Para la
mujer cristiana

En busca de la felicidad
©2004 Lisania Meléndez-Rhoton

Somos una generación empeñada en ser feliz. Sólo tenemos que mirar detenidamente nuestra vida y nuestras acciones -y las de los que nos rodean- para darnos cuenta de cuán cierta es esta afirmación. Aunque tenemos definiciones muy personalizadas sobre lo que es la felicidad (para unos es tener salud, para otros, tener dinero, o no sentir dolor y, según un diccionario, es el "estado de ánimo que se complace en la posesión de un bien" ), dentro de nosotros existe ese deseo innato de buscar la felicidad. Digo, que yo sepa, ¡¡no creo que haya muchas personas pidiendo, por favor, que les dejen en la ruina o que les contagien alguna enfermedad!! ¡Todo lo contrario! Nos esforzamos en lograr que nuestra vida, tanto personal como familiar, sea lo más placentera posible.

Sin embargo, estoy casi segura de que, por más que nos esforcemos, todas tenemos problemas y preocupaciones. Y quiero compartirte un secreto: por más perfecta y asombrosa que te parezca la vida de tus vecinos y amigos (¡o de los artistas de cine!) si dedicas tiempo para hablar y compartir con ellos (o en leer artículos sobre ellos) te darás cuenta de que ellos también tienen  problemas.

Pero hay algo importante que debemos aprender; la felicidad no depende tanto de nuestras circunstancias sino de la actitud con la cual las enfrentamos. Por lo tanto, pienso que aún teniendo problemas y dificultades hay algunas claves que nos pueden ayudar a sentir la felicidad que anhelamos. ¡A ver si estás de acuerdo conmigo!

*
Soy feliz cuando me dejo dirigir por Dios: Si he entregado mi vida a Él y anhelo obedecerle, es totalmente ilógico que pase mis días peleando y batallando con Él por las cosas que permite que sucedan en mi vida. Sabemos que Dios quiere lo mejor para Sus hijos e hijas; Él nos hizo y sabe el propósito por el cual fuimos creados. Por lo tanto, las cosas que Él permite en nuestra vida, por más dolorosas que sean, deben servir para acercarnos más a Él: todo depende de nuestra disposición en aprender y en dejarnos guiar. Ora a Dios cada día; pide Su dirección y ayuda. ¡Deja de luchar contra Él!

*
Soy feliz cuando mi actitud es correcta aún en medio de situaciones difíciles: Hay un poema en inglés -The Sculptors' Attitude de autor desconocido- que dice en algunas de sus estrofas:

Hoy puedo quejarme porque el tiempo está lluvioso o...
Puedo estar agradecida que están regando la hierba gratuitamente.

Hoy puedo sentirme triste porque no tengo dinero o...
Puedo alegrarme ya que mis finanzas me animan a planificar las compras de forma sabia y me alejan de lo innecesario.

Hoy puedo quejarme de mi salud o...
Puedo gozarme en el hecho de que estoy viva.

Hoy puedo lamentarme por las cosas que mis padres no me dieron cuando estaba pequeña o...
Puedo estar agradecida porque me permitieron nacer.

Hoy puedo llorar porque las rosas tienen espinas o...
Puedo celebrar que las espinas tienen rosas.

Y así continúa el poema. ¿Cómo reaccionas ante las dificultades de tu vida? ¿Pasas los días quejándote y refunfuñando, o tratas de buscar algo positivo en medio de esa dificultad?

Conozco dos mujeres fantásticas, siervas de Dios que están pasando por enfermedades MUY dolorosas, pero, si te sientas a hablar con ellas, te das cuenta de que están confiadas en Dios y aceptan Su voluntad. ¡Claro que quieren ser sanadas! ¡Por supuesto que van al médico y se mantienen al día en sus tratamientos! Pero la amargura y desilusión no están presentes en sus vidas porque han decidido confiar en el amor de Dios y en Su control en medio de este dolor.

Examinemos nuestra actitud ante la adversidad.

* Por último,
soy feliz cuando no trato de controlar todo: Por más organizadas que seamos, por más que tratemos de prevenir posibles sorpresas, la vida está llena de ellas... y muchas son desagradables. ¿Cómo reacciono ante situaciones que no puedo controlar? ¿Culpo a Dios, a mi marido, al vecino? ¿O me doy cuenta de que la forma en que reacciono es mi elección?

Por lo tanto te animo a poner tus cargas y dificultades en las manos del Padre y a, como Pablo, aprender a contentarte cualquiera que sea la situación (Filipenses 4:11) porque nuestro Dios tiene todo el control.


A Ti Mujer | Artículos de "Tema del Mes" | Artículos para la esposa y madre | Artículos sobre Economía Familiar | Artículos sobre Trabajo desde Casa | Vínculos, información  | Links, uso, y redacción de artículos

Información de contacto:

Página web: www.atimujer.com
palabrasconpropositoatgmail.com
atimujer-subscribeatyahoogroups.com

© 2003-2007 Lisania Meléndez-Rhoton
Hosted by www.Geocities.ws

1