Errante fugitivo ©2004 Adriàn Lozåno Viajo invisible por encima de la gente, de las preguntas que me atacan y agreden, entre el silencio absurdo de mis labios, viajo completamente indiferente. La incertidumbre me corroe la lengua y quisiera saber donde me llevan, ¿por qué si ya no me hablan no logro conciliar aún una tregua? En vano sería defenderme, mi voz está hueca para los oídos huecos, cual mi sentir, mis razones y mis huesos. Tu verdad no es a mi juicio más que errores; eres pura falta de sesos. Y ahora...? Ya no importa, ¡Solo quiero descansar! Abandonarme en la soledad que me pertenece pues, ¿quién hay que no aborrece ser interrumpido en la intimidad?