Una onda es una perturbación que avanza
o que se propaga en un medio material o incluso en el vacío.
A pesar de la naturaleza diversa de las perturbaciones que pueden
originarlas, todas las ondas tienen un comportamiento semejante. Los
conceptos generales sobre ondas sirven para describir el sonido.
Cuando varias fichas de dominó se colocan en hilera, y se
hace que la primera caiga, cada ficha transmite a su vecina el impulso
recibido, el cual se propaga desde un extremo a otro a lo largo
de toda la hilera. En términos físicos podría
decirse que una onda se ha propagado a través de las fichas.
En un medio elástico el movimiento vibratorio de cada punto
se conserva en el tiempo, no hay disipación de la energía
de vibración y, por tanto, la energía mecánica
total, suma de cinética y potencial, se mantiene constante.
El tipo de movimiento característico de las ondas se denomina
movimiento ondulatorio. Su propiedad esencial es que no implica
un transporte de materia de un punto a otro. Así, no hay
una ficha de dominó o un conjunto de ellas que avancen desplazándose
desde el punto inicial al final; por el contrario, su movimiento
individual no alcanza más de un par de centímetros.
Lo mismo sucede en la onda que se genera en la superficie de un
lago o en la que se produce en una cuerda al hacer vibrar uno de
sus extremos. En todos los casos las partículas constituyentes
del medio se desplazan relativamente poco respecto de su posición
de equilibrio. Lo que avanza y progresa no son ellas, sino la perturbación
que transmiten unas a otras. El movimiento ondulatorio supone únicamente
un transporte de energía.
En relación con su ámbito de propagación las
ondas pueden clasificarse en: