Universidad  Yacambú
Maestría en Gerencia de las Finanzas  y de los Negocios

Asignatura: Gerencia Estratégica

 

Grupo 3 TRABAJO Nº 2

Uso del Modelo Porter para realizar el Análisis Organizacional de una Empresa

 

Integrantes: Mariela Matheus, Arístides Páez, Marcos Gallegos, Jesús González, José Castillo,  Yvan Medina

 

Generalidades del estudio

La siguiente investigación está basada en la aplicación del modelo de las 5 fuerzas de Michael Porter a la empresa Banca Agropecuaria Banesco

Banca Agropecuaria es un Banca especializada inserta dentro de la organización Banesco Banco Universal, la cual presta servicios financieros, formada por un equipo de asesores integrales, especializados en la atención de las necesidades de productos y servicios financieros de personas de alto patrimonio y diversificación en su actividad financiera Agrícola, Pecuaria y Agroindustrial. Banca Agropecuaria brinda atención personalizada con la más elevada calidad y confidencialidad. Forma parte del Grupo Banesco y esta comprometida con la rentabilidad y crecimiento de la organización.

Se plantea el modelo de las 5 fuerzas de Porter como herramienta para realizar el análisis competitivo de la empresa. Para ello se considera de vital importancia la comprensión del concepto de competitividad. El término competitividad captura  en una sola palabra, temas complejas referidos principalmente al desempeño de las empresas y al de sectores económicos en el contexto comercial internacional. Se distinguen dos tipos de medidas de la competitividad:

1.                  Desempeño competitivo: se refiere a la comparación del desempeño (participación de mercado, rentabilidad) de una firma, un sector o un país en relación con sus rivales. Un indicador ampliamente utilizado es el denominado Ventajas Comparativas Reveladas (VCR), o Revealed Comparative Advantage (RCA).

2.                  Potencial competitivo: se refiere a la posibilidad de alcanzar altos niveles de competitividad, ya sea a partir de la disponibilidad de ventajas basadas en insumos y/o factores o en procesos. En este trabajo analizaremos el potencial competitivo sectorial mediante la utilización del modelo de M. Porter (1991).

 

Modelo de las 5 fuerzas de Porter

Porter desarrolla su teoría de la competitividad y la estrategia de negocios en tres obras básicas (1980, 1985 y 1990). Esta primera – “modelo de las 5 fuerzas”-  definen las características de la competencia dentro de un mercado o sector: rivalidad entre las firmas presentes, poder de negociación de vendedores de insumos, poder de negociación de los compradores, amenaza de productos sustitutos, y amenazas de entradas de nuevas firmas. Para Porter es indispensable conocer a cabalidad el comportamiento competitivo de la industria y de esta manera desarrollar estrategias exitosas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


1.      La rivalidad entre las empresas que compiten. La rivalidad entre empresas que compiten suelen ser la más poderosa de las cinco fuerzas. Las estrategias que sigue una empresa sólo tendrán éxito en la medida en que le ofrezcan una ventaja competitiva en comparación con las estrategias que siguen empresas rivales. Cuando una empresa cambia de estrategia se puede topar con contraataques por represalia, por ejemplo bajar los precios, mejorar la calidad aumentar las características, ofrecer más servicios, ofrecer garantías y aumentar la publicidad.

El grado de rivalidad entre las empresas que compiten suele aumentar conforme los competidores se van igualando en tamaño y capacidad, conforme la demanda de los productos de la industria disminuye y conforme la reducción de precios resulta común y corriente. La rivalidad también aumenta cuando los consumidores pueden cambiar de una marca a otra con facilidad, cuando hay muchas barreras para salir del mercado, cuando los costos fijos son altos, cuando el producto es perecedero, cuando las empresas rivales difieren en cuanto a estrategias, origen y cultura, y cuando las fusiones y las adquisiciones son cosa común en la industria. Conforme la rivalidad entre las empresas que compiten se intensifica, las utilidades de la industria van disminuyendo, en ocasiones al grado de que una industria pierda su atractivo inherente.

2.      La entrada potencial de competidores nuevos. Siempre que exista la posibilidad de que empresas nuevas entren en una industria particular sin gran dificultad, aumentará la intensidad de la competencia entre las empresas. Así pues, las barreras contra la entrada pueden incluir la necesidad de obtener economías de escala rápidamente, la necesidad de obtener tecnología y conocimientos especializados, la falta de experiencia, la sólida lealtad del cliente, la clara preferencia por la marca, el cuantioso capital requerido, la falta de canales de distribución adecuados, las políticas reguladoras del gobierno, las tarifas, la falta de acceso a materias primas, la posesión de patentes, las ubicaciones indeseables, los contraataques de empresas atrincheradas y la posible saturación del mercado.

3.      El desarrollo potencial de productos sustitutos. En muchas industrias las empresas compiten ferozmente con los fabricantes de producto sustitutos de otras industrias. La presencia de productos sustitutos pone un tope al precio que se puede cobrar antes de que los consumidores opten por un producto sustituto.

Las presiones competitivas que surgen de los productos sustitutos aumentan conforme el precio relativo de los productos sustitutos disminuye y los costos de los consumidores por cambiar a otro producto bajan. La fuerza competitiva de los productos sustitutos se puede medir con base en los avances que logran esos productos en su participación en el mercado, así como en los planes de esas empresas para aumentar su capacidad y su penetración en el mercado.

4.      El poder de negociación de los proveedores. El poder de negociación de los proveedores afecta la intensidad de la competencia en una industria, especialmente cuando existe una gran cantidad de proveedores, cuando sólo existen unas cuantas materias primas sustitutas buenas o cuando el costo por cambiar de materias primas es especialmente caro. Con frecuencia, los proveedores y los productores hacen bien en ayudarse mutuamente con precios razonables, mejor calidad, desarrollo de servicios nuevos, entregas justo a tiempo y costos bajos de inventarios, reforzando así la rentabilidad a largo plazo para todas las partes interesadas.

Las empresas pueden seguir una estrategia de integración hacia atrás para adquirir el control o el dominio de los proveedores. Esta estrategia es especialmente eficaz cuando los proveedores no son confiables, son demasiado caros o no son capaces de satisfacer las necesidades de la empresa en forma consistente. Por regla general, las empresas pueden negociar términos más favorables con los proveedores cuando la integración hacia atrás es una estrategia bastante usada por las empresas rivales de una industria.

5.      El poder de negociación de los consumidores. Cuando los clientes están muy concentrados, son muchos o compran grandes volúmenes, su poder de negociación representa una fuerza importante que afecta la intensidad de la competencia de una industria. Las empresas rivales pueden ofrecer amplias garantías o servicios especiales para ganarse la lealtad del cliente en aquellos casos en que el poder de negociación de los consumidores es considerable. El poder de negociación de los consumidores también es mayor cuando los productos que compran son estándar o no tienen diferencias. En tal caso, es frecuente que los consumidores tengan mayor poder de negociación para los precios de venta, la cobertura de garantías y los paquetes de accesorios.

Instrumento aplicado  

Resultados del estudio

Análisis de los Resultados

Conclusiones

El modelo de Porter representa a las empresas como un campo de batalla o un juego de poder con fuerzas en conflicto. La mera elección de las palabras utilizadas para describir el modelo resultan muy reveladoras. Se habla de la rivalidad entre competidores, amenazas de los nuevos participantes, amenazas de los sustitutos y poder de negociación tanto con los proveedores como compradores. Todas estas palabras encierran un mensaje de fondo: “El mundo de los negocios es duro y competitivo”. Para sobrevivir, la empresa tiene que ser la mejor y estar preparada para aniquilar a sus oponentes destruyendo su base de poder.

Tal como es sabido, este clima conflictivo y antagónico no explica necesariamente las formas más efectivas o incluso más comunes de competir. Las empresas que son realmente ingeniosas para conducir sus negocios deben aprender una lección muy importante: saber cuándo y dónde competir, e igualmente,  saber cuándo y cómo cooperar. Existen formas de cooperación: asociaciones de empresas, acuerdos de licencia, acuerdos de suministro, iniciativa de capital de riesgo y muchas otras formas  que comparten el objetivo común de eliminar o reducir significativamente la confrontación entre competidores, proveedores, clientes, los nuevos participantes potenciales y los productos sustitutos.

El modelo de Mckinsey por su parte, desarrolla el enfoque de las 7S para el análisis administrativo de una empresa. Es una verdadera lista de verificación para poner exitosamente en práctica la estrategia de la empresa. Señala a través de siete palabras que comienzan con “ese”, los factores vitales a tener en cuenta  y que actúan en forma integrada: Strategy (Estrategia), Superordinate goals (Metas Superiores), Skills (Habilidades), Structure (Estructura), Systems (Sistemas), Style (Estilo) y Staff (Personal).  Si se descuida alguno de los siete factores, el cambio podría convertirse en un proceso, largo, lento e incluso podría provocar la muerte del sistema.

Existen otros modelos (Analisis FODA, Balanced Store Card, modelo Europeo de la Calidad, etc) que se utilizan para realizar un Análisis Organizacional (AO) de la empresa. La práctica del AO varía en función del tipo de organización en la que transcurre, y de la situación en que ella se encuentra. No es igual desarrollar una práctica analítica en una escuela, en un hospital, en un sindicato o en un banco. Ni siquiera es igual hacerla en un banco público que en uno privado, aunque ambas se dediquen al mismo tipo de actividad. La situación por la que atraviesa la organización es también determinante de la modalidad que puede asumir la práctica del AO en ella. No hay entonces una práctica del AO, sino tantas como contextos específicos y situaciones puedan distinguirse. 

Por todo lo expuesto, puede afirmarse que, el tipo de organización de que se trate, y la situación en que se encuentre, unidas a las experiencias que se hayan tenido anteriormente con la utilización de cada tipo de agrupamientos, determinarán la elección del modelo para realizar el Análisis Organizacional de la empresa.

 

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