Misineros Oblatos de María Inmaculada
Presentes en más de 70 paises
Llevando a cabo una labor de vangelizacion
You may use this template on any site, anywhere, for free just please leave the link back to me in the footer. This template validates XHTML Strict 1.0, CSS Validates as well; enjoy :)

Las bellas manos que cortaban las flores del huerto han desaparecido ya hace tiempo. Hoy solo quedan en la casa un hombre y un niño. El niño anda solo por el jardin, por la calle, por el patio. Desde que murio la madre nadie se preocupa del niño. El niño anda solo por toda la casa porque nadie se siente implicado en echar una mano en la educacion de este niño. .


Somos misioneros. Trabajamos en diferentes misiones que la Iglesia nos encomienda. Estamos trabajando en campos de mision, en lugares donde la Iglesia no está presente..

Con los más pobres.

Llevamos la palabra de Dios a aquellos que todavia no han conocido hablar de Jesus. Aquellos que no conocen quien es Jesús. Para nosotros el Evangelio es la razón de ser de nuestro ministerio. Tomamos muy en serio las palabras de Pablo cuando afirma : "Ay de mi si no evangelizare. " Porque si evangelizo, no es para mí motivo de gloria, pues es un deber que me incumbe. ¡Ay de mí si no evangelizara! 17 Si lo hiciera por propia iniciativa, tendría recompensa; pero si lo hago por mandato, cumplo una misión encomendada. 18 ¿Cuál es entonces mi recompensa? Predicar el Evangelio entregándolo gratuitamente, sin hacer valer mis derechos por el Evangelio. 19 Porque siendo libre de todos, me hice siervo de todos para ganar a cuantos más pueda. 22 Me hice débil con los débiles, para ganar a los débiles. Me he hecho todo para todos, para salvar de cualquier manera a algunos. 23 Y todo lo hago por el Evangelio, para tener yo también parte en él.

Anunciar a Jesucristo es una exigencia ineludible de todo cristiano (v. 18): «El verdadero apóstol busca ocasiones de anunciar a Cristo con la palabra: a los no creyentes para llevarlos a la fe; a los fieles, para instruirlos, confirmarlos y estimularlos a una vida más fervorosa: Porque la caridad de Cristo nos urge (2 Co 5,14), y en el corazón de todos deben resonar las palabras del Apóstol: ¡Ay de mí si no evangelizara!» (Conc. Vaticano II, Apostolicam actuositatem, n. 6). «Me he hecho todo para todos» (v. 22). San Pablo nunca excluyó a nadie de su labor apostólica: «El cristiano ha de mostrarse siempre dispuesto a convivir con todos, a dar a todos —con su trato— la posibilidad de acercarse a Cristo Jesús. Ha de sacrificarse gustosamente por todos, sin distinciones, sin dividir las almas en departamentos estancos, sin ponerles etiquetas como si fueran mercancías o insectos disecados. No puede el cristiano separarse de los demás, porque su vida sería miserable y egoísta: debe hacerse todo para todos, para salvarlos a todos» (S. Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, n. 124).



El apostolado hoy en día es difícil
Quien dijo que vivir hoy es facil. Tambien podemos decir quien sostiene hoy en día que anunciar a Jesucristo es fácil. Nunca lo ha sido , pero en momentos como los que estamos viviendo podemos decir que quizá es más dificil.
Tambies es verdad que Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros? 32 El que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará con él todas las cosas? 33 ¿Quién presentará acusación contra los elegidos de Dios? ¿Dios, el que justifica? 34 ¿Quién condenará? ¿Cristo Jesús, el que murió, más aún, el que fue resucitado, el que además está a la derecha de Dios, el que está intercediendo por nosotros?

Estos versículos expresan una de las declaraciones más elocuentes de Pablo: la fuerza omnipotente de Aquel que ama a la criatura humana, hasta el punto de entregar a la muerte a su propio Hijo Unigénito, hará que salgamos victoriosos de los ataques y padecimientos. Los cristianos, con tal de que queramos acoger los beneficios divinos, podemos tener la certeza de alcanzar la salvación, porque Dios no dejará de darnos las gracias necesarias. Nada de lo que nos pueda ocurrir podrá apartarnos del Señor: ni temor de la muerte, ni amor de la vida, ni príncipes de los demonios, ni potestades del mundo, ni tormentos que nos hacen sufrir....

Todo para la Gloria de Dios: Tanto si coméis, como si bebéis, o hacéis cualquier otra cosa, hacedlo todo para gloria de Dios. 32 No seáis escándalo para los judíos, ni para los griegos, ni para la Iglesia de Dios, 33 como también yo agrado a todos en todo, sin buscar mi conveniencia sino la de todos los demás, para que se salven. 1 Sed imitadores míos, como yo lo soy de Cristo.

Pablo, después de haber resuelto algunos casos concretos que se le habían planteado, ratifica el criterio dado: actuar en todo para la gloria de Dios (v. 31): «Cuando te sientes a la mesa, ora. Cuando comas pan, hazlo dando gracias al que es generoso (...). Del mismo modo, cuando sale el sol y cuando se pone, mientras duermas y estés despierto, da gracias a Dios, que creó y ordenó todas estas cosas para provecho tuyo, para que conozcas, ames y alabes al Creador» (S. Basilio, Homilia in martyrem Julittam).