Para la
mujer cristiana

Cuando no sientes la victoria
© 2005 Lisania Meléndez-Rhoton

"¡Somos más que vencedores!" "Todo lo puedo en Cristo..." "Soy más que victoriosa."
Todas estas son frases verdaderas, basadas en versículos bíblicos que usamos a menudo y que forman parte de nuestro "vocabulario cristiano"¿no? Son buenas para animarnos a nosotras mismas, para recordar lo que Dios nos ha prometido, y para animar a hermanos y hermanas que amamos. Pero, hay momentos en los que por más que nos repitamos esas frases, no sentimos la victoria. ¿Qué pasa cuando tenemos problema tras problema, dolor tras dolor, cuando nos cuesta levantarnos de la cama porque sabemos que nos espera "uno de esos días"? ¿Está mal tener estos sentimientos?

Pienso que no está mal sentirnos así de vez en cuando, ya que es parte del reconocer que somos seres humanos necesitados de la intervención de nuestro Dios. Lo que sí está mal es dejarnos sumir en la desesperanza y desconsuelo, olvidando en Quien hemos creído y todas las promesas que nos da en Su palabra. Debemos recordar que aún en los momentos más difíciles, en medio del dolor, podemos sentir la paz de nuestro Padre y la certeza de que donde yo no puedo hacer nada, ÉL SÍ PUEDE. No nos basamos en nuestras propias fuerzas y sentimientos, sino en la realidad de que servimos a un Dios de poder que ya ha ganado la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.

Si hay enfermedad, Él es el Dios sanador. Si hay tristeza, en Él está el gozo. Si hay dolor, Él es el Dios de la esperanza. Todo esto, y muchísimo más, lo logró cuando envió a Su Hijo Jesucristo a esta tierra para que pudiésemos obtener la victoria a través de Su sacrificio de amor. Durante la Semana Santa recordamos ese sacrificio, y creo que es importante reconocer que aunque no sienta victoria en algunos momentos, ya Jesús obtuvo esa victoria para mí. Por eso, debo mantener mi mirada en Él, el autor y consumador de mi fe y no en las circunstancias que me rodean (Hebreos 12:2).

Miremos hoy a Jesús, quien ganó la victoria para ti y para mí. Busquemos Su rostro y gocémonos en Su obra aún a través de nuestras situaciones difíciles.

"¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? Ya que el aguijón de la muerte es pecado, y el poder del pecado, la ley.
Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo."
1 Corintios 15:55-57

A Ti Mujer | Artículos de "Tema del Mes" | Artículos para la esposa y madre | Artículos sobre Economía Familiar | Artículos sobre Trabajo desde Casa | Vínculos, información  | Links, uso, y redacción de artículos

Información de contacto:

Página web: www.atimujer.com
palabrasconpropositoatgmail.com
atimujer-subscribeatyahoogroups.com

© 2003-2007 Lisania Meléndez-Rhoton
Hosted by www.Geocities.ws

1