Universidad Yacambú
Gerencia del Conocimiento
LA NUEVA ECONOMIA
Si
de alguna forma hubiera que resumir el modelo económico que está surgiendo en
una sola palabra, resultaría extremadamente difícil. Por ello, cuando apareció
el término «nueva economía» todo el
mundo se adhirió al mismo. Era una forma fácil de expresar que algo nuevo
estaba sucediendo en el entorno económico.
La
«nueva economía» está creando una situación de incertidumbre por la
contraposición de dos modelos, sin que en cada situación quede clara la
aplicabilidad de los modelos de la «vieja» y/o de la «nueva economía». Hoy, las
empresas deben perseguir simultáneamente objetivos que antes se consideraban
opuestos: buscan ser globales y locales, especialistas y generalistas, en un
mundo en el que se está produciendo la convergencia de varios sectores y en el
que los agregadores tratan de reintermediar los mercados. Se desvanece la
barrera entre lo físico y lo digital. La red parece ser la forma interna y
externa de optimizar muchos grados de diversidad manteniendo las sinergias. Hay
que cooperar y competir con los rivales. La dirección se lleva hasta sus
límites. Sólo el cambio permanece.
Ahora
bien, podemos definir la nueva economía
como un periodo de creciente actividad económica global sustentada en altas
tasas de consumo e inversión, con fuertes presiones deflacionarias impulsadas
por la tecnología y las técnicas gerenciales.
Se
cambia el punto de presión en la ecuación precio por cantidad, aumentando
exponencialmente las cantidades de productos/servicios posibles de desplegar en
el ambiente virtual; a precios mas razonables, casi siempre mas bajos, en un
ambiente de competencia que fuerza a las empresas a cortar costos, mejorar la
productividad y moderar las utilidades esperadas por los inversionistas;
Ofreciendo a los clientes productos cada vez de mejor calidad.
Para ser exitosos cada empresa o institución, pública o privada, requiere
redimensionar su modelo de negocios e incorporar los conceptos que están
cambiando el perfil de las relaciones.
Se dice que son tres las fuerzas que caracterizan
a la Nueva Economía: la globalización, el dominio del conocimiento como
factor de competitividad clave y las tecnologías de la información y
telecomunicaciones.
Pero
no es sencillo definir la Nueva Economía sin caer en una excesiva
simplificación. En efecto, la implantación de las tecnologías de la información
y las comunicaciones, la globalización y el papel central del conocimiento son
elementos fundamentales de los que se ha denominado nueva economía. Sin
embargo, hay que recalcar que la NE no consiste en la simple suma de estas tres
fuerzas sino que es el resultado de la interacción de estos y otros elementos,
como por ejemplo, el mayor grado de competencia en los mercados, en un proceso
complejo que todavía no comprendemos por completo.
Prepararse
para Operar en la nueva economía obedece a unos pasos inicialmente de
convencimiento de la necesidad estratégica de que para poder estar presentes en
esta nueva economía se debe iniciar un proceso de "digitalización y
virtualización" de la empresa. Estos procesos deben ser orientados desde
la gerencia de la compañía, y deben estar encaminados a la preparación de la
estructura de las exigencias de esta nueva economía como velocidad en el tiempo
de respuesta, velocidad en el tiempo de entrega de los productos solicitados,
competitividad en precio y servicio, disponibilidad siete días a la semana, 24
horas al día, y los demás factores que se exigen para la presencia en la nueva
economía.
También exige un trabajo arduo en la preparación para poder trabajar
cooperadamente con los socios de negocios. Las aplicaciones de la empresa
deberán poderse conectar con las de mis clientes y con las de mis proveedores.
Esto es mucho más fácil decirlo que hacerlo. Esto evidentemente no es muy
sencillo y hay que estar conscientes que del dicho al hecho hay mucho trecho,
lo que no hay es mucho tiempo porque cuando un cliente nos exija, por ejemplo,
la posibilidad de colocación y seguimiento de ordenes por la Internet, no
podemos inventar en ese momento qué hacer.
Alistar la empresa para la nueva economía ya
no es opcional. Si no quiere liderar la incursión en esta economía, tampoco
podrá decidir no participar y es mejor que esté listo para cuando quienes
lideren el proceso, sus clientes y/o sus proveedores, le exijan estar dentro de
los mercados electrónicos o desaparecer.
Evidentemente
el mundo esta sufriendo grandes cambios en varios aspectos, sociales,
políticos, económicos, producto de una ola globalizadora, de la cual no podemos
escapar con el propósito de buscar un mayor desarrollo económico con la
utilización efectiva de las tecnologías de información y con el mayor
aprovechamiento del conocimiento. Ahora bien, y esto es una apreciación muy
personal. La Nueva Economía es una revolución tecnológica, incluyendo la
información y las tecnologías de la comunicación, que afecta, prácticamente, a
cada aspecto de la Economía, los negocios y nuestras propias vidas.
Pienso
que este proceso de aplicación de Nueva Economía debe ser dirigido y adoptado
de manera bien equilibrada, y aún más ahora que estamos sintiendo el impacto
total de la misma. La Nueva Economía propone una revolución tecnológica que
representa un progreso en las computadoras, las comunicaciones y sus aplicaciones.
SinA.S. embargo, cuestiona la neutralidad
ética del progreso tecnológico: Las tecnologías de la información y
comunicación hacen más fáciles, más extendidos, o más sencillos, ciertos
comportamientos no éticos, como la invasión de la privacidad y la diseminación
de noticias falsas. Así, argumenta, “cualquier tecnología que puede ser usada
inmoralmente debe ser desarrollada con precaución.
Una
de las cosas que me preocupa es que sin duda estas nuevas formas de aplicación
de las nuevas economías, como son el Internet, procesos de capturas de datos,
control neural de brazos robóticos, sistemas de comunicación, servidores
inteligentes, y todos esos beneficios que ofrecen las nuevas tecnologías para
un mejor y mayor desarrollo de las empresas, pero esto no genera de forma
violenta una disminución barbara de la fuerza laboral, para ser sustituida por
estas tecnologías.