Canon de cierre y apertura no.21 ©2007, Adrián Lozano Poca lectura ortodoxa, evasión de la supuesta prioridad, un poco de codicia en el actuar desesperado y descuidos nutricionales al azar son algunas de las costumbres que al último ciclo social en cierre marcaron en mi vida; también saturada de entradas sorpresivas, más cargadas hacia el cierre de cuentas, logrando sacarme de la banca rota y llevándome a las utilidades tan deseadas. Sin la acostumbrada invasión de nostyalgia, hoy me encuentro plasmando el primer recuerdo del mañana para este ciclo que, si mal no recuerdo, llamaremos 2007. Con gratitud, aprovechando que la mayoría se ha preparado para recivir, extiendo mi sinceridad más pura reconociendo a todos aquellos, muchos más que nunca en esta ocasión, con quienes tuve el gusto de compartir vida por medio de sonrizas, besos, caricias; de abrazos, rechazos, enseñansas y aprendizajes; también con confianza, añoranza y en veces tristeza. Reitero que el amor lo vivo con vosotros y me motiva a incluír cada vez a más que sepan aterrizar, no solo volar, que hoy en día solo eso no resulta suficiente y mucho menos original.