Mahoma predicó el Islamismo, doctrina religiosa
contenida en el Corán, cuya principal ensañadaza es
que no hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta.
Con la huída de Mahoma de La Meca (año 622) se inició
la era Mahometana.
Los árabes introdujeron en Occidente el cultivo de la caña
de azúcar, el arroz, la naranja, el algodón, los limones,
los hogos, los dátiles y las fresas, así como la cría
del gusano de seda. De China trajeron a Europa la brújula,
el papel y la pólvora. Además contribuyeron al desarrollo
científico: Matemáticas, Geografía, Medicina,
Astronomía y Química.
A los árabes se deben los números arábigos
y la utilización del cero.
La Mezquita de Córdoba, la Alambra de Granada, el Alcázar
y la Giralda de Sevilla, son monumentos arquitectónicos de
la Cultura árabe.
Muchas de las palabras que empleamos en nuestro idioma son de origen
árabe.
Motivados por el fanatismo religioso y la ambición de apoderarse
de tierras más fértiles, los árabes conquistaron
gran parte de África, Asia y Europa.
Al morir Mahoma, se estableció el Califato.
Omar, conquistó Siria, Persia y Egipto, donde fundó
El Cairo.
Moawiah, fundó la dinastía de los Omeyas, cuya capital
fue Damasco (Siria).
Abul-Abbas inició la dinastía de los Abbasidas, que
tuvo como sede a Bagdad, capital del Califato de Oriente; mientras
Abderramán, de la dinastía Omeya, fundó el Califato
de Córdoba en España.
Abadía Ibn Yasin y Yahia Ben Ibrahim fundaron un monasterio
que rápidamente ganó reputación y seguidores;
se les llamó “al-Morabetin”, de donde se derivó
el nombre de Almorávides, quienes se adueñaron del poder
e impusieron el Islam, conducidos por Abu Beker; Ghana fue sometida
posteriormente por Malí (1240).
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