Luna creciente ©2004 Adriàn Lozäno ¿Cómo te pido, astro luminoso, que te quedes para siempre, que no abandones a este hombre en tan penoso lecho mortal si apenas estás creciendo como esta serpiente. ¿Cómo te alcanzo?, astro viajero, si ni siquiera haz encontrado casa, humilde siempre caminas lejos de la masa de gente que huye del uso de la mente. Brillante Luna, cuarto creciente... no te olvides de mi en tu muerte que, cuando renazcas te estaré esperando con los brazos abiertos como siempre. El problema es que soy muy ambicioso. Al mirarte necesito besarte; durante el abrazo, mil caricias necesito regalar a tu dulce piel... y al besarte siento la necesidad de compartir contigo la semilla y mezclar así nuestras vidas para siempre.