Irelia
Pérez Morales |
DE ESPALDAS AL SILENCIO
“Amor
que llegas tarde, tráeme
al menos la paz”.
Dulce
Ma. Loynaz
Mi
corazón camina de espaldas al silencio, destrenza
sus arrugas, borracho de luciérnagas; en
rodajas muy finas ya está servido el Tiempo… (Hoy
sólo quiero abriles cantando primaveras). De
champán estrellado se disfrazan mis sueños; van
a los candelabros, y perfuman sus velas con
ese aroma a cita, que una noche de estreno incrusta
para siempre sobre las candilejas. Unicornios
disgregan la sal de mis corazas; el
corazón se acuesta junto al fuego, desnudo, para
esperar –muy tibio– tus caricias. Mañana pueden
llover otoños; puede volverse humo mi
piel, tras los molinos que derribe tu lanza… Si
vienes esta noche, ¿qué me importa el futuro?
Cienfuegos,
Cuba (marzo de 2006).
SOLEDAD
“En
la arena movediza de
su propia soledad.” Raúl Ferrer
La noche es una cruz sobre el asfalto para esa tumba que ha cavado Cronos; el géiser de preguntas, con que el hombre exorciza su angustia de estar solo. Salpica con arenas los porqués un tatuaje se inventa en cada cómo; domestica una piara de huracanes y torna a rezurcir su piel de lobo… La noche se destiñe y sólo queda una oblación de peces sobre el polvo
Cienfuegos,
abril de 2006
INVITACIÓN A LA DESMESURA
“Bienvenido
tu fuego que mata los rosales.”
Alfonsina
Storni Mañana será inútil esperar que amanezca. No sin el violín que te inventara nombre desde un nuevo alfabeto. El calendario ensayará su adiós a los adioses. Ven a posar desnudo. Bendito el lienzo que encadene tu perfil cuando incendies. Irrumpe hacha en mano, leñador, desvirga a la renuncia profana mis altares Haz que tu abrazo encierre esa fuga pertinaz del horizonte, mil tatuajes llameando en cada brizna de sudor… Ven y fragua un tornado que entalle mi piel a los espejos. El calendario se inclinará al vacío para oír los aplausos. Mañana arderá nuestra saliva –hecha memoria– sobre la hambrienta doncellez de las estatuas.
Cienfuegos,
enero de 2007.
HAY
ALGO MÁS QUE SOL AFUERA
Hay también sol afuera. Más allá del atolón, nadan los peces. Aún sigue ileso el cántaro. Nadie hachó los violines. Siguen ahí, cantando a la flor recién abierta. Afuera existen alas, todavía. Si alguna mañana ya no están; siempre nos quedará el recurso de inventarlas.
Cienfuegos,
abril de 2007
A
PESAR DE LOS NUDOS “ESTA
VÍA CONDUCE AL PARAÍSO”, te gritan los lumínicos, al paso. Miras… y la señal junto al camino es un índice en cruz sobre dos labios. Alguien vio que los túneles son gritos, grandes bocas abiertas al milagro… y una ley los tapió. Ahora son nichos, la voz amordazada del asfalto. Se cierran –otra vez– todos los bares; Sabina va a dormir, tras el concierto. Tú sientes que se acaba ya tu viaje… Acaso has de morir dentro de un verso, con nudos en la piel… Pero, ¡no calles!; pero nunca te mueras de silencio.
Matanzas,
Cuba, (septiembre de 2007).
ADVERTENCIA Nunca inventes el sol… Podrías quemarte.
Matanzas,
septiembre de 2007
SI
UN DADO TE MUESTRA EL DOS… A veces no hay ni una hoguera donde quemarse las alas. (Son noches en que apuñalas al cielo, por su sordera). Pero, te indulta la espera y un dado te muestra el dos… ¿Quién llega a ponerle voz al mutismo de los peces? Nacen lámparas –a veces– sobre la espalda de Dios.
Cienfuegos,
septiembre de 2007
NO HAY LEYES (TODAVÍA) QUE PROHIBAN INVENTAR PEGASOS Ven, muchacha… No llores. Ya se cerró, a lo lejos, aquel embudo terrible sobre el mar. Respira hondo. No sufras no te culpes. ¿Quién que anduvo caminos de poesía, logró hacerlo sin inventar Pegasos?) Muchacha del otoño, ven… Indúltate las manos. No fueron ellas no quienes podaron esas alas. Los Ícaros –ilusos– (¿o suicidas?); siempre terminan volando muy cerca demasiado cerca del sol.
Cienfuegos,
septiembre de 2007
DUBITACIÓN (ACERCA DE CÓMO VENDAR LAS HERIDAS AL CÁNTARO)
“Tengo
entre mis puños la flor y
me hace daño”
Karel
Boffill Cuando vuelva a sentirte muy cerca de la rabia, cuando tu olor no pierda más su propio rostro; cuando no encuentren ya las águilas sabor alguno en mi costado y se alejen los buitres… Si escampa el humo; si con la pleamar regresa tu perfil y vuelve intacto… Tal vez quieran venir tus manos, a coser (con las mías) las heridas del cántaro. Tal vez logremos armar juntos, aquel rompecabezas que ahora vive en tu espejo. Quizás el mago del tarot consiga devolverme un diecisiete; y hasta es posible que amanezca otra vez –en mitad de la sangre– algún molino… Acaso pueda entonces volver a creer en los Quijotes.
Cienfuegos, septiembre de
2007
DONDE
EL OLEAJE SE ASTILLA
A Jesús Candelario, (a propósito de un “Epitafio del náufrago”) “Los
barcos nacen como nacen dolores. Y
llegan como pájaros al cielo….”
Thiago
de Mello
Vienen los barcos: espuelas en los ijares del mar; maderos donde el azar se columpia; centinelas amordazados. Las velas son novias de un tiempo ido, llorando
por el vestido sin estrenar, (pobre encaje, que sólo lució en su viaje la marea del olvido, cuando no fue a la capilla el marinero)… Son canas los barcos, y sus campanas también doblan por la quilla, donde el oleaje se astilla como un vitral. Nervaduras, en que crujen las amuras del tiempo. Con sus hamacas, una fiebre de resacas se rompe por las costuras del mar. Cada barco es una brizna en la quimera, desperdicio de madera que ya no cree en el pez, (si es cantor)… ¿Habrá un después de las sirenas? No creo que haya un después. Si el cuneo salobre va a la garganta, ¿cómo saber si el pez canta? (Que nos responda Odiseo, si escuchó)… Qué olor a ausencia se ha colgado en los pilotes; un amago de garrotes se cierne, como advertencia. Arde una reminiscencia de proas, sobre los charcos; gimen
las flechas sin arcos: (adioses que ya no están)… Es que los barcos se van… Silencio… Se van los barcos. Cienfuegos, septiembre de 2007
© Irelia Pérez Morales
|
|
Irelia
Pérez Morales. Cubana. Licenciada en Historia y Ciencias
Sociales. Poeta y narradora. Tiene editado el poemario “Donde siempre
hay ventanas”, Edit. “Mecenas”, Cuba/2006. La Editorial cubana
“Gente Nueva” le publicará en breve un libro de narrativa para niños.
Parte de su obra aparece en
la Revista “Azahar”, de Cádiz; en Antología de 22 poetas
hispanoamericanos, (Entrelíneas Editores, Madrid- nov/2005); Antologías
“Desde mi ventana: soledad y vértigo” y “Silencios de hielo y
papel”, (Edit. Ábaco, Madrid/2006). Su libro “Sueños en el
columpio” fue Recomendado por el Jurado del Certamen Internac.
“Libresa 2007, (Ecuador), y será publicado próximamente allí. Obtuvo el Premio en los Concursos Internac: “Abaco”
(Madrid, septiembre/2006) y “Palabras Diversas” (Madrid,
diciembre/2006). |
Revista Literaria Remolinos