La Madre:
La Paz de Dios Padre, Todopoderoso, esté con todos vosotros.
PUBLICO: Y con tu Espíritu Madre.
La Madre:
Ave María Purísima.
PUBLICO: Sin pecado concebida.
La Madre:
Una vey más hijos míos, he llegado hasta este lugar, donde
mis hijos me esperanban, porque Yo ya les avisé hijo mío,
que vendría hasta ellos, y ellos también han llegado hasta
Mí. Y he vuelto hijo mío, porque a este lugar vine hace
tiempo y hoy vuelvo para tí y para ellos hijo mío.
Hoy ha
sido un día especial hijo mío, pero el día aún no ha
pasado.
¡Sé fuerte hijo mío!, porque este mundo te
hará muchas veces de llorar, pero sé fuerte y sonríele para
que vean que tú... eres grande a los ojos de DIOS, para que
vean que eres grande también a sus ojos. ¡Sé fuerte y
camina!, porque aún tu camino no ha terminado.
Sigue
caminando y enseña a aquéllos que están parados y a aquéllos
que aún no han caminado, porque en tí está SANTIAGO APÓSTOL
hijo mío. Por eso hoy de nuevo, quiero que escuches su
palabra.
El Hermano Santiago:
"¡Hermanos! Yo también, una vez más, llego hasta
vosotros. Yo..., para que escuchéis mi palabra y sepáis que
yo soy él, y él soy
yo. Estas palabras son las de él, y las
de él son estas palabras".
"¡Hermanos! Este pequeño mundo es cruel con nuestra
Madre Santísima, la está haciendo mucho de sufrir, mucho.
Una madre no se merece este sufrimiento que nuestra Madre
Santísima tiene: Sus errores, los de todos los humanos y
vuestros, están clavados en su Inmculado Corazón".
Es muy
fácil decirlo y oirlo..., muy difícil y doloroso es verlo.
"¡Hermanos! Es Ella la que sufre por vosotros, pero
ante todo está DIOS, como bien dice Nuestra Santa Madre:
Primero es DIOS, luego DIOS, y siempre DIOS".
"¡Hermanos! Sed fuertes vosotros también en este
mundo, como bien dice Ella, nuestra Santa Madre: Este mundo
es como una prueba a la que hay que pasar cumpliendo lo que
DIOS Padre manda. Si no se cumple, esa prueba no es pasada,
y el alma no será premiada".
"Fué
triste hermanos, escuchar lo que escuché hace tanto tiempo
cuando al Maestro JESÚS, el Señor, lo crucificaron.
Él gritó y sirvió mucho..., llegó hasta nuestros corazones y
sufrimos con Él. No pudimos hacer nada por Él, porque
todo estaba dicho: “Y el Hijo del hombre moriría en poder de
pecadores.”
Y una vez más la palabra del DIOS-YAHVÉ se
cumplió, y se cumplió en Nuestro Maestro. Triste fué su
muerte, pero la alegría llegó cuando a ese tercer día llegó
al mundo, y visitó a su Santa Madre.
"¡Hermanos! Por eso haced vosotros también lo que
hizo el Maestro, el hijo de María, visitar en primer lugar a
su Madre y después a las demás almas, pero lo primero está
la Madre, que pide perdón al Padre por vosotros. Hay que dar
gracias a esa Señora que sufre tanto por vosotros, porque
Ella pide el perdón y DIOS os lo concede.
¡Pero
todo acaba hermanos...!
"Las almas ya no son como antes, ya han
cambiado. Porque el espíritu de Satanás ha entrado y habita
entre ellos. Pero a esta Madre hay que darla gracias por
tantos favores como así os da hermanos".
"Por eso sed fuertes e intentad no ofender a DIOS, y
pedidle perdón de corazón, porque éste es el último año. Todo está dicho, como
bien dice Nuestra Madre".
"¡Hermanos! Sed fuertes, que vuestra fuerza ocupe
toda vuestra alma, para que podáis predicar la palabra que
Nuestra Madre así os da, para que vuestras almas se
engrandezcan; para que sepáis llevar hacia adelante la
palabra que CRISTO JESÚS, el Maestro dejó, y pocas almas la
predican".
"Para que seáis fuertes y cuando DIOS os llame que
ya estéis preparados, para llegar hasta Él. ¡Hermanos! Cumplid con la palabra del Padre, porque
DIOS es DIOS..., y DIOS sólo hay UNO".
La Madre:
Hijo mío: Como bien has oido y ellos también: Estas palabras
son las tuyas, y las tuyas hijo mío, son las de ÉL. Pero sé
fuerte, porque este mundo, hijo mío, parece bueno, pero
llorarás. Llorarás como Yo lloré ante la Cruz; pero tú no
llorarás porque mi Hijo vuelva a morir, tú llorarás por
ellos, porque muchos se perderán. Llegó la hora de marcharnos hijo mío.
El Hermano Santiago:
"¡Pero Hermanos!, para que os
acordéis en este día, que Yo llegué hasta vosotros, Nuestra
Santa Madre os da la Bendición, para que seáis fuertes en
el alma y sepáis caminar con firmeza, para que no seáis
engañados y sepáis que la verdad solo se encuentra aquí."
La Madre:
Os bendigo como el Padre os bendice...
Padre Eterno: En
mi Nombre.
El Maestro:
En el Mío.
La Madre:
Y con la Luz de mi amado Esposo, el Espíritu Santo.
PUBLICO: Gracias Madre.
El
Hermano Santiago:
La Bendición de DIOS ha
llegado hasta vosotros hermanos.
PUBLICO: Gracias Hermano.
"¡Hermanos!, pero sed fuerte, porque Ella os habla,
pero es para avisaros de lo que va a llegar. Es triste que
una Madre solo venga a este mundo para avisar, pero así
es: Si no se cumple con la Palabra que DIOS dió y da, todo
eso ocurrirá... Y lo que ocurrirá ya está dicho".
La Madre:
Este día hijo mío, jamás lo podrás olvidar y las almas
tampoco, porque lo van a recordar mucho.
Padre Eterno: Adiós
hijos.
PUBLICO: Adiós Padre.
El Hermano:
Adiós hermanos.
PUBLICO: Adiós Hermano.
La Madre:
Adiós hijos.
PUBLICO: ¡Adiós Madre!
El Maestro:
Adiós hijos.
PUBLICO: Adiós Maestro.
El Hermano:
Adiós hermanos.
PUBLICO: Adiós Hermano.
El Hermano:
Que la paz de DIOS Padre, Todopoderoso, el Señor YAHVÉ,
quede con todos vosotros.
PUBLICO: Y con tu Espíritu Hermano.
El Hermano:
Ave María Purísima.
PUBLICO: Sin pecado concebida.
El Hermano:
Adiós hermanos.
PUBLICO: Adiós Hermano.