Culminado un largo proceso de conspiraciones, en diciembre
de 1810 un Cabildo abierto proclamó en Chile la Junta de
Gobierno encargada de reemplazar al español García
Carrasco, nombrando en su lugar al Conde de la Conquista, Mateo
de Toro y Zambrano. El nuevo gobierno no introdujo mayores reformas
en el sistem y prácticamente las cosas siguieron iguales.
En estas circunstancias llegó a Chile el fraile Camilo henríquez,
quien lanzó una proclama exigiendo la creación de
la República de Chile (enero de 1811). Las elecciones de
abril del mismo año les dieron las mayorías a los
moderados.
José Miguel Carrera, que había hecho la carrera militar
en Europa, donde fue discípulo de Miranda, retornó
a su patria, Chile, y en septiembre de 1811, cuando se formó
una nueva Juanta, el recién llegado promovió una conspiración
siendo deportado. Hubo enfrentamientos armados entre los partidarios
de la renovación total y los moderados, las tropas españolas
aprovechando el caos reinante invaden el país y logran triunfar
comandados por Maroto y Osorio.
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