GAUCHO

13-4-2001

Pregunta formulada por Omar Floro Genaro

Varias conjeturas se han hecho para explicar el origen de esta palabra que se documenta en la zona del R�o de la Plata desde la segunda mitad del siglo XVIII. Algunos han querido derivarla del quechua ("guacho" < u�jcha), otros del mapuche ("guaso"), otros del vasco ("haurtxo") o bien de la palabra "gauderio", nombre m�s antiguo con que tambi�n se designaba a los gauchos.

Hay que tener en cuenta que la forma original parece haber sido "ga�cho", tal y como testimonian las documentaciones m�s antiguas de la palabra ("gahucho", "gabucho") y como se pronuncia todav�a en Brasil y, al parecer, hasta fechas no muy lejanas, en Uruguay seg�n Jorge Luis Borges ("Tl�n, Uqbar, Orbis Tertius"):

"Hablamos de vida pastoril, de capangas, de la etimolog�a brasilera de la palabra gaucho (que algunos viejos orientales todav�a pronuncian ga�cho)"

La pronunciaci�n actual es, pues, fruto del antihiatismo caracter�stico del espa�ol de Am�rica y, en particular, del lenguaje gauchesco.

La hip�tesis m�s veros�mil que conocemos sobre el origen de esta palabra es la que da Marcos Mor�nigo en su "Diccionario del espa�ol de Am�rica":

"GAUCHO. (Del guaran� ca�� y el sufijo espa�ol "cho") (...) Investigaciones recientes prueban concluyentemente que el nombre GAUCHO naci� en el trifinio argentino-uruguayo-brasile�o actual. La primera menci�n documental conocida se encuentra en una comunicaci�n del comandante Pablo Carbonell al gobernador V�rtiz del 23 de octubre de 1771, en la que se dice que "Habiendo tenido noticia de que algunos Gahuchos se hab�an dejado ver..." Este texto permite suponer que en esa fecha la voz no era ya novedosa, y su graf�a denuncia que no se pronunciaba gaucho sino ga�cho -como todav�a se dice en el Brasil-, que es forma m�s arcaica y por tanto probablemente m�s cercana a la etimol�gica. La segunda menci�n de la voz aparece en un informe enviado al mismo gobernador V�rtiz en que Ignacio Paredes dice: "Yo por salir tan pronto fui con muy poca gente, que casi todos los gauchos me han hecho burla...", y unas l�neas m�s adelante: "En el campo se rreconoze que hai muchos Gauchos..." . Es muy de notar que en las comunicaciones oficiales el t�rmino gaucho est� sustituido por "cuereadores". Todo esto se explica si se supone que "gaucho" era ya voz bien conocida en la regi�n, pero por ser tenida por india no parec�a apropiada para escribirla en un documento oficial. Que la voz no era del portugu�s brasile�o se afirma en el "Diario resumido" de Jos� de Saldanha (1787), que dice: "Gauches, palabra espanhola usada neste pa�s para expressar aos Vagabundos, ou Ladroes do campo, quais Vaqueiros, costumados a matar os Touros chimarroes, a sacar-lhe os Couros, e a levalos ocultamente as Povoa�oes, para a sua venda ou troca por outros generos". En resumen, "gah�cho" o "ga�cho" es voz que por el a�o 1787 empieza a sustituir tambi�n en el sur del Brasil a los antiguos "changador", documentado desde 1729, y "gauderio", documentado en el a�o 1746, que eran las denominaciones espa�olas de "las gentes que se emplean en estas faenas de matanza de reses.. hacen sus cueros y tratan con los Portugueses de R�o Grande, que los compran a cambio de bebidas, tabaco negro y algunas ropas". GAUCHO era, pues, un regionalismo usado en el dominio espa�ol colindante con el portugu�s de R�o Grande. Este dominio lo formaban el actual territorio uruguayo, el territorio llamado de los siete pueblos de misiones de guaran�es, y las actuales provincias argentinas de Corrientes y Misiones. Esta extensa zona estuvo infestada durante todo el siglo XVIII de ladrones de ganado -changadores, gauderios- reunidos en cuadrillas, que hac�an vida n�mada. Eran en su mayor parte fugitivos de la justicia o desertores de los ej�rcitos, espa�oles y portugueses, negros y mulatos, mestizos o indios guaran�es fugitivos de las misiones e indios charr�as que se les un�an para el merodeo. Sus v�ctimas eran los propietarios de la regi�n y los pueblos de indios de las misiones que pose�an estancias de ganado. El ganado robado, o los cueros, lo vend�an, obteniendo as� el dinero para "los vicios", que eran el mate, el tabaco y sobre todo el alcohol, al que todos eran aficionados con exceso. Pues bien, este alcohol era llamado "ca��-in" en la lengua de los guaran�es de la zona. "Ca��" significa �borrachera�, "ca��-in" �agua de la borrachera�, y "ca��cho", �borrach�n�, voz esta �ltima todav�a vigente en el guaran� de Corrientes, Misiones y el Paraguay. Como aquellos "changadores" enemigos de los indios de las misiones eran en su mayor parte borrachines, no parece demasiado arriesgado suponer que los hablantes de guaran� de la zona los llamaran despectiva o injuriosamente "ca��chos", �los borrachines�, y que la denominaci�n fuera aceptada con aplauso por los espa�oles de la zona. El paso de "ca��cho" a "ga�cho", forma vigente a�n en la zona donde la voz se origin� y la primera documentada, pudo ocurrir en forma espont�nea a poco de incorporarse la voz al espa�ol local o por influencia de "gauderio". Queda por explicar c�mo el sufijo espa�ol -cho se uni� a la voz guaran� "ca��". Si se tratara de un caso aislado, ello ser�a dif�cil, pero hay en guaran� otros h�bridos formados de la misma manera, o con la terminaci�n -ncho, que tambi�n pasaron al espa�ol de la regi�n, como "pirucho", "pucucho", "ba�cho", "cambacho", "guasucho", "vinacho", "carancho", "carpincho", "quirincho", "guasuncho". La frecuencia de estos sufijos en el espa�ol del R�o de la Plata, en nombres propios tanto como comunes, es un hecho caracter�stico. Visto en este contexto la etimolog�a de GAUCHO desde "ca��cho" es ling��stica, hist�rica y culturalmente no s�lo inobjetable, sino plenamente veros�mil. Desde el punto de vista sem�ntico es bien conocida la variaci�n del contenido de "ga�cho" hacia GAUCHO en espa�ol. En el siglo XVIII es voz equivalente a "changador" y "gauderio", es decir, de ladr�n de ganado, con las significaciones concomitantes de holgaz�n, n�mada, perverso, cruel y encenagado en el vicio. Estas acepciones se mantienen hasta bien entrado el siglo XIX y no han desaparecido por completo, pues en algunos casos GAUCHO equivale a holgaz�n vicioso sin arraigo, malevo, taimado. La incorporaci�n del GAUCHO a los ej�rcitos que guerrearon por la independencia cambi� la repulsi�n anterior en simpat�a, el estigma en estima. Se empez� a ver que el cuatrero b�rbaro pose�a cualidades �tiles para la guerra, como, por ejemplo, su destreza de jinete, su resistencia para las fatigas y penurias, su amor a la libertad, su valor personal y su lealtad al caudillo. Terminadas las guerras de la Independencia, los caudillos argentinos y uruguayos de las guerras civiles lo halagaron por todos los medios posibles para enrolarlo en sus filas. Pero entre tanto las condiciones de la vida campesina se hab�an modificado totalmente. El trabajo m�s organizado de las estancias hac�a imposible la vuelta al nomadismo y al cuatrerismo, y el GAUCHO se asent� en ellas tanto por necesidad como por inclinaci�n, transform�ndose en el brazo indispensable del trabajo. En la segunda mitad del siglo XIX la literatura y la historia se apoderaron de �l para vindicarlo ante la posteridad."

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