La casa de la pereza
Cantos de sirena
El jardín de los arcángeles
Carteles
Manuscritos de Cintio Lujama
para mi hermano Arturo
Es preferible no dedicarse a las Letras,
cuando, poseyendo un alma oscura, se
está obsesionado con la claridad.
No se dejará tras de sí más que suspiros
inteligibles, pobres residuos del rechazo
de ser uno mismo.
E. M. Cioran
De aquellos que han convertido la luz,
no la sombra, en constante interrogante
por haber, sin duda, vivido siempre en la
oscuridad, cuán cerca me siento.
Edmon Jabés
Este poema crece en el aire Soy el pescador ribereño
La caracola ¿Canta o afirma algo?
El sol entero
La quinta del sol No hay brío en la voz de la sal
Bacalao Después del norte
Paisaje turquesa El papagayo
Playón de Hornos He comprado Vienen del mar dispuestos a cualquier cosa Los he visto por el Playón de Hornos Nadie escribe la crónica de lo terrible Estos calores burlaron el paisaje
Cuerpo de luz El silencio de la luz es semejante a un puerto su voz fragante saluda nuevos giros de faros Una de estas frases ha de entrar a la rada El cuerpo de la luz su mirada le provoca una salva de versos al silencio La intensa piel de esta silueta Un buen día la luz se apaga sin dejar puertos
Oración Faro de mi oscuridad Estrella del mar Barca de la vela perpetua Ave Marina no detengas tu vuelo
La luna embarca sus rayos Llena de luna De quién ha ido amor a derramar su epifanía
Pichos
Sin embargo nadie ha visto Max Ernst
El picho y yo I El parloteo de los pichos II En el amanecer y anochecer del día III Los pichos son la alarma IV El color del picho V El picho es un solfeo VI Nada en el picho es bello o útil VII Alias el zanate VIII Qué ave el picho IX Una mujer y un hombre X Ni picho XI La hembra del picho XII Sobre el pasto del jardín XIII Sobre la nube en el cielo XIV Sobre la fuente del parque XV Sobre el cabello de mi cabeza
Estiba del paisaje Primera caja Segunda caja Tercera caja
Pregón de la naranja ¿Quién me compra una naranja? José Gorostiza
Naranja fresca
Almeja ostra
El jarocho de la jarana azul El jarocho se inclinó sobre su jarana Le gritaron "Posees una jarana azul El jarocho respondió "Costas y son Le gritaron entonces "Jaranea unas pisadas en la jarana azul
La barca roja Nada importa sin una brillo de cristales de sal junto a blancas a la orilla
Graznido He visto a los mejores cuerpos de mi generación
Señora luminosa Atiende nuestras aguas Señora luminosa Ruega por nuestras mareas Señora luminosa Escucha nuestras olas
Magenta Llueve Magenta su desnudez Qué guinda va Magenta
La extranjera Huele a desierto y errancia
Golfa de México
Oh, let our voice His praise exalt Andrew Marvell
Donde comienza el bulevar
Poeta de Veracruz a Marisol Robles
¿Fue Dámaso Alonso quien escribió acerca de una mujer
La novia del mar a María Zorrilla I El velo transparente permite entrever sus facciones II El mar se enamora de ti
Agua y luz En el principio agua y luz eran Luz vive en la casa de Acuario
Mujer con frutas y mariscos ahí donde abre el erizo las adivinanzas del agua Odysseas Elytis
En la soledad bermeja Eva Angélica entra y observa Límpida Eva Angélica Desnuda en el ahora cuarto menguante
Nocturno de luz para Ana Lillián
Aún es de luz el día Envueltos por el paño blanco del calor lírico Despierta nocturna Las líneas de su cuerpo sobre la sábana
Trasluz del agua
Medusa
Visible invisible
caluroso
de Punta Jerez
pasa por los puertos de Veracruz y Coatzacoalcos
Este poema
pronóstico de mi tiempo
no señala cambios en su temperatura
al leerlo aparece
la vastedad de mi pequeña visión
Deslinde
Mi signo es la incierta lumbre
de las lindes
mi identidad
los puertos y las playas
No alardeo de conocer el mar
Soy
en donde y con quien juegan los filos
La playa es el único sitio
donde estoy al resguardo
de la orilla del mar
Es una casa abandonada
Albergue del aire
está guardado en un
gris monedero
El mar roe esa playa
donde se crea la nao del sol
Al sur del día
el reo de la luz se lía a golpes de ron
con la tez de una ola gris
En el cielo la pinta de la esmeralda
ha de fluir en pos de una pulpa marina
bananas está toda la playa
echando espuma por la costa
Álgidos silencios de mar
no le den de beber más sol a la palmera
Estamos cayéndonos de trópico
A quien pasa la marea boba le grita
¡bacalao! ¡bacalao!
mientras las olas duermen
Mis amigos y yo
estamos reventándonos en el bulevar
al acecho de una sirena de cola ancha
aunque sea travestí
para gritarle ¡bacalao! ¡bacalao!
cantan sus nombres
donde nos reconocemos
No basta la alharaca matutina de los pichos
para alumbrar los tulipanes
En el albo callejón de antiguos paisajes
relumbra con el ímpetu de las mareas
los periódicos locales y nacionales
y no
en ninguno aparece la noticia
desembarcan de prisa
al rato toman sus lugares en el puerto
nueva invasión de viejos imperios
llevan como un botín
atadas con sudores
las alegrías
donde las sirenas de embarcaciones anuncian naufragios
con los lienzos desplegados en el clamor de la noche
procura en mis labios su astillero
se parece a la dársena donde amarro palabras
para que atraque el poema
ilumina mi coralínea súplica
líbrame de caer en abismo
iza tu manto y alivia mis mareas
Ave Marina el sol es contigo
Ave Marina enciéndeme el mar abierto
hacia la Isla de Sacrificios
la barca deja una estrella de agua
tras la cauda de marea
nunca a un pájaro con una
pluma en la mano.
compartimos el canto y la pluma
epígrafe y epitafio del día
el picho sirve como agente de tránsito
del reloj checador de sol
no está en su plumaje
sino en la actitud de la luz
Más que pájaro
un provocador
alias la corneja
alias el tordo
el picho es el primer sospechoso
sí sí qué ave
son uno
Una mujer un hombre y un picho
son tres
ni cacho
ni deja volar
no es la picha
la presencia de un picho
la presencia de un picho
la presencia de un picho
el excremento de un picho
cinco pelícanos
siete palmeras
cinco pelícanos
siete palmeras
una gaviota
siete palmeras
naranja dulce
naranja de Martínez de la Torre
Para el lujo de la mañana
para la luz del medio día
Naranja fresca y jugosa
a siete pesos el cuarto
Naranja fresca
naranja dulce
naranja de Martínez de la Torre
crótalo castañuela
perla silencio
(Perversión del poema de Wallace Stevens)
Un pobre pescador El oleaje era verde
no rascas sus cuerdas como un son"
suenan diferentes en la jarana azul"
órale
un son para reír y bailar muy ribereño
sobre costas del son"(Perversión del poema de William Carlos Williams)
de verdad
barca roja
gaviotas
del mar
formados por los aeróbicos
embarrados de bronceador
reventados
desnudos
asoleándose en la playa
Cantos de sirena
Jamapa
Tú que guías de la garza al vuelo
y fundas la ribera del Jamapa
con los colores de estío
Tú siempre distinta al trazo de un cauce
arrullas cangrejos sobre tu cieno
con el suave chapaleo de un batel
Tú que impones las orillas al río
y amarras amuletos de luz al cuello
esbelto de los juncales
dalian su cuerpo
las trenzas del mar
mañanas en crepúsculos
recuerdo glauco
siesta de siena
a morar el violeta
a nada
Viene del norte como antes los bárbaros
Vano es impregnarle el olor del puerto y la playa
Cuando camine por otras calles nadie sabrá acerca
del mercado de pescadería
del perfume de la sal
de este flamboyán en luz
Huele a distancia
la más corta al olvido
Al sol no le agrada
Arrimada al horizonte buena sombra le cobija
Till it arrives at heavens vault
Wich Thence (perhaps) rebounding may
Echo beyond The Mexique bay!
aquella prostituta sin pintura
hostia varicosa de mi soledad
eco de pleamar que se deslíe
trueno mudo con perfume sin brillo
salva a toda costa de su orilla
y de su paso por la acera?
Ella crea un nocturno en la calina de su estero
Alguien le extrajo el altivo nivel del mar de su costado
La bahía dibuja un gesto con sus pasos
alcanza una estatua airosa y jaranera
Ella camina por el látigo mirar del puerto
en la balandra le surge una pregunta
¿Cuál es el origen de este poema?
Gala de aire y sal
Un deseo escrito por acuarelas
maquilla su feminidad
mascarón de carabelas rimas
El mar ya pisa tierra firme
Un arpa de olas interpreta los himnos compuestos
por el airón real
porque arder es tu significado
cordillera sin trama
porque la montaña mira al océano
con los ojos de la asfixia
semejanza fluvial de valles y playas
tu altura al mar lo llena de equilibrio
Eres la tierra adentro
lo imponderable
hermanos siameses
ignora su propia humedad
orla sus labios con el vacío
su voz viste un luto de oriente
el verbo transita por los claroscuros de su alter ego
(la ola es una idea del mar intuida por la luna)
pinta con acuarelas los pliegues de la madrugada
Hoy ella es el punto más alto en mi escritura
de este cuarto creciente
la luna abre las hojas
de las ventanas
una cama llena de frutas insanas
una mesa repleta de mariscos groseros
Eva Angélica
naranja partida de labios despintados
luz mestiza de erizos vellos
encuentra en un taburete el color
para encender el abanico eléctrico
las aspas disparan sobre ella
todas las adivinanzas del agua
Corre al baño y tras la puerta
descubre la palabra del tercer día
cate de su corazón
busca la toalla para secar
sus lumbres dormidas
descubre este poema
comienza a leerlo
lo tirará furiosa al terminar esta línea
cuando duerme de claridad
sus sueños arrojan el fulgor de estelas voraces
a la hoja sin trazos de su infancia
acurrucada al alba de mi piel
son un esbozo
un sendero abisal
bajo su enagua(Marianne Moore)
un amatista teñido de ámbar
tu brazo y se espasma
y huye asustada