No Temas
© 2003-Lisania Meléndez-Rhoton

¿Cuál de nosotras no ha sentido temor alguna vez?  Yo puedo confesar que en ocasiones he sentido miedo.  Podemos temer a las serpientes y a los perros,  al futuro o a las enfermedades.  Podemos pensar que alguna encomienda es demasiado difícil para nosotras.  De verdad, la lista podría ser enorme.

Pero mi interés no es el de alimentar ansiedades, sino todo lo contrario.  Quiero compartir contigo el gozo de saber que podemos ser liberadas de la opresión del temor.  ¡Sí!  No tenemos que vivir una vida llena de miedos y temores.  ¿Sabes porqué?  Porque en la Biblia encontramos claves que nos muestran cómo vencer el temor.
El capítulo primero de Josué es uno de mis favoritos.  Josué se enfrentaba al reto de continuar la labor de Moisés dirigiendo al pueblo hebreo a la tierra prometida.  Yo no sé a ti, pero a mí me entraría el "frío olímpico" si me comunicaran que estoy encargada de dirigir un pueblo completo.  Dios conocía a Josué y sabía que podría realizar la labor encomendada.  Sin embargo, Dios sabía también que las fuerzas de Josué como ser humano no eran suficientes para una labor tan grande.  Por eso vemos que en el primer capítulo del libro de Josué, Dios además de decirle lo que espera de Josué, le anima en gran manera y le insta a no temer.  ¿Cuáles son los puntos que podemos destacar?
*  Dios reafirma la promesa que había hecho a Moisés, y le da la certeza a Josué de que esa promesa se cumpliría.  "Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie."   Lo cual nos muestra que Josué conversaba con Dios y conocía tanto Sus promesas como Su voz.
*  Dios promete Su presencia:  "no te dejaré ni te desampararé."  Josué contaba con el mejor compañero que se puede tener en los momentos difíciles.
*  Dios anima a Josué a esforzarse y ser valiente.  El vencer nuestros temores requiere acciones concretas de nuestra parte, un esfuerzo y Dios anima a dar esos pasos de fe y confianza.
*  Dios le da la clave a Josué para que triunfara en la encomienda:  conocer la palabra dada por Dios, obedecer sus instrucciones.  Así tendría la victoria.  Al conocer las promesas de Dios, de acompañarnos y darnos la victoria si le obedecemos, el temor no tiene lugar con nosotras.  Viviremos más confiadas en Él.

¿Tienes algún temor en tu vida?  ¿Piensas que algunas situaciones o cosas son demasiado difíciles para ti?  Busca la Palabra de Dios, busca Su dirección leyendo la Biblia y en oración.  Recuerda que Él no te dejará ni te desamparará.  Recuerda que Él está contigo, no estás sola.  Pídele Su fortaleza y ayuda, que en los momentos que piensas que no puedes más o que el temor es más fuerte que tú,  puedas acudir a Él y sentir Su voz diciéndote: