Sacrilegio
tu pezón súbito se alza
en los valles ilusorios que tejen mis manos
una frase clandestina
arropa tus tetas
el relámpago recomienza la tempestad
borroso cuerpo cuando se escapa el sexo al profundo exilio.
Tótem
Si no atraviesas el telón arrogante que cubren tus ojos
Creerás que eres el único actor
Capas de morderse la
espalda.
tu
cuerpo
toco tu esencia y la fecundo
exquisita boca
suculento instante en que te conocí
cuando soy tus labios desordenados
desplazo la lucha de banderas
el compromiso en donde estoy fallo
te toco y me envuelvo la desnudez de vértigo.
toco tu boca y limpia mis labios
llenos de soledad en un instante
sólo para que al desnudarnos
fluyan luciérnagas
y así nunca dejar entrar la oscuridad
ni el silencio
a nuestra casa.
Por
ti
tengo el cuerpo intangible porque alma soy
tengo vocablos sin forma atragantados en el tiempo
tengo que limpiar mi magnética boca llena de dudas
tengo impregnada el alma de versos percudidos
tengo que callar , huir volverme fantasma
tengo que salir de la rutina psíquica
tengo una soledad maligna inigualable rodeándome
tengo un amor que me extirpa los ojos de solo verte
tengo desordenado los pulmones, el corazón, las entrañas
tengo una soledad mordiéndome el amor
tengo que devolverme al purgatorio
a las calles.
La noche
al caer la tarde no la toquen
no la miren
no se reflejen en su moribundo cuerpo
esperen que el sol la nutrirá el próximo día
solo observen en lo que se convierte el fruto de las horas.
La
noche
al caer la tarde no la toquen
no la miren
no se reflejen en su moribundo cuerpo
esperen que el sol la nutrirá el próximo día
solo observen en lo que se convierte el fruto de las horas.
© Jairo Prieto
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