LAS CRUZADAS |
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En la Edad Media uno de los hechos
más destacados lo constituyó el ideal religioso
de defensa de los Santos Lugares (donde había vivido
Cristo) conquistados por los musulmanes, lo que se vio reflejado
en la realización de una de las mayores empresas de la
cristiandad medieval: las cruzadas. Ellas sirvieron para aumentar
los límites del poder europeo, desarrollar el comercio
mediterráneo y aliviar la presión musulmana sobre
el imperio bizantino. |
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La primera cruzada tuvo lugar en el siglo XI por
autorización del Papa Urbano II y culminó con la conquista
de Jerusalén por los expedicionarios. Más tarde, en
los siglos XII y XIII, se llevaron a cabo nuevas cruzadas, que dieron
como resultado la fundación de efímeros reinos cristianos
en el cercano oriente, que terminaron en poder de los turcos otomanos.
La causa principal de las cruzadas fue la aparición en Oriente
de un pueblo musulmán llamado turcos seldyúcidas, quienes
luego de destruir el imperio árabe de Bagdad atacaron el imperio
bizantino y se tomaron el Asia Menor, dejando amenazada Constantinopla.
También hay que tener en cuenta el ansia de las ciudades italianas
que querían expandir su comercio.
En el año 1078 se apoderaron de Jerusalén, lugar que
ya se encontraba en manos de los musulmanes árabes, quienes
habían respetado los lugares sagrados (como el Santo Sepulcro
de Cristo) y permitido las peregrinaciones de los cristianos. Los
turcos seldyúcidas o fanáticos persiguieron a los peregrinos
e incluso los torturaron. Por esta razón, Tierra Santa se convirtió
en un lugar vedado para los cristianos, quienes no pudieron acercarse
a la tumba de Cristo.
Se realizaron ocho cruzadas, dos de las cuales fueron preparadas y
dirigidas exclusivamente por señores; las otras seis se convirtieron
en verdaderas expediciones reales.
Se les dio el nombre de cruzadas porque los hombres que tomaban parte
en ellas adoptaban como señal distintiva una cruz de tela roja
cosida a sus vestidos.
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