Entrevista a 
Nicolás López Dallara

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Nicolás López Dallara

 

-¿Desde cuándo comenzó a escribir? ¿Por qué?

-Hubo 2 etapas en el camino de la escritura:

 

La primera fue en el año 2002, corría julio. Había querido desarrollar una modesta interpretación de textos antiguos y todo finalizó con un ensayo bastante extenso, escrito a lo largo de 2 años.

 

La segunda fue en el año 2005.  La razón que tuve es un poco más extensa y verídica. En una cadena de coincidencias, situado en un país sin demasiadas oportunidades, pero más movido por la soledad, buscando ocupaciones que desarrollaran un poco más mi espíritu para abandonar hábitos que prefiero no mencionar, inspeccioné una noche mi bibliorato y allí escondido estaba un libro que me habían regalado 8 años atrás, pero que yo sólo había hojeado. Se llamaba el camino del Artista, de Julia Cameron.  En sus mágicos contenidos conocí sabidurías que me condujeron al despertar del Yo Creativo.

 

 

-¿Qué es para usted ser escritor?

-Aunque aún no me atrevo a denominarme con el título de escritor, pues no creo ser reconocido lo suficiente. Pero si se me diera la oportunidad, entre otras cosas ser escritor es un permiso para dar a conocer verdades que hubiéramos callado en otro tiempo.

 

Ser escritor es un arma para conciliarnos con el pasado que aún nos sigue lastimando. Embellecer con arte lo caótico, recorrer el camino del pensamiento, del descubrir y, poco a poco, convertirnos en discípulos de nuestra experiencia.

 

Podría extenderme mucho más…

 

-Cuéntenos sobre su vida, sus obras, sus proyectos, su actividad literaria.

-Bueno, en este punto, antes hubiera mencionado las cosas que me enorgullecían: Un título matemático, un trofeo de fútbol, un discurso para una conferencia de fin de año. Pero mi único sobresaliente es haber pasado en coma 2 meses. Hace ya tres años que volví a la civilización luego de un post-operatorio de ocho o nueve años. En ese tiempo comenzó mi amor por los libros.

 

Aún con El camino del artista bajo mi inspección, arribé en tierras salmantinas para las navidades del año 2005. Todas las mañanas dedicaba algunas hojas para epistolarios que nunca mandé. Seis meses después me encuentro que estaba finalizado mi primer libro.

 

Mis deseos son solventarme una vida digna con mis escritos.

 

 

-¿Cómo define el estilo de su narrativa?

-El estilo de mi narrativa, hoy en día, ha ido evolucionando de lo Naif hasta la ceremoniosa prosa barroquial.

 

-¿Cómo ve la Narrativa de estos últimos años? 

-Uno no podría leer todo lo que quisiera o debería, y mis opiniones serían incompletos pasajes.

 

Creo que la narrativa de estos últimos años, Tiene la generosidad de que los lectores puedan elegir holgadamente el tipo de escritura que mejor se adapte a su entendimiento y a su gusto. Cohelo, por ejemplo, puede fascinar a lectores más jóvenes en cuanto a su vida literaria, y abrirles la puerta a escritores un poco más clásicos.

 

 

-¿Qué autores influyen en su obra?

-Ante todo, Alejandro dolina, a través de la difusión radial me ha hecho conocer desde muy pequeño hermosas fábulas y cuentos y mitologías. Por él di por primera vez con el primer autor que yo seguí, Giovanni Papini. Exupery inspiró muchísimos de mis cuentos. Sábato y Cortázar, pero lo que más ha influenciado en mi cratividad fue Jorge Luis Borges.

 

 

-¿Cree qué el escritor es un ser obsesivo?

-Absolutamente.

 

-¿Cuál es el fin que desea lograr con su escritura?

-Dicho anteriormente, deseos poder vivir de mis textos.

 

-Dentro de su  producción literaria, ¿Qué obra elegiría usted por optar en una en especial?

-Sin ninguna duda, El Nonagésimo Noveno Nombre: Asterión y yo. Aunque también rescato mi primer poemario: Tres líneas de la mano.

 

 

-¿Cómo ha cambiado su lenguaje a los largo de los años?

-Se ha ido nutriendo.

 

 

-¿Es necesario que el escritor sea un hombre comprometido?

-¿Se refieren a comprometido con su trabajo?

 

Creo que todo hombre, se dedique a lo que se dedique, debe ser fiel a sus convicciones.

 

Siempre sosteniendo que yo aún no me considero escritor, a veces, sobre todo cuando los problemas nos sobrepasan, escribir se nos hace un poco difícil. La necesidad económica, los problemas que frecuentemente se dan en todas las relaciones humanas, producen en la escritura un bloqueo creativo. Entonces debemos recurrir al papel para que estos pesares sean llevaderos.

 

 

-¿Qué libros nos recomendaría leer?

-El aleph

 

Palabras y sangre

 

Sincrodestino

 

El poder del ahora

 

-¿Qué hace antes de escribir?

-Me fijo sobre qué tengo mayor urgencia de escribir.

 

-¿Cómo ve usted hoy por hoy la industria editorial? ¿Como autor qué soluciones le daría a este problema?

-El mayor problema al que me he enfrentado, ha sido mi comodidad. Yo pensaba que ser escritor se resumía a escribir un libro y mandarlo a las editoriales. Pero eso produjo un severo estancamiento en mi vocación literaria. Pues no siempre nuestro manuscrito llega a manos de un editor.

 

Hay tantos caminos para darse a conocer como ideas se puedan ocurrir. Revistas literarias, Agentes, Propuestas, Publicación en Internet, ofrecer nuestro trabajo en editoriales, movernos más. Pero sobre todo escribir y escribir.

 

 

-¿Cree en los concursos o certámenes literarios?

-No en todos, pero siempre tengo la esperanza, desde hace un mes o dos participo en todos los que puedo.  

 

-¿Qué opina de las nuevas formas de difusión literaria por Internet como revistas literarias, blogs, páginas sobre literatura?

-Son muy buenas, el único punto que le encuentro de malo es que hay tanta información que el “buscador” puede llegar a confundirse. Inope me copia Fecit.

 

Por último: ¿Desea agregar algo más?

-“La indignación hace el verso”.

 

 

 

Nicolás López Dallara. Entre los años 2002 y 2004, termina su primer ensayo, Intangibilidad. En el 2005 intentará una fábula inconclusa sobre el mundo interior, Escritura del fin del mundo. No fue hasta llegar a España que el desarraigo, como él siempre dice, "desarrolló la urgencia de las cursivas matinales". Así escribe Color del Trigo, y aprende a vencer la nostalgia con las letras manuscritas. En paralelo termina su primer libro de poemas, La línea de la mano. Y dos obras inspiradas en El principito, The five little Prince, su biografía. Y por último, un libro que reflexiona sobre la evolución del niño interior titulado Extractos del Asteroide B612.

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