papa es una imagen de Cristo, el Anticristo deberá tener alguna similaridad al Papa, si el último es el verdadero Vicario de Cristo.

•¿Quién le dijo que es un sarcasmo? ¿Así que según usted el Anticristo será un Antipapa o un falso Vicario de Cristo? ¿Así que usted cree que hay un verdadero Vicario de Cristo y que es el Papa? Le recuerdo que Anticristo significa Vicario de Cristo en el idioma griego del Nuevo Testamento en que escribieron los Apóstoles (ellos no dijeron que vendría un falso Anticristo, falso Vicario de Cristo, sino un ANTICRISTO, VICARIO DE CRISTO. ¿No sería más prudente para el Papa sacarse ese título de "Vicario de Cristo" que significa "Anticristo"?

Personalmente no creo que el Papa se parezca a Cristo; a mí me parece el polo opuesto, me parece que es EL ANTICRISTO (Vicario de Cristo).

 
Aquí termina mi conversación con el Cardenal Newman, quien en realidad no podrá lamentablemente contestarme, ya que él hace tiempo que falleció creyendo que el Papa es el Vicario de Cristo (que en el griego del Nuevo Testamento se dice "anticristo"); Newman, además estuvo muy nervioso con el Concilio Vaticano Primero y advirtió a sus colegas prelados Católicos que sería un gran error proclamar la infalibilidad Papal por ser IMPOSIBLE DE SER DEFENDIDA HISTÓRICAMENTE. De aquí en adelante veremos que el Papa es el Anticristo, no por discusiones pueriles con Cardenales acomodaticios sobre si Newton era mejor que los "Santos" o no. Yo creo que Isaac Newton, a quien todos conocen como el grande entre los grandes científicos de la historia, supera por lejos al tan terrible genocida y asesino de centenas de miles de Albigenses y Valdenses conocido como "San" Luis Rey de Francia. Pero el lector no debe preocuparse, porque la cuestión sobre si el Papa es o no el Anticristo, no se decide sobre discusiones infantiles de quien era mejor hombre si Isaac Newton o los "santos" asesinos de la Iglesia de Roma; sino que depende TOTALMENTE de qué es lo que dice LA BIBLIA que es el Anticristo; y quién cumple con todas las características que LA BIBLIA atribuye al Anticristo.
 
El Papado podrá ocupar el lugar o sede del Anticristo (Roma, SEGÚN LA BIBLIA); podrá haber aparecido en el tiempo exacto profetizado POR LA BIBLIA (a la caída del Imperio Romano) para la aparición del Anticristo; podrá haber aparecido a consecuencia de la Gran Apostasía, verificada en esos mismos tiempos como el resultado final del misterio de iniquidad que ya obraba en tiempos de Pablo, Gran Apostasía que es la condición circundante que Pablo presenta como la que sería alcanzada al mismísimo tiempo de la aparición del Anticristo, en sus epístolas, EN LA BIBLIA; el Papa podrá llevar el título "Vicario de Cristo" o "Vice-Cristo", que en el Nuevo Testamento Griego se escribe "Anticristo" (Antichristos), EN LA BIBLIA; él podrá adquirir una grandeza increíble por sobre todos los reyes hablando grandes cosas, pretendiendo ser el superior a todo rey, emperador, u iglesia, como viceregente de Dios (Dios en la tierra) y Vicario de Cristo (traducción fidedigna del griego "antichristos") elevándose hasta las estrellas del cielo y derribándolas (derribando tronos y reinos), como en las profecías de Daniel nos es dicho, lo cual es de LA BIBLIA. Pero aún así él no admitirá ser lo que su entera apariencia delata; él negará ser el Anticristo y presentándose como un amigo de la causa de Cristo, siendo en realidad el enemigo de Cristo y de su verdadera Iglesia, el más terrible, sutil y astuto,. Pero LA BIBLIA lo describe y desenmascara, y así, en fin, el Papado es a todas luces el Anticristo profetizado; la más portentosa obra de engaño Satánico, la cúspide de toda la sabiduría diabólica, y la última y más lograda hechura del diablo.
 
 
 
4.4. La Biblia Profetiza Que El Anticristo Surgiría En Roma Poco Tiempo Después De La División Del Imperio Romano En Su Porción Occidental Con La Formación De Los Reinos Bárbaros
La Biblia nos señala EL LUGAR y EL TIEMPO del surgimiento del Anticristo. Si creemos que ella es la Palabra de Dios, entonces debemos estar dispuestos a aceptar que QUIENQUIERA que haya llenado EL LUGAR y EL TIEMPO del surgimiento del Anticristo, como tales lugar y tiempo nos fueron revelados en la Biblia, ES EL VERDADERO Y ÚNICO ANTICRISTO. El lugar es Roma, y el tiempo inmediatamente desde la caída del Imperio Romano de Occidente, o mejor dicho: del Emperador Romano en Occidente, del Emperador que estaba en Roma. Otra vez colocamos las ilustraciones de las profecías de Daniel:
 

Ello está perfectamente establecido por la historia; la historia nos cuenta que el Papa fue quien heredó la autoridad del Emperador de Roma que declinaba hasta que desapareció por completo. El Papado apareció OCUPANDO EL LUGAR: ROMA, Y EL TIEMPO: A LA DIVISIÓN DEL IMPERIO EN LOS REINOS BÁRBAROS DE LA PORCIÓN OCCIDENTAL, SEÑALADOS POR LA BIBLIA COMO EL TIEMPO Y EL LUGAR DEL SURGIMIENTO DEL ANTICRISTO. Pero el lector debe sorprenderse más aún, igual que yo, pues no sólo la historia nos da cuenta de ello, sino que los mismos defensores del Papado RECLAMAN PARA EL PAPADO EL LUGAR Y EL TIEMPO QUE LA BIBLIA SEÑALA PARA EL ANTICRISTO. ¿Cómo es esto? Bien, tenemos que el Papado por un lado no quiere que se diga de él que es el Anticristo; pero por otro lado no vacila en mantenerse apasionadamente aferrado AL PUESTO del Anticristo que es en Roma y desde la caída del Emperador, según la Biblia. ¡El Papado no puede culparnos de identificarlo tan fácilmente como el Anticristo; ya que él mismo ocupa la sede y el puesto del Anticristo y hasta defiende su derecho de ocupar ese lugar!
 
 
 
4.5. El Papado Dice: "Roma Es Mía Y Soy El Heredero Del Imperio De Roma"
En "Historia De La Civilización" por los historiadores Católicos B. Sarthou y G. Mourié, ellos nos hablan de los "grandes méritos" del Papa en cuanto a ser el legítimo sucesor del Emperador en Roma:

"Del mismo modo, alcanzó singular relieve la figura de los Papas frente a la triste serie de emperadores incapaces que desde Honorio a Rómulo Augústulo sólo supieron humillarse ante los Bárbaros. Entonces la persona sagrada del Pontífice apareció a los romanos como el único baluarte de su libertad (2).
Efectivamente, durante los tres siglos (476-800) en que el trono imperial quedó vacante en Occidente, el Papa fue considerado como el defensor de Roma y el suplente del emperador, tácitamente reconocido en tal carácter por los monarcas de Constantinopla que en vano blasonaban ya de ser los amos de todo el Imperio.
.......................................................................................................
(2) San León el Grande (440-461), fue el primero de los grandes Papas y la figura más considerable de Roma a mediados del siglo V. Después de conseguir la asombrosa retirada de Atila (455), elevó a tan alto grado el prestigio del Papado que cuando se produjo, en 476, la caída lamentable del Imperio, el "Sucesor de Pedro apareció naturalmente como heredero de Augusto" ( Historia De La Civilización, por los historiadores Católicos B. Sarthou y G. Mourié, tercera edición de 1938, p. 449. Yo he efectuado los subrayados)

Así, con ingenuo orgullo, los historiadores Católicos reclaman para el Papado el TIEMPO y el LUGAR que la Biblia siglos antes de que sucediera profetizó para el Anticristo: ROMA A LA CAÍDA DEL IMPERIO; presentando al Papado como el legítimo heredero del emperador romano. Y ciertamente que en los hechos sus reclamos son verificados ya que el Papado terminó suplantando en Roma al emperador; es inobjetable esta descripción de los historiadores Católicos en cuanto a que los hechos resultaron en eso; pero es deplorable su encubrimiento del hecho de que el Papa conspiró para alzarse con ese poder haciendo uso de sus malas artes. Pero, más aún, ellos ignoran que ese es el lugar y el momento que Dios había de antemano profetizado en la Biblia para el Anticristo. Los líderes judaicos que crucificaron a Cristo, al hacerlo, sin proponérselo, pero no sin culpabilidad, cumplieron todas las profecías referentes a la muerte y resurrección de Cristo (Hechos 13:27-30); igualmente los Papas, sin proponérselo, pero no sin culpabilidad, ocuparon a su debido tiempo el sitial reservado por las santas profecías para el Anticristo.
 
 
 
Vanos son los reclamos de la legitimidad con que los Papas suplantaron al emperador en Roma. Ya sea que se apelen a sus méritos como siendo mejores a "la triste serie de emperadores incapaces que desde Honorio a Rómulo Augústulo sólo supieron humillarse ante los Bárbaros". Ya sea que se apele al apoyo popular o cierto sustento democrático aprobatorio de parte del pueblo agradecido de Roma diciendo: "Entonces la persona sagrada del Pontífice apareció a los romanos como el único baluarte de su libertad". Ya sea que se apele al hecho concreto y objetivo de la caída del último emperador romano de occidente y la necesidad de llenar ese vacío diciendo: "Efectivamente, durante los tres siglos (476-800) en que el trono imperial quedó vacante en Occidente, el Papa fue considerado como el defensor de Roma y el suplente del emperador". Ya sea que se apele a la debilidad del emperador de Constantinopla para pretender ser el amo de Roma diciendo "el Papa fue considerado como el defensor de Roma y el suplente del emperador, tácitamente reconocido en tal carácter por los monarcas de Constantinopla que en vano blasonaban ya de ser los amos de todo el Imperio". Ya sea que las proezas diplomáticas de los Papas les hayan granjeado un sin igual prestigio, como cuando se dice: "San León el Grande (440-461), fue el primero de los grandes Papas y la figura más considerable de Roma a mediados del siglo V. Después de conseguir la asombrosa retirada de Atila (455), elevó a tan alto grado el prestigio del Papado que cuando se produjo, en 476, la caída lamentable del Imperio, el "Sucesor de Pedro apareció naturalmente como heredero de Augusto". Ya sea que por mérito propio los Papas hayan ocupado el lugar al que llegaron en Roma, lo cierto es que ese lugar no es otro que el sitial que Dios había profetizado en su Palabra que sería el sitial del Anticristo. De nada vale ahora pretextar buenas cualidades o buenas intenciones tratándose de aparecer en el tiempo y el lugar predichos para el Anticristo. Tales pretextos sólo acentúan más el hecho de que el Papado sin duda alguna es quien ha llenado el lugar y el tiempo histórico del Anticristo profetizado en la Biblia.
 

Sólo hay un lugar
y no hay otro igual,
En siete colinas
Roma siempre está
 
Sólo hay un lugar
y no hay otro igual,
El que el Anticristo
deberá llenar
 
Limpien Roma ya
Limpien Roma ya
Se quedó vacante
La silla imperial
 
Ya vacante está
Ya vacante está
Sólo el Anticristo
la podrá llenar
 
Yo quiero saber
Yo quiero saber
Tal lugar vacío
quien lo quiso usar
 
Yo puedo mirar
Sí puedo mirar
Y al Papado infame
allí puedo hallar.
 
 

 
La histórica aparición del Anticristo ya ha entonces sucedido, y nada puede hacerse para evitar que suceda lo que ya sucedió; como estaba profetizado que sucedería. La Biblia nos señaló EL LUGAR y EL TIEMPO del surgimiento del Anticristo. Si creemos que ella es la Palabra de Dios, entonces debemos estar dispuestos a aceptar que QUIENQUIERA que haya llenado EL LUGAR y EL TIEMPO del surgimiento del Anticristo, como tales lugar y tiempo nos fueron revelados en la Biblia, ES EL VERDADERO Y ÚNICO ANTICRISTO. El Papado llenó esa posición en el debido momento ahora ya histórico; y nada podrá ahora cambiarlo. El Papado es entonces el verdadero y único Anticristo.
 
 
 
4.6. El Papado Buscó, Perseveró, Y Progresó En Su Posición Obtenida
Y como también estaba profetizado que el Anticristo, una vez alcanzada su posición en Roma, habría de durar hasta la venida de Cristo, no es extraño entonces encontrar al Papado buscando, perseverando, y progresando en su posición de dominio. De su larga trayectoria de siglos podemos escoger, para comenzar, el comienzo mismo de este nuevo poder en Roma, que se las ingenió para adquirir, aumentar, y consolidar su poder temporal. Citamos de nuevo a los mismos historiadores Católicos:

"16. Formación del Poder Pontifical. El Patrimonio de San Pedro. Los Estados de la Iglesia. El Papa, jefe de la cristiandad. - Los proyectos de Justiniano surtieron poco éxito, en vista de lo cual dicho monarca limitó sus ambiciones a la creación de un exarcado en Italia, cuya capital fue Ravena; al frente de ese virreinato colocó a un exarca o viceemperador.
Pero la autoridad del exarca se fue debilitando cada vez más, mientras subía, al contrario, la importancia del Papado en Italia central. La ruina del reino ostrogodo y el fracaso de Justiniano prepararon pues el poder temporal de los Papas. Ese poder pontifical, resultado natural de los acontecimientos, debió su formación a muy diversas causas:
a) A los generosos donativos de particulares opulentos y a las concesiones hechas por los emperadores cristianos que formaron la base del Patrimonio de San Pedro y de los futuros Estados de la Iglesia.
b) Al título de Defensores de Roma que correspondió a los Papas aun antes de la caída del Imperio de Occidente.
c) A su papel de intermediarios confidenciales entre los emperadores de Oriente y los diversos reyes germanos de Occidente.
d) A los importantes servicios de orden social y político que prestaron durante varios años a la península.
e) A la Pragmática (o decisión) de Justiniano que aumentó considerablemente el poder temporal del Papa, a espaldas de su exarca o virrey, pues, en virtud de la misma, el Pontífice Romano intervino en los nombramientos de los gobernadores de provincias italianas, recibió su juramento, vigiló su comportamiento y tuvo a su cargo, junto con otros tres ciudadanos, la administración de la ciudad y provincia de Roma. El mismo prefecto de la capital quedaba subordinado al Papa; a éste, mucho más que a aquél recurría el pueblo para su abastecimiento y la reparación de puentes, acueductos, termas, etc. (1); en suma, sin ser soberano, el Obispo de Roma llenaba ya en Italia las funciones de un jefe de Estado .
(1) San Gregorio Magno, (540-604), prefecto de Roma, y uno de los más ilustres Pontífices de la Iglesia, puede ser considerado como el fundador del poder temporal de los Papas. A principios del siglo VII, como el pueblo de los lombardos, vencedor ya del exarca imperial, amenazara a Roma, el citado Papa ajustó la paz con ellos sin recurrir siquiera a la autoridad agonizante del virrey de Ravena; rescató los cautivos, abonó el sueldo a los soldados, mandó consejos y órdenes a los jefes, en una palabra, suplió con autoridad a los funcionarios civiles y militares del Imperio, poco menos que abandonado por los monarcas decadentes de Constantinopla. San Gregorio Magno es además un ilustre doctor de la Iglesia, el gran impulsor de las misiones a Inglaterra, y del canto y ritos gregorianos .
 
f) Finalmente la autoridad de los Papas se sustituyó a la de los exarcas cuando éstos cayeron bajo el dominio de los Lombardos. Luego, cansados de pedir auxilio a la indolencia de Constantinopla y amargados por las rebeldías y querellas doctrinales del clero y de la corte de Bizancio, los Papas tomaron sin vacilar una importante decisión destinada a cambiar la faz del mundo y que puso de manifiesto la magnitud de su prestigio, pues apartando para siempre sus miradas del decaído Imperio de Oriente, dirigiéndolas hacia el pujante pueblo de los Francos, prometedor retoño de la civilización cristiana, le confiaron la defensa de Italia para luego restablecer, a favor de su rey Carlomagno (800), el extinguido Imperio de Occidente y constituirle protector de los romanos.
g) El llamamiento de los monarcas Francos tuvo, a su vez, una importante consecuencia: la de garantizar la más completa independencia espiritual de los Pontífices, mediante la oficialización del poder temporal de los Papas. Efectivamente, a los diversos territorios que constituían el patrimonio de San Pedro, el rey Franco Pepino el Breve , agregó, en 752, la entrega del Exarcado de Ravena, la "restitución" del ducado de Roma mirado ya como propiedad pontificia por el consentimiento general, y la transferencia de otros 21 distritos "abandonados por Bizancio y arrebatados en justa guerra a los Lombardos".
"Carlomagno acrecentó también esos dominios, añadiéndoles la Toscana, Espoleto, Benevento, Istria y Córcega" con lo cual los Estados Pontificios abarcaron aproximadamente el quinto de Italia.
A partir de ese momento, o sea a fines del siglo VIII, la Iglesia, consciente de su prestigio y presintiendo su misión, se propuso agrupar las naciones cristianas en una vasta y poderosa confederación, y el Papa, disponiendo de los reinos e imperios merced al beneplácito universal, apareció ya como el jefe indiscutible de la cristiandad ..." (Historia De La Civilización, por los historiadores Católicos B. Sarthou y G. Mourié, tercera edición de 1938, pp. 465-467).

Así de increíble fue el surgimiento del Anticristo; los historiadores católicos nos brindan una candorosa e ingenua descripción del vertiginoso ascenso del Papado hasta una posición MÁS ELEVADA QUE LA DE EMPERADOR; me refiero a que finalmente ya era el Papa quien designaba al emperador, ese fue el paso que dio cuando se atrevió a proclamar a Carlomagno al "restablecer, a favor de su rey Carlomagno (800), el extinguido Imperio de Occidente". Piense bien en eso, piense como el antiguo alcalde de emergencia, diplomático de oficio, de la decadente ciudad de Roma, ahora se convertía en el árbitro de Occidente. Ahora podemos comprender lo que Dios quiso decir cuando nos habló del CUERNO PEQUEÑO del que luego se nos dice ser MAYOR QUE LOS PRIMEROS. Es el Papado y su increíble crecimiento. Esto es lo que Daniel había podido contemplar, siglos antes de que apareciera, él pudo ver ese extraño cuerno despuntando en Roma a la división del Imperio en los reinos bárbaros y la porción oriental:

Dn 7:8 Estando yo contemplando los cuernos, he aquí que OTRO CUERNO PEQUEÑO SUBÍA entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres cuernos de los primeros; y he aquí, EN ESTE CUERNO HABÍA OJOS COMO OJOS DE HOMBRE, Y UNA BOCA QUE HABLABA GRANDEZAS.
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Dn 7:20 Asimismo acerca de los diez cuernos que tenía en su cabeza, y DEL OTRO QUE HABÍA SUBIDO, de delante del cual habían caído tres: y este mismo cuerno tenía ojos, y boca que hablaba grandezas, y su parecer mayor que el de sus compañeros.
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Dn 7:24 Y los diez cuernos significan que de aquel reino se levantarán diez reyes; y tras ellos se levantará OTRO, EL CUAL SERÁ MAYOR QUE LOS PRIMEROS, y a tres reyes derribará.
 

Y como estaba profetizado: que el Anticristo, una vez alcanzada su posición en Roma, habría de durar hasta la venida de Cristo, no es extraño entonces encontrar al Papado buscando, perseverando, y progresando en su posición de dominio. Aunque he escogido que sean los mismos historiadores católicos los que nos cuenten del ascenso del Papado al sitial que tales historiadores ignoran ser el sitial del Anticristo, según las Santas Escrituras, no por eso desecharé los datos históricos que ellos se olvidan de contar acerca de la increíble codicia, y las malas artes de que el Papado se valió para alcanzar su posición de estar "disponiendo de los reinos e imperios".
 
 
 
4.7. La Simulación Y La Codicia Del Papado: ¿La Sede de Pedro O La Sede De Judas?
En el Nuevo Testamento, El Espíritu Santo, misteriosamente utiliza la expresión "el hijo de perdición" dos veces solamente: Una para referirse a Judas en el evangelio de Juan capítulo 17 versículo 12. Otra para referirse al Papado en la 2da epístola del Apóstol Pablo a los Tesalonicenses capítulo 2 versículo 3. No hay en todo el Nuevo Testamento otras expresiones iguales a ésta: "el hijo de perdición"; no se nos dice de "UN" hijo de perdición sino: "EL" hijo de perdición. ¿Existe una razón, para este uso compartido de tan siniestro título, por parte de Judas y por parte del Papado? Desde luego que sí, ya que dicha expresión es única y singularizante; singulariza a Judas y al Papado de un modo especial; ambos son especiales: Judas, y el Papado. Muchos lamentablemente se pierden (millones por culpa del Papa), pero Judas y los Papas son especialmente considerados como "EL hijo de perdición"; donde el artículo definido masculino "EL" los señala como especiales hijos de perdición sobresalientes y eminentes. Y a causa del uso compartido de la expresión, ambos son también señalados por Dios como SEMEJANTES en su eminente pero siniestra posición. Ambos son por eso llamados: "EL hijo de perdición".
 
 
 
Ambos serán entonces muy semejantes. Hay algo extraño en toda la historia del ascenso del Papado al poder, tal como nos la cuentan embellecida los historiadores católicos. Algo evidente que no deja de sorprender a quienes conocen las Escrituras: La increíble acumulación de bienes materiales, territorio, y poder; acumulación que los Papas nunca desdeñaron. Encontramos una llamativa capacidad de alzarse con todo. Igual fue Judas. De Judas se nos dice lo siguiente:

"12:1 Y JESÚS, seis días antes de la Pascua, vino a Bethania, donde estaba Lázaro, que había sido muerto, al cual había resucitado de los muertos.
12:2 E hiciéronle allí una cena y Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa juntamente con Él.
12:3 Entonces María tomó una libra de ungüento de nardo líquido de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y limpió sus pies con sus cabellos: y la casa se llenó del olor del ungüento.
12:4 Y dijo uno de sus discípulos, JUDAS ISCARIOTE, HIJO DE SIMÓN, EL QUE LE HABÍA DE ENTREGAR:
12:5 ¿POR QUÉ NO SE HA VENDIDO ESTE UNGÜENTO POR TRESCIENTOS DINEROS, Y SE DIÓ A LOS POBRES?
12:6 MAS DIJO ESTO, NO POR EL CUIDADO QUE ÉL TENÍA DE LOS POBRES: SINO PORQUE ERA LADRÓN, Y TENÍA LA BOLSA, Y TRAÍA LO QUE SE ECHABA EN ELLA.
12:7 Entonces Jesús dijo: Déjala; para el día de mi sepultura ha guardado esto;
12:8 Porque a los pobres siempre los tenéis con vosotros, mas a mí no siempre me tenéis." (Juan 12:1-8)
 

Si prestamos un poco de atención encontraremos en Judas TODAS LAS CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES DEL PAPADO:

El Hijo de Perdición: JUDAS

El Hijo de Perdición: EL PAPA

Fue una vez discípulo de Cristo, y era uno más de los doce Apóstoles.

Fue una vez un obispo, o pastor, más entre los muchos obispos cristianos en la ciudad de Roma, que dirigían distintas congregaciones de la ciudad. Ninguno de estos pastores tenía la supremacía sobre los demás

Creyó ser más sabio que todos los discípulos en el manejo de los bienes materiales. Él objetó en voz alta lo que ninguno de los discípulos se había atrevido a objetar: El desprendimiento de María para con su Señor. En otros Evangelios se nos dice que también otros discípulos se enojaron; pero solo Juan nos aclara que el autor de la queja y su mentor fue Judas Iscariote.

Creyó ser el superior de todos los otros obispos de Roma y de saber ejercer mejor que nadie el control de los bienes materiales de las Iglesias. Más tarde de la misma Roma. Y más tarde de todo el mundo.

Creyó ser más sabio que Cristo mismo en el manejo de los bienes materiales; porque se atrevió a objetar lo que Cristo no objetó; pues el Señor aceptó el homenaje y el servicio de María. Judas por lo tanto, al objetar así, se consideraba en capacidad de ser el veedor encima de Cristo, aunque como su "vicario". Albergaba la idea de ser el Vicario de Cristo, la ayuda que "el inepto" (según él) Jesucristo necesitaba.

Cristo rechazó las pretensiones de Judas diciendo: "Déjala; para el día de mi sepultura ha guardado esto; Porque a los pobres siempre los tenéis con vosotros, mas a mí no siempre me tenéis." (Juan 12:7, 8)

Cree que Cristo no puede manejar desde el cielo los asuntos de la tierra y se propone a sí mismo como el Vicario de Cristo, es decir, el representante de Cristo en la tierra.

Pero Cristo le refuta al decir:

" 28:16 Mas los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado.
28:17 Y como le vieron, le adoraron: mas algunos dudaban.
28:18 Y llegando Jesús, les habló, diciendo: TODA POTESTAD ME ES DADA EN EL CIELO Y EN LA TIERRA.
28:19 Por tanto, id, y doctrinad a todos los Gentiles, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo:
28:20 Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado: y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén." (Mateo 28:16-20)

Creyó que era un desperdicio la forma en que María, la hermana de Lázaro, utilizaba sus bienes para honrar al Señor.

Cree que los cristianos verdaderos no saben disponer de sus bienes en el servicio a Cristo; por lo tanto se proclama el soberano temporal dueño de los bienes de los cristianos y del mundo.

Creía tener en alta estima el servicio a los pobres. Creyendo tenerles en cuenta más que el mismo Señor.

Cree que el mundo no puede sobrevivir sin sus servicios sociales; para lo cual propone que todo el poder temporal le sea dado a él. Actualmente se regodea en su "doctrina social de la Iglesia".

En realidad amaba controlar el dinero para poder servirse del mismo. Se nos dice en palabras claras que era LADRÓN.

En realidad ama controlar el dinero para poder servirse del mismo. Igual que su contraparte Judas, el Papado es basicamente LADRÓN.

En realidad no ama ni a los discípulos de Cristo, ni a Cristo, ni a los pobres.

En realidad no ama ni a los discípulos de Cristo, ni a Cristo, ni a los pobres.

Luego traicionó a Cristo por dinero y lo entregó con un beso para ser muerto. Detrás de Judas, los Judíos y Romanos incrédulos venían para prender a Cristo.

Primero Traicionaría la autoridad civil imperial para alzarse con el poder civil, desoyendo las instrucciones Apostólicas de someterse a las autoridades constituidas, desobedeciendo los mandatos de Cristo. Traicionó así a Cristo por dinero; codiciando y obteniendo los "Estados Pontificios".

Luego "entregaría a Cristo a la muerte" en la persona de la Iglesia de Jesucristo, a la cual perseguiría a sangre y fuego declarando herejes a los que no acepten su autoridad y doctrinas papales. Eso lo hizo con un "beso" ya que mientras proclamaba al mundo ser un servidor de Cristo, utilizaba su acumulado poder temporal y su falso poder espiritual para promover la matanza de los "herejes" que no reconocieran su autoridad. En su apoyo estuvieron y está el poder de la ciudad de Roma y sus seguidores de su organización denominada Iglesia Católica Romana.

El último Papa de la historia contará con muchos Judíos incrédulos para perseguir a la Iglesia, además de su organización Romana.

 
Tal es el Hijo de Perdición Judas, y así es el Hijo de Perdición El Papa, Vicario de Cristo, lo cual se dice en griego: "Anticristo". Ambos son los más terribles enemigos de Cristo ocultos bajo una apariencia de piedad y simulación; bajo la máscara de una fingida amistad. El espíritu del Papado es el mismo espíritu diabólico de Judas; y es Satanás mismo quien, según la Escritura, entró en Judas para que entregara a Cristo. Y ahora Satanás tiene su trono permanente en la misma silla del Papado.
 
 
 
No, la sede del Papa no es la sede de Pedro como él y los suyos lo proclaman. Es la sede del Anticristo a causa de que la Biblia predijo el LUGAR y el TIEMPO del surgimiento del Anticristo; y ambos coinciden con el LUGAR y el TIEMPO del surgimiento del Papado. Así que finalmente la sede del Papa no es la sede de Pedro sino LA SEDE DE JUDAS MISMO, LA SEDE Y EL TRONO DEL MISMÍSIMO SATANÁS.
 
 
4.8. El Surgimiento Y El Crecimiento Del Papado: Una Historia De Robo Y Apropiaciones
Así que ahora, por la revelación del Espíritu Santo en las Santas Escrituras, podemos también llamar al Papa: EL JUDAS PAPAL; no como haciendo uso del ingenio retórico, sino como una denominación justa que por autorización del Espíritu de Dios le cabe a ese segundo único portador del título: "EL hijo de perdición", título que sólo con Judas comparte. Y si hay una característica que sobresale de Judas es su "capacidad de prosperar", podemos señalar lo que la Biblia dice de él; la Biblia dice que Judas ERA LADRÓN. Y como la Biblia nos ha autorizado ya a reconocer en el Papado al Anticristo o Judas Papal, podemos estar seguros de no equivocarnos si decimos que EL JUDAS PAPAL FUE Y ES LADRÓN. Y en tal carácter, el Papado nos exhibe su historia de robos y apropiaciones como la exacta descripción de su crecimiento desde ser un cuerno pequeño hasta ser superior a todos y derribar las estrellas del cielo. El ladrón Papal, o Judas Papal, con el celo y la codicia de un ladrón acrecentados por la diabólica asistencia, añadió poco a poco todo lo necesario para salir de la oscuridad hasta engrandecerse por sobre los reyes de la tierra, y aún por sobre el mismísimo Dios.

"Comenzando su carrera en los días de Pablo, no fue sino hasta el siglo trece que el "Hombre de Pecado" alcanzó su madurez, y estuvo en pie plenamente crecido ante el mundo. Durante todas esas edades, él se mantuvo expandiéndose más alto y más alto, apilando apropiación sobre apropiación, y prerrogativa sobre prerrogativa, hasta que al final, se levantó hasta una altura desde la cual miraba hacia abajo no solamente sobre todas las iglesias, sino sobre todos los reyes y reinos. Él reclamó ser el único obispo del mundo y el único monarca del mundo. En el primer siglo es visto como el humilde pastor, cuya única preocupación es alimentar al rebaño, y que no tiene en vista ninguna corona salvo aquella que al jefe de los pastores pueda placerle darla a él en su aparición. En el siglo trece es visto como un poderoso potentado, quien se eleva con su pie plantado en cada trono y reino de la Cristiandad. Él escribe de sí mismo como un "Rey de Reyes", y pretende por derecho divino administrar todos los asuntos de la tierra. Si exceptuamos al Cristianismo, no hay un ejemplo similar en la historia de que algo al principio tan pequeño, llegara a ser al final tan grande. Trescientos Papas y más son vistos, uno tras otro, constantemente prosiguiendo esta idea, sin descansar alguna vez en sus esfuerzos o sin apartarse del objetivo. Cada uno en sucesión toma el plan desde el punto donde sus predecesores lo dejaron, y lo llevan a la práctica una etapa más cerca de su consumación. Por trece centenas de años hasta el fin, vemos la empresa impulsada con una constancia inalterable, y un coraje impávido, con una perseverancia y una perspicacia, -en resumen, una combinación de poderes nunca antes vista obrando juntos para la realización de ningún otro proyecto. Hay más que un hombre allí. El espíritu que concibió este plan, que inspiró los actores y los mantuvo obrando siglo tras siglo, en la misma línea, hasta que al final la meta fue alcanzada, fue más que humano. Pablo nos dice que su autor fue Satán." ( El Papado Es El Anticristo, CAPÍTULO VII, El Pastor Llega A Ser Un Monarca: Diez Siglos De Trepar, J. A. Wylie).
 
 
 

4.9. El Judas Papal Se Autoeleva Al Primer Lugar Entre Sus Iguales
El primer paso en la carrera y en el crecimiento del Judas Papal, fue adquirir la primacía sobre sus iguales y robarles su libertad; es decir llegar a colocarse como el Obispo de Obispos. Al decir eso remarcamos que la libertad e igualdad espiritual EN las iglesias y ENTRE las iglesias es un bien inherente a todo hijo de Dios, establecido por el evangelio de Jesucristo en las Sagradas Escrituras; y cualquiera que pretenda ser superior a todas las iglesias, es un ladrón cuyo latrocinio consiste en robar su libertad a los creyentes y a las congregaciones. El latrocinio Papal de constituirse en Obispo Universal, consiste en despojar a sus colegas e iguales de su libertad, y por lo tanto despoja de su libertad a las congregaciones. De acuerdo con la Palabra de Dios cada Obispo, o Pastor, o Pastores, de una congregación, solamente tenía y ejercía la jurisdicción sobre su propia congregación en cuanto al gobierno de la misma (y hasta podía haber, y había, varias congregaciones con varios pastores en una misma ciudad; y ninguno ni ninguna era soberana sobre las demás); y por gobierno pastoral no debe entenderse un gobierno dictatorial o monárquico sino un gobierno en un marco democrático congregacional y bíblico en donde todos los miembros de la iglesia poseían igual dignidad espiritual como hijos de Dios y como sacerdotes de Dios y de Cristo velando y guardando celosamente bajo el consejo y el gobierno de pastores fieles y vigilantes las enseñanzas de la Palabra de Dios. El Judas Papal vino a sustraer y robar para sí mismo esa libertad, atribuyéndose el título de Pastor Supremo, Obispo Universal, Obispo de Obispos, etc., etc.
 
 
4.10. La Oscuridad Reinante Ayudó Al Judas Papal A Efectuar Ése Su Primer Gran Robo
¿Qué sucedió para que este orden divino fuese totalmente trastornado y el Papa pudiera elevarse sobre los demás obispos? ¿Qué oscuridades y tinieblas ampararon al ladrón Papal en su siniestro primer gran latrocinio? El Apóstol Pablo nos responde éstas preguntas al decirnos que para que el Papado pudiera surgir, antes tendría que suceder un acontecimiento que él denominó "la gran apostasía". La gran apostasía es el gran trastorno del cristianismo; con el advenimiento de la misma fue trastornado el orden divino en lo referido a la libertad e independencia de las iglesias locales. El Emperador Constantino, haciendo profesión de Cristianismo, se arrogó el derecho de mandar y ordenar sobre los asuntos de las iglesias; y en su intromisión quebró la disciplina y el orden divino abarrotando a las congregaciones de paganos inconversos, de profesantes de Cristianismo inconversos; el mundo entró en las iglesias causando la destrucción de las congregaciones; destrucción en cuanto a que se volvieron reuniones de inconversos mezclados con unos pocos creyentes verdaderos apabullados. Sólo unas pocas iglesias y pastores se mantuvieron resueltamente intactos resistiendo el orden apóstata instituido por Constantino. El orden apóstata requería la supremacía de unos pastores sobre otros; así que la contienda sobre quién sería el mayor se suscitó con más fuerza que nunca, como un fuego insensato azuzado por las demandas del Emperador, por los inconversos profesantes de Cristianismo, y por el mismo diablo. Así, por fuerza, fue consumado el despojo de los pastores que obtuvieron para sí el reconocimiento, antibíblico, de ser cabeza de los demás pastores:

"Una gran apostasía habría de preceder el levantamiento del Anticristo. En verdad, el "Hombre de Pecado" habría de surgir de esa apostasía. No os "conturbéis" ni alarméis dice el apóstol escribiendo a los Tesalonicenses, como si el tiempo se hubiera terminado, y Cristo fuera a retornar (2 Tes. 2:2, 3): "porque no vendrá sin que venga antes la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición". No UNA apostasía, sino LA apostasía, como está en el original Griego -una gran y notable apostasía. La Iglesia debe pasar a través de una tenebrosa y terrible sombra antes de que Cristo retorne. Los profetas han hablado no obscuramente de ese maligno tiempo. Éste fue la carga de la profecía de Daniel, éste fue repetido en las descripciones simbólicas de Juan. Pablo en sus otros escritos se ha referido al mismo, retratando con breves pero vívidos pincelazos las características esenciales del poder que en esa era habría de arrojar su tenebrosa sombra sobre el mundo.
 
Difícilmente hubieran cesado las antiguas persecuciones si no se hubiera instalado la gran apostasía. Jerónimo levanta el velo en el siglo cuarto, y descubre un cuadro verdaderamente melancólico. En vano miramos por la humildad, la simplicidad, y la pureza de la antigua Iglesia. El oro refinado en el horno de diez persecuciones está progresivamente oscurecido. La viña que Pablo plantó en Roma está siendo transformada en la viña de Sodoma. Los pastores de la iglesia están llegando a ser inflamados con el amor de las riquezas, y están peleándose entre ellos por preeminencia. Roma ve diariamente a sus obispos cabalgando hacia adelante en carros dorados, tirados por desbocados corceles. Su clero se muestra ataviado en ropas de seda. Los miembros de su rebaño llenan alternativamente la iglesia y el teatro, y corren con indecente prisa desde los supersticiosos ritos efectuados ante las tumbas de los mártires a los juegos y deportes del circo. La "apostasía" se ha instalado cabalmente. La corrupción crece con la corriente de los siglos. Se conforma a sí misma en un sistema, construye error sobre error, y los puntales mismos rayan todos con las presuposiciones y falsedades. La organización en la cual se consagra necesaria y naturalmente encuentra para sí un jefe o cabeza. Entonces llega el Papa y su jerarquía. El "Hombre de Pecado" ha aparecido." (El Papado Es El Anticristo, CAPÍTULO VII, El Pastor Llega A Ser Un Monarca: Diez Siglos De Trepar, J. A. Wylie).

Es en este esquema diabólico de la gran apostasía donde el Papa encontró su oportunidad de alzarse con la total "supremacía pastoral".
 
 
 
4.11. Fue El Triunfo Del Más Fuerte
Y en esa lucha mundana y diabólica por la antibíblica supremacía espiritual, habría de ganar el más fuerte, el más dotado, el más amigo del diablo, o, al menos, aquel a quien el diablo favorecería; y el diablo favoreció a su "patriarca" en Roma; porque era imposible que el Anticristo surgiera de otra parte que Roma, según las Escrituras. Es entonces en la densa oscuridad de la gran apostasía que el Papado consigue alzarse con el botín de su falsa "supremacía pastoral"; y en medio de la oscuridad una poderosa sombra le ayuda y le da el éxito, es el diablo en persona. Dejemos que J. A. Wylie nos cuente algunos de los detalles del primer gran robo Papal, en su etapa de entronización en Roma, notemos cuan extraña y felizmente todo contribuyó en dar la victoria al Papa:

"Por ese tiempo, también, la igualdad que había reinado entre los pastores de la iglesia en la edad primitiva fue quebrantada. Los obispos reclamaron superioridad sobre los presbíteros. Ni hubo entonces igualdad entre los obispos mismos. Ellos tomaron la precedencia, no de acuerdo a sus erudicción, o sus talentos, o su piedad, sino de acuerdo al rango de la ciudad donde su sede estaba situada. Finalmente, un nuevo y altivo orden se levantó sobrepasando el episcopado. La Cristiandad fue particionada en cinco grandes patriarcados -Roma, Constantinopla, Antioquía, Alejandría, y Jerusalén. Esas fueron las cinco grandes ciudades del imperio, y sus obispos fueron constituidos los cinco grandes príncipes de la iglesia.
 
Ahora vino la pregunta trascendental, hasta ahora tan afanosamente agitada: ¿Cuál de los cinco sería el primero? Constantinopla reclamaba este honor para su patriarca, sobre la base de que era la residencia del Emperador. Antioquía, Alejandría, y Jerusalén presentaron cada una su reclamo, pero sin efecto. Constantinopla encontró, sin embargo, una poderosa rival en la antigua ciudad en las orillas del Tíber. Roma había sido la cabeza del mundo, el trono de los Césares, alrededor de ella estaba todavía el halo de un millar de victorias, y que le daba una misteriosa influencia sobre la imaginación de los hombres, quienes comenzaron a ver en su obispo el primer eclesiástico del mundo Cristiano. El sufragio popular se había pronunciado en favor del obispo Romano antes de que su rango hubiera recibido la ratificación imperial. Él fue instalado como el primero de los cinco patriarcas en el 606 D.C. El Emperador Focas, disgustado con el obispo de Constantinopla, quien había condenado la muerte de Mauricio, por la cual Focas despejó su camino hacia la dignidad imperial, hizo a Bonifacio III obispo universal. El edicto imperial, sin embargo, dio al obispo Romano solamente la precedencia entre los cinco patriarcas; no le dio poder o jurisdicción sobre ellos.
 
Mero rango que los obispos de Roma recibieron siendo sólo un honor vacío. Lo que ellos codiciaban era poder substancial. Su política estaba ahora conformada teniendo en vista reducir todo el clero de la iglesia en obediencia a la silla Romana, y a exaltar a los Papas a la suprema y absoluta soberanía. Los siglos transcurrieron, en el curso de los cuales, con la ayuda de más de un artificio, y bajo la cubierta de muchos pretextos, los obispos Romanos lentamente extendieron su poder sobre el Oeste. Las tinieblas que acompañaron el descenso de las naciones Góticas favorecieron sus proyectos en un alto grado. "Las malas mercancías", dice Puffendorf, en su Introducción a la Historia de Europa , "son mejor vendidas en la oscuridad, o al menos en una débil luz". ( El Papado Es El Anticristo, CAPÍTULO VII, El Pastor Llega A Ser Un Monarca: Diez Siglos De Trepar, J. A. Wylie).

Los factores, todos de orden diabólico y contrarios a las Santas Escrituras, que ayudaron al Papa en su robo de la libertad espiritual fueron: (1) La búsqueda de supremacía de los obispos locales. (2) La institución de un solo obispo supremo para cada localidad o "diócesis", donde antes había más de un solo obispo y todos iguales en libertad. (3) La búsqueda de supremacía de los obispos de las "diócesis". (4) La creación de los "patriarcados" con su propio patriarca que reunía bajo su mando todos los obispos de las "diócesis" contenidas en su "patriarcado". (5) La búsqueda de supremacía de los patriarcas. (6) La supremacía meramente nominal del "patriarca" romano en base a su posición estratégica en la mítica ciudad de Roma, y en base a la proclama del emperador Focas, hecha por despecho hacia el patriarca de Constantinopla. Todos y cada uno de estos factores son de índole puramente mundanal, más aún, de índole diabólica; para que finalmente el Papa se eleve, al menos ante los mundanos que ignoran las Escrituras, como el Obispo de Obispos. En el momento crucial en que el emperador Focas otorga este título imaginario al Obispo de Roma, cae sobre este hecho la sombra del asesinato, asesinato consentido y no denunciado por el Obispo de Roma, quien alegremente recibió su título de "Obispo Universal" de las manos de un diabólico parricida, según nos dice también lo mismo el Obispo Strossmayer:

"Gregorio I (590-604) llamó Anticristo a todo aquél que tome el nombre de obispo universal y por el contrario, BONIFACIO III (607-608) HIZO QUE EL EMPERADOR PARRICIDA FOCAS LE CONFIRIERA ESE TÍTULO PARA ÉL MISMO" (El Famoso DISCURSO DEL OBISPO STROSSMAYER SOBRE LA INFALIBILIDAD PAPAL Pronunciado en el mismo Concilio Ecuménico que la promulgó [Nota: Se cree que el famoso discurso de "Strossmayer" no es de él sino de otra persona, valga la cita por el contenido en sí; valga también el comentario desfavorable hacia Strossmayer que no atinó a retirarse de Roma a pesar de ser testigo del atrevimiento blasfemo del Concilio Vaticano I])

Ciertamente que el diablo mismo escribió en la frente del Papa su tan anhelado título de Obispo supremo.
 
 
 
Pero esta obra no quedó allí completa, siendo en realidad la obtención de un título ilusorio que requeriría ser llevado al plano de los hechos con el sometimiento real de todos los obispos e iglesias. Así, por ejemplo, el patriarca de oriente nunca fue sometido porque tenía un emperador romano de oriente encima de él, y antes de poder lograr el sometimiento real de iglesias de más allá de Roma, las que quedaban en el occidente, el Judas Romano necesitaría de la fuerza bruta, o de la bolsa de dinero, y habría primero de efectuar su más espectacular latrocinio al agenciarse de grandes territorios y gran poder temporal. Ello le sería de gran utilidad para someter por la fuerza, si fuera necesario, a los que no reconozcieran su "autoridad espiritual suprema", ahora ya reconocida al menos en Roma y sus alrededores. Así que ahora nos detenemos por un instante en el seguimiento de su "robo espiritual", que luego retomaremos, y seguiremos ahora con su "robo material". El Judas Papal no podía continuar haciendo lo primero sin lo segundo.
 
 
 
4.12. El Judas Papal Codicia Roma

"El primer evento que contribuyó, y contribuyó esencialmente para el desarrollo del Papado, fue el alejamiento del Emperador desde Roma. De haber César continuado residiendo en su antigua capital, él, como dice el dicho, se habría "sentado" sobre el Papa, y este eclesiástico aspirante no hubiera podido lanzarse hacia arriba hasta ser el poderoso potentado que la profecía había predicho. Pero Constantino (334 D.C.) se trasladó a la nueva Roma en el Bósforo, dejando la vieja capital del mundo al Obispo de Roma, quien fue de allí en adelante el primer y más influyente personaje en esa ciudad. Fue entonces, probablemente, que la idea de fundar una monarquía eclesiástica se sugirió a sí misma ante él. Él había resultado heredero, por lo que debe haber parecido un afortunado accidente, para la antigua capital del mundo; él era, por otra parte, poseedor de la silla de Pedro, o creía serlo, y además de esas dos cosas -la antigua ciudad de los Césares y la antigua silla del apóstol, podría aún ser posible -así, indudablemente, razonó él- fabricar un imperio que un día rivalizaría y aún sobrepasaría el de los emperadores. Esas cosas, pudieron haberse pensado de antemano, cuando no habían sino pobres materiales para llevar el peso de tan gran empresa; sin embargo con su auxilio, y ayuda, indudablemente, por un consejo más profundo que el mero consejo humano, él proyectó un soberanía que no ha tenido igual sobre la tierra, la cual sobrevivió a la caída del Imperio Romano, la cual vivió a través de todas las convulsiones y trastornos de la Edad Media, y que ha alcanzado hasta nuestros días, y tiene el arte de, cuando los hombres creen que está por expirar, reconcentrar sus poderes, y regresar sobre el mundo."
(El Papado Es El Anticristo, El Pastor Llega A Ser Un Monarca: Diez Siglos De Trepar, J. A. Wylie).
 
"Era la profunda meta del Papa plantar su sede en un lugar donde no debiera sujeción a ningún poder civil. Él deseaba tener un país de su propiedad, tanto como pudiera ser suficiente para mantener su grandeza, y desde donde reinaría como un rey temporal así como un soberano espiritual. Para un asunto así, mucho tiempo y trabajo fueron necesitados. El proyecto era manifiestamente inalcanzable mientras que un emperador reinara en el Occidente, o el monarca Gótico subsistiera en Italia"
(El Papado Es El Anticristo, CAPÍTULO VIII, El Rey Con Las Tres Coronas: El Vicario, J. A. Wylie).

Así que el Judas Romano esperaba pacientemente con mirada codiciosa, que el golpe de la fortuna, o del diablo, le dejara el camino abierto librándolo de sus Señores temporales. Sin duda que el traslado del Emperador supremo en Roma, quien trasladó su sede a Constantinopla, fue una gran noticia a favor del Judas Romano expectante. Pero todavía quedaban algunos grandes obstáculos que vencer, debían ser quitados del medio; el emperador romano de Occidente no era rival, y caería muy pronto ante los bárbaros, sí lo eran los poderes bárbaros de los Vándalos primero y los Ostrogodos después; mientras tanto el Judas Papal codiciaba Roma y soñaba con el tiempo en que sería suya, la sede de su poder.
 
 
 
4.13. El Judas Papal, Asesinato De Por Medio, Traiciona A Su Emperador Y Se Apropia De Roma

"Pero es extraño decir, los eventos conspiraron para hacer vacío y vacante un lugar donde el Papa podría instalar su soberanía espiritual y temporal combinadas, su tanto tiempo anhelada pero no admitida meta. El primer paso fue el derribo del poder Gótico en Italia por Justiniano. Italia y Roma ahora llegaron a ser una provincia del Imperio de Oriente. La jurisdicción del emperador ausente fue de aquí en adelante sombría y débil; pero sin embargo esa leve restricción fue impacientemente aguantada, y el Papa Gregorio II comenzó a complotar sobre como desembarazarse totalmente de ésta. El conflicto entre las Iglesias del Oriente y el Occidente sobre el tema de la adoración de imágenes estaba entonces arreciando. Los Romanos celosamente mantuvieron la causa de las imágenes. El emperador, con la Iglesia Oriental, estuvieron alistados en la oposición. El Papa Gregorio instigó a los Romanos a rehusar el tributo al emperador. La revuelta fue exitosa; el representante imperial en Ravena fue asesinado, y los últimos vestigios de la jurisdicción del emperador sobre Roma e Italia fueron aniquilados (Es valioso tener en cuenta, de paso, que los Romanos por su revuelta contra su emperador legal pusieron sus cuellos bajo un yugo que continuó exasperándolos por doce siglos. Ellos no tuvieron éxito en quebrarlo sino hasta 1870)."
(El Papado Es El Anticristo, CAPÍTULO VIII, El Rey Con Las Tres Coronas: El Vicario, J. A. Wylie).

El Señor dijo: "El ladrón no viene sino para hurtar, y matar, y destruir" (Juan 10:10), así finalmente el Judas Papal muestra su alma de ladrón y asesino y traiciona al Emperador, entonces los partidarios del Papa asesinan al representante imperial, al exarca de Ravena o vice-emperador. Es así como el ladrón y Judas Romano se apoderó de Roma y empujó a un costado la autoridad imperial.
 
 
 
Como me gustaría en este preciso momento, cuando tenemos ante nuestros ojos al Judas Papal "adquiriendo", su poder temporal, escuchar al Obispo Strossmayer cuando dijo lo siguiente en su famoso discurso durante el concilio Vaticano I; en este concilio (año 1870), las huestes del Anticristo le proclamaron infalible por primera vez en la historia; el Obispo Strossmayer dijo lo siguiente acerca del poder temporal del Papa:

"Cuando Cristo envió a los apóstoles a conquistar el mundo, a todos igualmente dio la promesa del Espíritu Santo. Permitidme repetirlo: si él hubiera querido constituir a Pedro como su vicario, le hubiera dado el mando supremo sobre su ejército espiritual.
Cristo,—así lo dice la Santa Escritura— prohibió a Pedro y a sus colegas REINAR O EJERCER SEÑORÍO O TENER POTESTAD SOBRE LOS FIELES, COMO LO HACEN LOS REYES DE LOS GENTILES (Lucas 22:25, 26). Si San Pedro hubiera sido elegido papa, Jesús no hubiera hablado así, porque según nuestra tradición el papado tiene en sus manos dos espadas, símbolos del poder espiritual y del temporal." (El Famoso DISCURSO DEL OBISPO STROSSMAYER SOBRE LA INFALIBILIDAD PAPAL Pronunciado en el mismo Concilio Ecuménico que la promulgó)

Brillante y oportuna reflexión del Obispos Strossmayer; lamentablemente él hubiera hecho mejor en huir fuera de la Iglesia Romana, la Iglesia del Anticristo, porque ése que ejercía señorío sobre reyes y príncipes, no sólo que no era el sucesor de Pedro, como bien lo dice también el Obispo Strosmayer, ese "Rey de Reyes" Papal no era otro que el sucesor de Judas "EL hijo de perdición", el Anticristo, el que traicionó a Cristo por la bolsa de dinero, el que traicionó a Cristo por el poder temporal de Roma, la profetizada capital del Anticristo. [Nota: Se cree que el famoso discurso de "Strossmayer" no es de él sino de otra persona, valga la cita por el contenido en sí; valga también el comentario desfavorable hacia Strossmayer que no atinó a retirarse de Roma a pesar de ser testigo del atrevimiento blasfemo del Concilio Vaticano I]
 
Cristo dijo:

"22:24 Y hubo entre ellos una contienda, quién de ellos parecía ser el mayor.
22:25 Entonces Él les dijo: LOS REYES DE LAS GENTES SE ENSEÑOREAN DE ELLAS; y los que sobre ellas tienen potestad, son llamados bienhechores:
22:26 MAS VOSOTROS, NO ASÍ: antes el que es mayor entre vosotros, sea como el más mozo; y el que es príncipe, como el que sirve." (Lucas 22:24-26)

Pero del Anticristo leemos que:

"El Papa Gregorio instigó a los Romanos a rehusar el tributo al emperador. La revuelta fue exitosa; el representante imperial en Ravena fue asesinado, y los últimos vestigios de la jurisdicción del emperador sobre Roma e Italia fueron aniquilados"
(El Papado Es El Anticristo, El Rey Con Las Tres Coronas: El Vicario , J. A. Wylie).
 
 
 

4.14. El Judas Papal Se Consolida: Los Lombardos, Su Última Amenaza, Son Vencidos Por Los Francos, Quienes Donan Mucho Territorio Para La Bolsa Del Judas Romano

"El Papa estaba ahora en vista de soberanía temporal independiente, pero no la había logrado plenamente todavía. Noticias del norte lo atribularon. Los Lombardos habían cruzado los Alpes, y estaban ya en Ravena. No había poder en la artillería espiritual para detener el victorioso avance de esos fuertes guerreros. En su apuro, el Papa Zacarías tornó sus ojos hacia Pepino [Pipino el Breve], quien, de Gran Comandante, [también Mayordomo del Palacio], pasó a ser Rey de Francia. El Papa no suplicó en vano. Pepino primero, y su hijo Carlomagno después (774), conquistaron a los Lombardos, y dotaron a la silla papal con todas las ciudades y tierras en Italia que habían estado sujetas a la jurisdicción de los gobernantes Griegos. El Papa era ahora coronado monarca."
(El Papado Es El Anticristo, CAPÍTULO VIII, El Rey Con Las Tres Coronas: El Vicario, J. A. Wylie).
 
 
 

4.15. El Judas Papal Consolidado: El Cuerno Pequeño Es Ahora Un Gran Cuerno Que Ha Derribado Tres, Ahora Lleva En Su Cabeza Una Triple Corona O Tiara

"Esta [la de los franceses] fue la tercera intervención por las armas en beneficio del Papa, y el tercer poder Gótico que hubo caído delante de él. Primero, los Vándalos se habían establecido en la propia diócesis del Papa, ocupando su predestinado dominio, e impidiendo su predestinado desarrollo. Las armas de Justiniano bajo su general Belisario, los barrieron. Segundo, los Ostrogodos se plantaron en Italia, y su vecindad cercana intimidaba al Papa, y prevenía su expansión. Ellos, también, fueron arrancados por las armas de Justiniano. Finalmente vinieron, como ya lo hemos dicho, los Lombardos, avanzando hacia las puertas de Roma. La espada de Francia los volvió atrás. Así, un territorio fue mantenido despejado en el cual el Papa podría desarrollar tanto su soberanía espiritual como temporal; y así fue cumplido lo que Daniel (Daniel 7: 8) había predicho, que de los diez cuernos, o dinastías de la Europa Moderna, tres deberían ser "arrancados" delante del cuerno pequeño, o papado. Sus reinos o coronas fueron dados al Papa, y es probable que en memoria de esos eventos es que llegó a ser una costumbre para el Papa, en los siglos siguientes, presentarse con una tiara. El pastor del Tíber había llegado a ser un monarca con una triple corona."
(El Papado Es El Anticristo, CAPÍTULO VIII, El Rey Con Las Tres Coronas: El Vicario, J. A. Wylie).
 

No obstante esta maravillosa descripción histórica de J. A. Wylie, muy importante para entender la consolidación final del poder temporal del Papa, mediante la ayuda de los Francos; debemos aclarar que las tres naciones bárbaras, las cuales fueron arrancadas, son: (1) Los Herulos, (2) Los Vándalos, (3) Los Ostrogodos; pues los Lombardos, que fueron después derrotados por los Francos, no fueron "arrancados", no dejaron de existir como nación, existiendo hasta hoy lo que se conoce en Italia como Lombardía; y aunque su derrota fue decisiva en la consolidación del poder temporal del Papado, no es de los tres "arrancados".
 
 
 
4.16. El Último Y Blasfemo Robo Del Judas Papal: El Trono Del Altísimo
No le bastó al Judas Romano tener en su bolsa tal poder temporal y eclesiástico; ahora anhelaba levantar su calcañar contra el mismísimo Hijo de Dios; sólo que Cristo ya no estaba en la tierra, no puede más morir, habiéndolo hecho una sola vez por todos nuestros pecados en un sacrificio único e irrepetible, Él ha subido al cielo adonde sus enemigos no pueden ir, ni alcanzarlo. El Judas Romano, o "EL hijo de perdición", no podía como su diabólico antecesor acercarse a Cristo en la noche, en el jardín, y entregarlo a la turba con palos y espadas. El Judas Romano no podría echar a Jesucristo de su trono celestial. Pero aunque él no podría quitar a Cristo del cielo, y hasta sería peligroso hablar en contra del trono de Cristo delante de los hombres, al menos podría HABLAR, con cuidado, mucho tacto, y astucia; y podría destronar a Cristo, no de hecho y en verdad, pero sí podría destronarlo en la mente y el corazón de los hombres; ¿cómo? Proclamándose a sí mismo "Vicario de Cristo"; entonces podría pretender que su trono en Roma era el trono de Cristo; entonces su trono sería el de Cristo SOBRE LA TIERRA; entonces los hombres no se acercarían confiadamente al trono de la gracia en el cielo, sino al trono del Vicario de Cristo EN ROMA.

"¿Estaba ahora contento el Papa? Él se sentaba en medio de príncipes y reyes de la tierra como su igual. Pero ser simplemente igual fue considerado por él como una afrenta a su sobrehumano oficio como representante de Dios. Él aspiraba plantar su trono entre las estrellas, y entonces mirar hacia abajo por encima de todas las dignidades y principados de la tierra. Y hasta esta deslumbrante altura al final treparía.
 
Entonces se levantó en el siglo once un Papa de vasta capacidad, de inflexible resolución, y encumbrado orgullo: Gregorio VII -Hildebrando. El puso delante del mundo, con una precisión, un atrevimiento, y una fuerza argumentativa, nunca hasta entonces traídos en su apoyo, el reclamo de ser el Vicario de Cristo. Esta fue la piedra fundamental sobre la cual depositó su plan de autoridad y grandeza pontificales. Como Vicario de Cristo, pretendió sobrepasar a todo monarca terrenal en gloria y poder, tanto como el sol sobrepasa en brillo a la luna. Él pretendió, en resumen, ser Dios sobre la tierra. Entonces siguió una serie de papas que lucharon a través de dos horribles siglos de guerra y derramamiento de sangre para convertir la teoría de Gregorio en un hecho. La lucha fue exitosa al final: la mitra triunfó sobre el imperio. El plan de Gregorio VII en toda su amplitud de autoridad y magnificencia -y, podemos añadir, en toda su amplitud de despotismo y blasfemia- fue exhibido al mundo en la persona y reino de Inocencio III, en el siglo trece. La historia del mundo no muestra otro logro de igual magnitud. La gloria de los Faraones; el estado y poder de los Reyes de Babilonia; las victorias y magnificencia de los Césares, todos palidecen ante esta gran conquista de los Papas. Ahora había llegado el mediodía del Papado; pero, como lo hemos remarcado en otra parte, el mediodía del Papado fue la medianoche del mundo."
(El Papado Es El Anticristo, CAPÍTULO VIII, El Rey Con Las Tres Coronas: El Vicario, J. A. Wylie).

Con un beso, igual que el "hijo de perdición": Judas, "el hijo de perdición": el Papa traicionó y suplantó espiritualmente a Cristo: diciendo al mundo entero que de allí en adelante él representaría a Cristo ante todos como su Vicario en la tierra; él sería el mejor y más grande amigo de Cristo en la tierra; y los hombres podían confiadamente recurrir a él; después de todo él era un gran potentado en Roma; mientras que Cristo se encontraba lejos, en el cielo, y por eso ahora necesitaba enviar un representante, un vicario como el Papa.
 
 
 
En este punto culminante del Judas Papal robando el trono del altísimo, entronizándose él mismo en la mente y corazón de los hombres, dejamos esta comparación entre Judas y el Papa, comparación que nos había sido autorizada por la mismísima Palabra de Dios. El ladrón Papal, o Judas Papal, cual eminente ladrón privilegiado por la diabólica asistencia, inventando un primer lugar entre los pastores, "adquiriendo" el dominio temporal de Roma y mucho más, usurpando el trono de Dios, hasta engrandecerse por sobre los reyes de la tierra, y aún por sobre el mismísimo Dios; alcanza al fin su plena estatura. Sus tropelías y engaños continúan y continuarán hasta el fin; Judas FUE "EL hijo de perdición"; y el Papado ES "EL hijo de perdición", el Anticristo.
 

Revelación del Espíritu Santo
se nos señala para nuestro espanto:
nombre especial que nadie ha de llevar,
excepto a dos a quienes les fue dado.
 
"EL hijo de perdición" es el nombre,
que todo viviente tema y se asombre.
el gran traidor, artero y falaz Judas;
es de aquellos dos el fantoche hombre.
 
Cual fiel retrato del futuro engendro
Judas es puesto cual terrible ejemplo.
Y fue dejado su horroroso nombre
para el segundo Judas, el más fiero.
 
"EL hijo de perdición" es el nombre,
que todo viviente tema y se asombre.
El Papado, del mundo engañador,
es el más grande de pecado hombre.
 
Judas Papal, o bien: Judas Romano,
es un buen nombre que yo encuentro a mano
para llamarlo sin temor a yerro,
pues lo permite el libro más que humano.
 
Y la carrera del Romano Judas
no se termina hasta que el tiempo muda;
el misterioso velo que Dios sólo
descorre y al Papado lo desnuda.
 
Nada hay oculto que no ha de saberse,
menos aún lo que la historia cuente.
Nadie podrá negar, siglos pasaron
de iniquidad Papista bajo el puente.

 
 
 


 
 

De aquí en adelante, los triplemente coronados Papas jugarían a ser Dios, y al resto de los mortales, sean reyes o campesinos, mejor les sería pelear entre ellos mismos antes que vérselas con un Papa.
 
 
En el siguiente capítulo nos enfocaremos especialmente en los textos de la Biblia que nos hablan sobre este gran Anticristo.
 

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Continua en ==> Capítulo 5

 


 

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