Mooning over water

Volver a Reseñas

 

 

Mooning over water

"Mooning over water"
C. A. Campos
Editorial Wheatmark, 2007

 

Mientras la palabra viaja por el misterio de la naturaleza, el poeta no sólo descubre su esencia primordial, sino que también entiende y crea un sistema el inevitable proceso de evolución del universo, el cual transmite su misterio como una verdad interior, la tan ansiada materia prima para hacer de las imágenes el transporte del sentir, la vida misma representada en este extraño artefacto llamado poema.

 

El libro bilingüe Mooning over water del poeta C. A. Campos (Santiago de los Caballeros, República Dominicana), demuestra desde sus primeras letras, el universo alegórico y nocturno de un todo personalísimo y a la vez masivo, donde la interacción se marca lentamente a través del mismo diálogo con el lector, mostrándonos a través de lúcidas reflexiones la realidad que lo circunda, descubriendo en ésta una hermosura interior, pero no sólo eso, sino también, un conocimiento interior, que hará que el poeta afiance su camino hacia el todo y así pueda concluir su viaje por la palabra y también por qué no, su propia existencia.

 

El libro está dividido en dos partes. La primera en inglés y la segunda en español, estas dos partes son completamente diferentes, salvo la relación temática que engarza a todos los poemas, la naturaleza, la esencia del hombre y su posición en el universo, el existir:

 

Aquí unos ejemplo:

 

Pira, fénix

 

    Funde la acera
la luz de su cuerpo

preparémonos
preparémonos

la noche debe de estar
renaciendo.

 

 

Coda

             Él no desapareció, simplemente lo cambiaron de morada. Entre las líneas de un poema que acaba de nacer, que carece de nombre, de bautismo y señas personales, él ahora vive, él ahora continúa gastando el resto de la cera, continúa tapando con las manos las goteras de los ojos mientras nervioso espera el dictado de los dioses —esa prueba en la que se quema y se quema por ser hombre, estudiante. Él no le abandonó, simplemente lo cambiaron de recuerdo. Así que no se enoje, no le guarde rencor. A pesar de que su libertad carece de espontaneidad y continuidad, fue él quien de buena gana se la concedió. Recuerde que de usted él no espera ni las gracias, que él sería capaz de bajar la mirada si usted decide alabarle o difamarle. Él no le olvidó, pese a lo que diga la gente, él le echa de menos cuando piensa en lo poco que hizo por usted, por usted que es producto de un sueño y un recuerdo, de un salto hacia el cielo.

 

 

Soneto

             Cómo lo explico si es como recibir carta
de Dios: el tiempo, la música, convertido en aire,
viento, espacio. Como recibir boleto para un baile
de brasas o ascuas siderales que sin falta
ahuyenta de la noche, de tu puesto, la pena
de la luna, de tu alma. Si es como esquivar los desaires,
como si la alegría fuera asunto de socaires,
de lo onírico, el azúcar, del vino o la yerba.

             Cómo explicarlo si tengo que disminuirme, exagerar,
si debo recurrir al hermético historial
del silencio: mi ignorancia y elocuencia.
Cómo. Si no sé hablar, menos escribir,
si apenas puedo con la lectura, con este vivir
que hasta recrimina lo que preservamos de inocencia.

 

 

Atrás

Revista Literaria Remolinos