Constantes y atentos ©2005 Adriân Lozäno Buscar, como un lobo a su presa, desesperado por desgarrar tu piel. Veo la Luna llena, ¡Qué lejos has llegado! liebre escurridiza: por ti toda la noche lloraré. Aullar, mi alma se desgarra. Cuan débil se vuelve mi espíritu con el alba, conforme pasa el tiempo puedo sentir tu aliento consumirse, no queda nada... las cenizas son demasiado junto a tus restos. ¿Qué tan lejos? ¡Cuan de prisa! Entre más fuerte pregunto más copiosa es la risa que se burla de mis penas y de mis pasos, pues camino a tientas en la noche a falta de mi Luna luminosa. Caer, como una roca de lo alto; experimento una vertiginosa aceleración vergonzosa... ¡Cuan de prisa suceden las cosas en esta vida! Que fugaces son las sonrisas entre nosotros los que concordamos poco en el tiempo y nos buscamos constantes y atentos. ¿Qué tan lejos? ¡Cuan de prisa! Entre más fuerte es mi voz más copiosa es la risa que se burla de mis penas y de mis pasos, pues camino a tientas en la noche a falta de vos: mi Luna luminosa.