Grito silente ©2003 Adriàn Lozäno Noches sin fin extasiado tratando de llamar tu atención resignado ante tu falta de respuesta tomaba mi guitarra y cantaba una canción Escuché de otros labios y otras lenguas afinidad de ideología pues tras la espera ni el coqueteo me permitió llegar... (ante ti) He intentado de un salto alcanzarte, pero mi tierra me ata con su gravedad; fracacé buscando un lazo algo elegante para al lazarte no dañar tu semblante de metal. Pero, Luna... dime si acaso me habeis visto antes, dime si algún día llegarás a enamorarte... Luna maldita: ¿Qué haz hecho tú mas que brillar? y no solo tu sino tus hermanas también, lunas de otros planetas alrededor que solo ofrecen su esplendor de anochecer; yo solo busco alrededor y busco algo, tan solo un poco del candor que he visto envejecer. Noches sin fin de escritura gastando material por ti, por tu figura tan atractiva, comprendí que ya te diste a la fuga, que alguien dijo primero, que te adularon derrepente y decidiste entregarte al cuerpo recurrente de tu curvatura y linaje transparente. Mas yo bien se que ha sucedido y se me niego a concevirlo, pues mucho más te agradó, por supuesto... la superflua propuesta orvitante a toda costa. Pero, Luna... dime si acaso me habeis visto antes, dime si acaso llegarás a enamorarte... (de mi). Luna maldita: ¿Qué haz hecho tú en el ocaso? pero brilar en varios lechos de muerte de muchos de mi hogar, compañeros de gusto y tierra inherte que cobra vida ante tu loca vertiente de luz, de sombra, tras mi más desgarrante grito silente! estando imerso en la más brillante oscuridad, ardiendo en llamas de dolor con el impaciente combustible que fluye por mi sangre, me transforma en algo imposible y me roba el aliento: corta mi cantar. No me queda más ahora que seguir contemplándote en silencio, guardar mis deseos, mantenerlos convictos y desearte suerte luna: te vez hermosa!