Sin verde ©2007, Adrián Lozano Nunca te encontré en mi árbol de otoño, ni en su calloso tronco bineural; nunca te vi en los campos pasando el tiempo con Atenea o Pacha-Mama. Cayeron hojas doradas, cobre y combinadas; pasaron astros y mis ojos se separaron de mis manos, pero tu recuerdo no se ha ido de mi cavilar en este titubeante borde peligroso ni en la filosa orilla de mi mente. Como extraño esos labios; y mucho más tus ganas de volar juntos, acompañados y acompañando en ánimas.