Claustro ©2005 Adriân Lozäno Desde aquí puedo ver varios libros, una que otra revista, fotos y calendarios; pero no encuentro tu rastro ni tu presencia, no perteneces, ni será en años, a este ambiente. Desde aquí noto ahora, tras una y otra repetición, como me he obstinado en vos, en todo tu ser; pero me alegra tener presente tu libertad pues, así, se que sigue siendo amor la razón. Que dureza y resistencia en los barrotes de mis brazos, que pequeño y apretado ahora resulta ser mi cuerpo. ¿Es que no existe reubicación para este espíritu encarcelado? ¿Es que no podemos darnos juntos a la fuga y un momento no estar presos? Desde aquí puedo ver tu sonrisa inocente, alguna maliciosa, una falsa y algunas lágrimas; pero no encuentro el remedio ni tu decisión. No pretendes, espero cambies, cambiar completamente. Que dureza y resistencia en los barrotes de mis brazos, que nos tienen recluidos en realidades que no hemos procurado. Que pequeños y apretados ahora resultan nuestros cuerpos, que nos tienen inconformes en espacio y en el tiempo.