BATALLAS HISTÓRICAS

MATA DE LA MIEL

16 de febrero de 1.816

"Páez al mando  de una fuerza integrada por 500 hombres de caballería se encontraba en Guasdualito dándole protección a este poblado. Pero llegaron noticias que el ejercito realista  bajo el mando del Coronel Francisco López se encontraba en Mata la Miel con una fuerza que pasaban del millar de hombres, entre los cuales habían mas de 400 de caballería. Contra la opinión de sus  oficiales Páez se prepara y va en busca del enemigo.
Alcanzada la tarde, Páez se propone lanzar un ataque a los realistas y al efecto forma su tropa en dos líneas, la primera al mando del Comandante Nonato Pérez  y la segunda al mando del Comandante Genaro Vásquez. Avanzaron los Patriotas hasta reabrir fuego de artillería y fusilaría enemiga y cargo entonces con tanto ímpetu la primera línea que puso en  fuga mas de la segunda y tercera parte de la caballería realista.
No tuvo la misma suerte Genaro Vásquez pues apenas avanzó   fue rechazado, intervino Páez y logró  que los jinetes volvieran y acometieran. Tan ruda fue la carga que la caballería de López no pudo resistir y fue lanciada con bravuras, el enemigo dejó en el campo 500 prisioneros y 400 muertos, 3.345 caballos y gran cantidad de lanzas y fusiles".

 

EL YAGUAL

08 de octubre  de 1816

El Coronel Francisco López teniendo conocimientos del avance de Páez, fue a tomar posiciones en el Hato El Yagual en el Río Arauca. Páez sigue su marcha  y en el Hato "Los Cocos" tomó  contacto  con una partida enemiga conducida por el Capitán Facundo Mirabal quien  llevaba aproximadamente cien caballos, entra Páez en acción y a lanza viva en pocos minutos los destruyó  escapando unos pocos, entre ellos el Capitán Mirabal. Esta victoria fue muy decisiva al levantar la moral de su pequeño ejército y proveerse de  caballos que necesitaban.
 
   Al día siguiente los patriotas reanudaron la marcha  acampando a cinco kilómetros del enemigo aproximadamente en el sito denominado Las Aguaditas, permaneciendo Páez ahí con sus guerreros hasta la noche cuando reemprendieron su movimiento haciendo un semicírculo con el motivo de tomar el enemigo por la espalda; fue  muy penoso el avance de los patriotas, ya que la oscuridad de la noche, lo pantanoso del camino y los múltiples riachuelos impedían su avanzada. Con el amanecer salieron de aquellos pantanales, para entrar en tierra seca, avistando al enemigo a unos mil quinientos metros en las inmediaciones del Hato El Yagual. Contaba López con sus fuerzas consistentes en 600 infantes, 1700 jinetes protegidos por 4 piezas de artillerías. Páez organizo su ataque de la manera siguiente: el escuadrón de Urdaneta, que marchaba a la vanguardia quedo a la derecha; el de Serviez al centro y el de Santander a la izquierda. Después de efectuar un reconocimiento de la derecha enemiga Páez ordeno el ataque a esa dirección. López dispuso entonces que un escuadrón de carabineros saliese hacer frente a los atacantes. Medio escuadrón de Santander, bajo el mando de Genaro Vásquez fue suficiente para rechazar a los carabineros de López
 
   Hasta que reforzaron estos, volvieron a la carga. Con este contra ataque los realistas hicieron retrocede a Vásquez y recuperaron el terreno que habían perdido, dl repliegue  de Vásquez  se detuvo cuando Santander estro con el resto de su escuadrón y pudo asi conjurar el peligro la izquierda patriota, solo por un momento, porque López decidió no ceder terreno enviando dos  escuadrones para que efectuaran un nuevo contra ataque. En ese momento Serviez   recibió la orden  de entrar a la carga  en auxilio de Santander, con el encargo de que flaquease el enemigo por la derecha. El combate cogiò  mayor brío y cuando Santander y Serviez estaban mas empeñados, de la derecha realista  salieron unos 200 hombres que se dirigieron hacia la retaguardia de la izquierda Patriota, para facilitar el hecho de la operación, López envió  el resto de su caballería, la cual deia atacar por  el frente al ver este movimiento, Páez comprende al instante el alcanaes de la maniobra contraria y entonces ordeno a Urdaneta que saliese al encuentro del enemigo. En compañía de Páez atacó   Urdaneta con tal rapidez que los realistas no tuvieron tiempo de llevar a cabo su maniobra envolvente.
 
El enemigo había sido derrotado y los Patriotas emprendieron la  persecución.

 

MUCURITAS

28 de enero de 1817

El 28 de enero Páez reanudó  la marcha y al notar que La Torre también avanzaba hacia el mismo campo hizo un desplazamiento oblicuo  para ponerse a favor del viento "hasta tomar el Barlovento",  dice el Centauro. La razón de tal evolución no era otra que evitar  el efecto enceguecedor  del polvo,  del humo, y sobre todo  de la ceniza de la vegetación consumida por el fuego  días antes.  Obteniendo esta posición ventajosa, Páez formó  sus hombres  ( 1.100 jinetes ) en tres líneas al mando de: Ramón Nonato  y Ángel Pérez  y la segunda tenia por jefe a Rafael Rosales y Doroteo Hurtado, la tercera de reserva, quedó    bajo el mando de Cruz Carrillo.

La iniciativa del combate la tomó  La Torre cuando avanzó  sobre los patriotas y abrió fuego contra ellos. En este momento, la primera línea "cargó  vigorosamente" y  a media distancia se dividió de derecha a izquierda. La de la izquierda para atacar de flanco a la caballería que formaba las alas de la infantería enemiga. Páez había instruido a sus hombres para  que  se replegasen en aparente derrota al ser  rechazados, y que volvieran caras cuando notasen que la segunda línea patriota entraba a la carga  contra la retaguardia de la caballería enemiga, ocupada en ese momento en perseguir la primera línea. La operación se ejecutó  de acuerdo al plan inicial  y pronto quedo La Torre sin caballería, aparte de unos 200 húsares europeos. La hábil maniobra de Páez había alejado a los jinetes del apoyo que podía brindarle la infantería. En este momento, 50 hombres que Páez había preparados dieron fuego a la sabana, y rápidamente la infantería realista se vio envuelta en llamas.  Y la calma  y la pericia de La Torre unida a la feliz coincidencia de una cañada con agua situada a la izquierda impidieron  que la infantería enemiga pereciera abrasada. Páez persiguió  a los realista hasta el paso del Frío donde un bosque dio  abrigo a los maltrechos batallones. Mas tarde escribiría Pablo Morillo: "14 cargas consecutivas sobre mis cansados batallones, me hicieron ver que aquellos hombres no eran una varilla de cobardes poco numeroso como me habían informado"

QUESERAS DEL MEDIO( 02 DE ABRIL DE 1819 )

Morillo había preparado un plan para capturar al catire Páez, pero este plan llegó  a oídos de Páez por boca de un oficial llamado Vicente Camero, quien después de desertar del ejército realista se incorpora a la fila de los patriotas. Páez vio  en ello una oportunidad  para atacar a Morillo con grandes probalidades de éxito, y así se lo hizo saber al Libertador cuando le propuso un breve plan  en el cual Páez tendría la misión de atraer al enemigo y luego cargarlo de frente, al mismo tiempo que una fuerza de infantería, situada a la orilla del río, lo haría por el flanco. Bolívar aprobó el plan que se le propuso, y Páez, después de cruzar el río con 153 lanceros entre oficiales y tropa, se dirigió a galope en tres columnas al campamento enemigo.

Ak mover Morillo todo su ejercito con la caballería al frente (cerca de mil jinetes, entre los cuales habían 200 carabineros)  contra aquel pequeño grupo de jinetes, Páez emprendió la retirada en perfecto orden dejando el río a su espalda y mediante frecuentes cargas y nuevas retiradas fue llevando a los realistas hasta el sitio donde estaba la tropa aposta, la cual abrió fuego contra el enemigo. En este momento la situación de Páez era un tanto delicada, pues Morillo trataba de rodearlo con su caballería, mientras lo acosaba con el fuego de fusilaría y artillería. En esta forma recorrieron algún  trecho, hasta el momento cuando Morillo hizo avanzar el escuadrón de carabineros que mandaba Narciso López, al mismo tiempo que  dirigía sus fuegos sobre la orilla defendida por una compañía de cazadores. El jefe realista ejecuto el movimiento en dos columnas con las cuales trataba de envolver a Páez- Al ver esto. el Centauro ordenó   al Teniente Juan José  Rondón que cargase a viva lanza y emprendiese velozmente la retirada para no dar así  tiempo a que lo copasen las dos columnas enemigas. El objeto de este movimiento era obligar a Narciso López a que reuniese su escuadrón en una sola columna, lo cual facilitaría a Páez la ejecución de su contraataque. "Cargo Rondan -dice Páez - con la rapidez del rayo, y López, imprudentemente, hecho pie a tierra con sus carabineros". El ataque parcial de Rondan lleno su cometido, pues las dos columnas de caballería enemigas se reunieron en una. Este era el momento esperado por Páez, quien inmediatamente dio  la orden de volver riendas y acometer con el brío y coraje con que sabina hacerlo en los momentos mas desesperados. La caballería patriota, mejor dicho, los 150 jinetes de Páez se volvieron violentamente  y cargaron contra los carabineros de López para sembrar entre ellos  la destrucción y el pánico, con la consiguiente confusión producto de un repliegue  precipitado. En su retirada la caballería realista se hecho sobre la infantería y esta hubiese sido arrollada a no ser por la pericia de Morillo quien la llevó  a un bosque  vecino, donde las sombras de la noche completaron su protección. Las piezas de artillería  enemiga  quedaron en el campo. La perdida del enemigo se apreció   en 400 bajas y la de los patriotas en dos muertos y seis heridos .De regreso  al campamento , Páez y sus bravos fueron saludados por Bolívar con una proclama, la cual  finaliza con estas frase proféticas: "¡Soldados!. Lo que se ha hecho no es mas que un preludio de lo que podéis hacer. Preparaos al combate y contad con la victoria que lleváis en la punta de vuestras lanzas y de  vuestras bayonetas". Desde aquel momento  brillará en el pecho de estos centauros la venera Cruz  de los Libertadores, con la cual Bolívar acostumbraba  premiar  hazañas como la protagonizad por Páez  y sus 150 lanceros"

 

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