La
Madre: La Paz del Señor está con todos vosotros.
PUBLICO: Y con tu Espíritu Madre.
La Madre: Ave María
Purísima.
PUBLICO: Sin pecado concebida.
La Madre:
Una vez más, vuelvo hijo mío, y vuelvo a este lugar, porque así Dios
lo señaló para este fin. Y aquí estoy, hijo mío, hablándole a mis hijos
desde este rincón tan apartado..., desde este lugar tan grande que el
mundo ignora.
Hay muchas cosas que hacer por este mundo, muchas hijo mío. Pero el
hombre no sabe lo que ha de hacer, ni cómo actuar.
"El hombre, hijo mío,
que dejó su exclavitud para servir a Dios, ahora es esclavo del mundo y
de la materia, porque se siente atraído por un
mundo que dice dar todo y quita todo. Por un mundo que dice dar
todo y no da nada, solo perdición."
Ellos se sienten atraidos por este mundo, este mundo
que es Satán disfrazado, hijo mío, que les engaña sin cesar. La
maldad se extiende hijo mío, pero no al igual que la siembra del
gran Pastor. La maldad se
va extendiendo como la cizaña hijo mío. Por cada rincón hay maldad y el hombre no sabe parar esta maldad hijo
mío.
Si supieran escuchar todo cuanto les digo..., todo sería diferente
en sus vidas y en sus corazones, pero no escuchan hijo mío, prefieren
seguir lo que ellos dicen su conciencia, que apagada está. Me siento muy dolorida hijo mío, pero sé que tú estás a mi lado para
aplacar el dolor.
Quisiera que todos ellos también estuvieran aplacando
este dolor inaudito. Es triste hijo mío, esta agonía es triste. Yo
sé que tú sufres conmigo, pero ellos, aún no saben nada de tí. Ellos quisieran hacerte, hijo mío,
como su pensamiento les indica, pero solo estás hecho de una manera: De
la que el Creador así vió justa.
No
te entenderán, no te escucharán, serás odiado y maltratado, pero tu
fuerza y tu valentía derrotará todos esos obstáculos. Así debería de ser el mundo hijo
mío: Lleno de valor, de unión y de amor, para destruir al enemigo.
Nadie
quiere creer que hay un enemigo, nadie quiere creer que es el causante
de tanto mal. Cuando entonces lo tengan frente a frente, es cuando lo
creerán hijo mío.
Cuando llegue ese instante, ya el tiempo habrá pasado, y no habrá
lugar para nada, solo para lamentos y sollozos, que se apagarán poco a
poco, y el mal se extenderá como la cizaña, agarrando así a las almas, y
contagiando esa maldad, para hacer del mundo de Dios un infierno.
"Pero
cuando lleguen esos días... El Señor Dios-Yahvé mandará sus ejércitos y el mal será derrotado, pues en cabeza
de ellos irá un príncipe, como así está escrito: Que derrotará al
enemigo, echándolo de España y del mundo, apagando esa ira infernal en
lo más hondo del abismo".
Esa es la voluntad de Dios, lo que Dios tiene preparado desde
hace mucho..., mucho tiempo. Es triste que las almas no entiendan mis
palabras, puesto que Yo soy un apoyo para mis hijos. El apoyo que
muchos de mis hijos no tienen. Pero Yo aquí, hijo mío, me siento sóla,
muy sóla. Yo sé que tú estás a mi lado y que haces todo lo posible, así
porque muchas almas también estén a mi lado.
Pero no olvides que no todos son como tú, que no hay nadie igual en
este mundo, y que no todos pensáis igual, pero que sí hay una razón que
os une y es el amor de Dios, por eso el mundo entero debería de estar
orgulloso y clamar con voz profunda que su Padre es el DIOS-YAHVÉ.
Esto
es lo que os une: El amor de Dios. Todo aquéllo que ocultáis, Dios lo sabe, hijos míos, porque no hay
nada que ocultéis a vuestro Padre... ¡Nada!
No
intentéis ser los más grandes, porque los más grandes no llegan antes a
Dios. Hay que hacerse muy pequeño, para poder llegar al Padre
Celestial. Y no olvidéis la sencillez de la paloma ni la astucia de la
serpiente:
"Sed así sencillos como palomas y astutos como
serpientes."
Y defendeos del mal El mal que os
ataque, debe ser derrotado, y ante todo no os olvidéis de que no estáis
sólos en este mundo: Siempre hay
alguien, alguien que se preocupa de vosotros.
Queda poco tiempo hijo mío, para
saber muchas cosas ocultas. Pronto verán la Luz y saldrá de aquí hijo
mío, y esa Luz recorrerá el mundo, y abrirá muchos ojos cerrados y
muchos oidos tapados, y tapará muchas lenguas afiladas.
No lo olvides
hijo mío, porque tú sabes como Yo, que así ocurrirá, y que el tiempo ya
no está lejano. Y que el hombre será perseguido hijo mío, como en el tiempo
pasado:
"Aquéllos que aman a Dios, serán
perseguidos por la maldad, pero no hay que temer".
No olvidéis todo cuanto vuestra Madre os
dice..., nunca lo olvidéis. No olvidéis que el mal está aquí presente en el mundo, y no
os olvidéis que Satán mezcla el bien con el mal, para crear confusión en
vosotros, y cuando pase este año, todo lo malo sea olvidado:
"QUE solo perdure en vuestros corazones el bien, y que no os olvidéis
de vuestros Padres, que presentes siempre están con vosotros".
"QUE cuando entre el año siguiente, que améis a Dios con amor, y que
El sea vuestra fuente de confianza, de FE, y de AMOR".
"QUE cuando El extienda su brazo, todos vayáis como niños a agarrarlo
y que cuando extienda su brazo sea para acogeros, no para destruir su
creación".
"QUE cuando pase el año que ha de entrar, que no os olvidéis del AMOR
que os tiene vuestra MADRE".
"QUE no os olvidéis de tanto y tanto daño como estáis causando a
vuestros Padres celestiales".
"QUE no os olvidéis de que todo pasará y llegarán días felices, y que
no os olvidéis de que no estáis abandonados".
"QUE cuando entre el año siguiente, mi VOZ resuene en vuestros
corazones con dulzura y que vuestra FE no decaiga".
"Así te lo pido Padre
Celestial. Que ante todo se cumpla tu santa
voluntad. Que así sea. El SEÑOR escucha vuestras voces, no lo olvidéis.
Y tampoco olvidéis que mi Corazón está destrozado de dolor". ¡Adiós
hijos míos!
PUBLICO: Adiós Madre.
El
Hermano: Adiós
hermanos.
PUBLICO: Adiós Hermano.
Padre Eterno: Adiós
hijos.
PUBLICO: Adiós Padre.
El
Hermano: Que
la Paz del Señor YAHVÉ, quede con todos vosotros.
PUBLICO: Y con tu Espíritu Hermano.
El
Hermano: Ave
María Purísima.
PUBLICO: Sin pecado concebida.
El
Hermano: Adiós
hermanos.
PUBLICO: Adiós Hermano.____
|