David R. López Ambrosio
[email protected]

¿Hay motivos
para deformarse el rostro a carcajadas?

El tiempo
un gigante de cemento a media calle
Las horas
son unas putas esperando a ser folladas
Los minutos
enanos correteando por los pasillos de tu entrepierna

Esperan dote
entre desvencijadas muecas de hartazgo
ignominia y desventura se siente en la plaza

Cada gente en sí misma
lleva su propio infierno
lo noto al cruzar la calle
me miran
lo saben
nos conocemos
sufrimos
estamos cubiertos por el humo negro de la contradicción
nos baña la lluvia por igual
es un solo cuerpo el nuestro
la misma losa pesada cargan nuestras espaldas
¿Capitalismo?
¿comunismo?
¿Leer?
¿escribir?
¿ Importa si me alimento de la misma mierda que todos?

Se pierde en un bache
el último rastro de lluvia
un sonido anuncia el final de la jornada
los compañeros dejan por un momento de ser esclavos
salen a respirar emancipación
al llegar a casa son esclavos de nuevo

¿quién dice que nacemos libres?
Todo hombre es esclavo de algo
la pasión es una celda
la más cruel de todas
a la que nos acostumbramos al nacer
y dejamos sólo al morir

¿Qué te apasiona?
el Internet
los libros
la televisión
mujeres
hombres
son mazmorras que escogemos
con estúpida deliberación

Al final del día
libertad no puede dejar de ser entendida
sino como la manera en que escoges
las rejas donde terminarás tus horas putas

SUPONGAMOS QUE ES MENTIRA

Supongamos que es mentira
que te acuestas sin desvestirte de mi
de los recuerdos que cuelgan de tus labios
y de esa foto mía que llevas en el bolso
supongamos que es mentira
que no repites mi nombre cuando a solas en tu cuarto
la parte de ti que no me olvida se incendia en las noches

supongamos que es mentira
que decidiste volver
toca de una vez mi puerta
entra a la alcoba desnuda
y sin decir nada vistete de nuevo de mi
al amanecer seremos mudos y te irás
las palabras no hacen falta
y si acaso dices algo
supongamos que es mentira

FUSION(ES)

I
Caen como pájaros los recuerdos
ante un cuerpo desnudo y muerto llamado mar
acaricia tu piel arenosa
a cada suspiro de sol
a cada palabra del viento
sientiendo la sombra en la espalda
Calcinándose sin remedio
en un rincón de nubes
muere la brisa
de tus labios gotea la noche
me han mirado de nuevo
tus ojos de insomnio

II
Dos rostros se repudian en el día
huyen despavoridos de si mismos
se refugian en el sargazo de la idiotez
mas en la noche
se reconcilian y fusionan
se beben a si mismos en sus labios desflorados
guardan su plumaje clandestino
bajo una nube en forma de sombrero
la magia de sus dedos los hace tocar el infinito
muerden sin remedio el orgasmo a medio canto
gritan hablando, se fluyen en gemidos largos
pausa              dos
Luego sus miradas se encuentran
se rasguñan los rostros
huyen de sus propios cuerpos
vuelven a ser dos desconocidos
hasta que el clandestinaje nocturno
los arroja de nuevo al (a)mar

SILENTE

Silente
Talvez sea mi vocación esperar
entre atardeceres humedecidos en mi vejez

Ante la frescura del recuerdo añil
la impertinente miseria de caricias
clava en mi rostro la nostalgia por el tiempo

Esperar a que el olvido llegue
mientras los pasos desnudos del aire
traspasan desvencijados recuerdos
donde la inmortal repetición de tu nombre
es cegada ante la impotencia de unos labios tristes

pedazos de piel desgarrados a besos
caen como flechas de agua
innundando el camino
que ya nunca más me llevará hacia a ti

has matado sin tus besos esta boca
que otra boca jamás besará

ANOXEMIA

Que ya no somos dos
insistes
nunca lo fuimos
y que terminó hace mucho
del otro lado del teléfono se oyen risas
una voz insiste en que cuelgues
dices que no me entiendes cuando estoy borracho
que un día me visitarás
leerás algunas de mis cartas
y te pondrás el vestido con el que te conocí
que no puedes prometer otra cosa
yo se que no lo harás
me arrepiento de haberte vuelto a llamar
arrugo tu foto mientras termino
de hacer el nudo que sostendrá mi cuerpo.

© David Rolando López Ambrosio