Los hechos que voy a narrar me ocurrieron el verano de 1991 cuando contaba yo con 16 a�os. Yo, desde muy peque�o, he pasado todos los fines de semana, festivos y vacaciones estivales de camping, el m�s reciente fue un camping valenciano cerca de el pueblo de Almenara. All� ten�a montones de amigos y amigas (muchos de los cuales a�n conservo). En este camping por las noches nos sol�amos reunir todos los amigos para contar historias, cantar canciones de la �poca (Loquillo, Los Rebeldes, La Guardia...), y cosas por el estilo. Una noche se nos uni� el grupo de amigas de la prima de mi amigo Carlos que ten�an algunos a�os m�s que nosotros y por las que los chicos est�bamos embobados, ellas coquetearon con algunos de nosotros y despu�s de una larga noche en la que uno de los temas principales de conversaci�n fue la parapsicolog�a tres de ellas me propusieron hacer espiritismo con una tabla ouija que hab�a comentado que ten�a en mi casa, yo acced�, ya que era uno de mis temas preferidos y adem�s estaba Silvia, una de las chicas m�s preciosas del campig. Quedamos los cuatro Silvia, Susana, Sandra y yo para la noche siguiente en la tienda de Sandra ya que sus padres no iban a estar esa all�. Todo comenz� como suele ocurrir en estas veladas, la luz apagada y dos velas a cada lado de la mesa que daban un aspecto t�trico a la estancia, pusimos la ouija en medio y utilizamos de gu�a un vaso de chupitos en el que todos apoy�bamos la yema de nuestro dedo �ndice. Yo me alc� como maestro de ceremonias ya que hab�a realizado otras sesiones espiritistas con mis amigos en Valencia y de las tres chicas la �nica que sab�a algo del tema era Silvia, pues las otras dos nunca antes hab�an realizado una sesi�n de espiritismo. Yo soy bastante esc�ptico y me es muy dif�cil creer que los esp�ritus se metan dentro de un vaso y hacerlo mover indicando una serie de letras, yo m�s bien pienso que alguien del grupo lo mueve o utilizando ya mucho la imaginaci�n podr�a aceptar que el poder mental hace que el vaso resbale sobre la ouija. La cuesti�n es que nos cogimos los cuatro de la mano para supuestamente crear un c�rculo de fuerza para atraer a los esp�ritus. Estuvimos unos minutos en silencio concentrados intentando mantener la mente en blanco, luego todos colocamos nuestros �ndices sobre el vaso y pregunt�, - �hay alguien ah�?- el vaso tard� un poco en moverse pero muy despacio se dirigi� hacia la palabra "yes"; que estaba dibujada en la ouija, -�c�mo te llamas?- pregunt�; bajo los ojos at�nitos de mis compa�eras el vaso se desplaz� hacia la letra "D"; luego se dirigi� hacia la "A"; formando finalmente el nombre de DAVID. Realmente los cuatro est�bamos perplejos, sobre todo Susana y Sandra que apenas pod�an contener las l�grimas por el pavor que les produc�a esta situaci�n. Yo sospechaba que todo estaba siendo una broma de Silvia, que era ella la que mov�a lentamente el vaso, pero hubo un momento durante el contacto en el que Silvia y yo nos quedamos con las manos fuera del vaso y �ste se segu�a moviendo solo con los dedos de Susana y Sandra. Le hicimos varias preguntas, como lo que sent�a, si estaba en el cielo y cosas por el estilo pero no respondi� a ninguna de ellas, bueno para ser sincero respondi� a dos, la primera fue cuando le pregunte como hab�a muerto y el me contesto que muri� ahorcado y la segunda si conoc�a a alguien de los que est�bamos en la mesa y dijo que s�. Cuando contest� que s� que conoc�a a alguna de las personas de la mesa se dirigi� primero hacia Susana, aun puedo recordar su expresi�n en el rostro y luego se dirigi� hac�a mi, yo me qued� perplejo pues desde luego no recordaba a ning�n David amigo m�o y que adem�s hubiese muerto de una forma tan tr�gica. Despu�s de esto decidimos terminar la sesi�n, le pedimos que se marchara y sin ning�n problema se fue, luego todos soplamos dentro del vaso (era algo que me hab�an dicho que se deb�a de hacer despu�s de cada sesi�n de espiritismo) y nos marchamos comentando todo lo sucedido. A la ma�ana siguiente me encontr� con todos mis amigos en la playa como de costumbre y v� como sal�a Susana de su tienda y con la cara enrojecida sin duda de haber estado llorando. Cuando lleg� hasta m� se sent� en mi toalla y me dijo que le hab�a contado todo lo ocurrido a su hermano que era unos a�os mayor que ella y que �l se hab�a quedado blanco al escucharlo, pues ten�a un amigo ingl�s que se llamaba David (en ingl�s se escribe igual que en castellano) con el que hab�amos coincidido cuando �ramos peque�os y que nos ten�a mucho aprecio pues Susana y yo (que nos llev�bamos tres a�os) de nanos �ramos muy traviesos y con �l siempre estabamos de broma. Yo recordaba muy lejano todo lo que me estaba contando Susana pero s� sab�a de qui�n me estaba hablando, del chico ingl�s que apenas sab�a castellano y que muri� ahorcado de un �rbol cuando estaba haciendo una caba�a con sus amigos. Esto lo he escrito en tu memoria David, descansa en paz.