Muchas áreas costeras
de Europa están experimentando un incremento incesante del disturbio
ocasionado por el aumento, tanto en cantidad como en variedad, de embarcaciones
de recreo, ya sean lanchas rápidas, motos acuáticas, embarcaciones
tipo zodiac, embarcaciones de pesca deportiva o whale watching...
Algunas de estas actividades
perjudica a los cetáceos, en algunos casos desplazándolos
de su hábitat preferido e incluso llegando a causarles daños
físicos. Este impacto tan negativo se manifiesta en el constante
estrés de los animales, cortes y cicatrices ocasionados por las
hélices de los barcos, graves lesiones por ingesta de basura o sistema
de ecolocalización y comunicación dañado por contaminación
acústica.
Con respecto al whale watching
hay que puntualizar que aunque en algunas zonas se esté regulando
la actividad mediante la aplicación de decretos para intentar molestar
a los cetáceos en el menor grado posible, la contaminación
acústica que estos barcos ocasionan no se trata de evitar. Este
tipo de contaminación será proporcional al número
de embarcaciones que, en algunas zonas, aunque supuestamente reguladas
es extremadamente alto.
En este trabajo nos centramos
en la contaminación acústica y trataremos de ver como afecta
al animal.
Sobre los sistemas acústicos
de cetáceos queda mucho por conocer, se tienen aún pocos
datos dado el grado de complejidad del tema, y la bibliografía y
documentos escasean. Aún así dentro del orden Cetácea,
el suborden Odontoceti está bastante más estudiado que el
Mysticeti es por ello por lo que en el trabajo trataremos este suborden
y más concretamente la familia Delphinidae.
NOCIONES
SOBRE LA ECOLOCALIZACIÓN
EN ODONTOCETOS
El elevado nivel evolutivo
de los odontocetos les hace poseedores de grandes centros de recepción
acústica, máxime tratándose de animales con escaso
o nulo olfato y ojos reducidos. En general existen dos clases de sonidos
unos vinculados a la ecolocalización y otros a la comunicación
entre individuos. Cuando un delfín está nadando produce de
forma continuada sonidos de alta frecuencia (generalmente) que al chocar
con un obstáculo rebota y son captados por el sistema auditivo.
Por ejemplo, cuando un delfín busca comida emitirá constantemente
sonidos, si no oye ningún eco sabe que el sonido emitido no ha chocado
con ningún obstáculo, si por el contrario oye un eco sabrá
que el sonido sí ha encontrado un obstáculo. El delfín
procesará una información de acuerdo con la potencia y dirección
de la señal-eco, lo que le dará una idea del objeto. Por
ese tanteo el animal se informa del tamaño, forma, distancia, dirección
y velocidad de una posible presa o depredador.
Estos sonidos emitidos se
denominan clics, y llegan a alcanzar frecuencias que oscilan entre 20000
y 150000Hz.
También existe comunicaci&oacut