A Cèsar Calvo , agradeciendole que estè aquì

Web  de  Cèsar  Calvo  Soriano

A CÉSAR CALVO AGRADECIÉNDOLE QUE ESTÉ AQUÍ
Poema inédito de
Manuel Scorza

Escrito en la mañana del 20 de mayo en el Hotel de Turistas de Tacna.
Corregido en París la noche del 21 de junio de 1977.
Una frase pequeña del poema se publicó en la revista Somos del diario El Comercio
al fallecer el poeta peruano César Calvo.
Fuente: de la correspondencia entre Mariana Alegre Scorza ( nieta de Manuel )
y Gabriel Martínez (estudioso admirador del poeta ) - 30/05/2001.
Enviado por el escritor Santiago Hynes - Bs. Aires.

a Página Digital www.paginadigital.com.ar


A CÉSAR CALVO AGRADECIÉNDOLE QUE ESTÉ AQUÍ

En el principio el hombre abandonaba a sus muertos.
Hace cincuenta mil años comenzó a cavar tumbas.
En la piel de las cavernas cinceló sus miedos bellísimos:
descubrió la poesía.
Por eso estamos aquí,
aventando palabras contra el cielo indiferente.
Cecilia, mi hija, juega con sus años: cuatro guijarros de colores.
La vida pasa tan rápido, César,
que una tarde la miraremos salir para el parque
y regresar hermosísima mujer.
Así es, César, la vida huye tan rápido
que uno de estos días deberíamos tratar de decir la verdad.
Por favor, qué ocurrencia.
¡El mayordomo tiene órdenes estrictas de tirarle la puerta al pasado!
Porque jóvenes aúreos,
en las breñas del horror de América combatían entonces
por un mundo más bello.
Mortalmente heridos caían
más que por la metralla llagados por sus sueños.
Hermosos nacían a la muerte.
Mientras nosotros tatuábamos poemas olvidados
en cuerpos olvidados de mujeres olvidadas.
En chinganas de mala muerte cauterizábamos nuestra melancolía
bebiendo aguardiente que no era Agua Ardiente.
Lenín no apreciaba a los poetas:
cortó groseramente un poema de Maiacovski.
Vladimir Maiacovski se mató.
Pero Lenín se equivocaba:

el Che llevaba en su mochila acribillados versos de León Felipe
y Javier Heraud llevaba una carta tuya en su chaqueta.
El impiadoso río Madre de Dios arrastró su cuerpo,
tu cuerpo, mi cuerpo, nuestra acribillada juventud, todo.
Pero la vida fluye más rápido que el río Madre de Dios.
¡ Imposible erigir un mundo nuevo
sin desembarcar en las Indias entrevistas en nuestros sueños !
Una revolución que sólo es una revolución no es una revolución.
¡ Hay que volcarlo todo, hay que quemarlo todo,
hay que arrancarlo todo !
¡ No permitir que vuelva a retornar jamás la misma realidad,
la misma familia, la misma agua, los mismos padres,
la misma luz, la misma patria, el mismo futuro, la misma tristeza,
la misma religión, el mismo sol !
¿Quién se atrevería a absolvernos?
Un inmortal poema nos absolvería.
Pero los años han pasado y no hemos mencionado la Palabra Ígnea.
La vida es tan fugaz, César, que una de estas tardes
saldrás a comprar cigarros
y regresarás a contar chistes en nuestros velorios.
Y ahora sí te acepto un pisco ,
Porque a pesar de esta tristeza, la vida vale la pena:
Estoy alegre, estoy árbol, estoy exaltado,
estoy con mis amigos, estoy relámpago, estoy luz.
Porque el hombre que está más cerca de su muerte
que de su nacimiento
necesita urgentemente ser feliz.
Hace cincuenta mil años, en la piel de las cavernas,
comencé a grabar este poema.
Por eso estoy aquí aventando palabras
contra el cielo indiferente ...

Manuel Scorza (Lima, 1928-1983)

 

Publicado en Italiano

A Cesar Calvo ringraziandolo di stare qui*

*Poema inedito di Manuel Scorza (Lima, 1928-1983).

Scritto nella mattinata del 20 maggio 1977 nel Hotel de Turistas di Tacna. Corretto a Parigi la notte del 21 giugno.

Un piccolo frammento del poema venne pubblicato dalla rivista Somos del giornale El Comercio

per la morte (agosto 2000) del poeta peruviano Cesar Calvo, amico e compagno di studi di Javier Heraud.

 In principio l’uomo abbandonava i suoi morti.

 Cinquantamila anni fa cominciò a scavare tombe.

 Nella pelle delle caverne cesellò le sue paure bellissime:

 scoprì la poesia.

 Per questo stiamo qui

 Soffiando parole contro il cielo indifferente.

  Cecilia, mia figlia, gioca con i suoi anni:

 quattro ciottoli di colori.

 La vita passa così veloce, Cesare, che un meriggio

 la vedremo uscire verso il parco

 e ritornare bellissima donna.

 Così è, Cesare, la vita fugge così veloce

 che uno di questi giorni dovremmo cercare di dire  la verità.

 Per favore, che trovata.

  Il maggiordomo ha ordini precisi

 di buttarle la porta al passato!

 Perché giovani aurei

 nelle sterpaglie dell’orrore di America combattevano allora

 per un mondo più bello.

 Mortalmente feriti cadevano

 più  che dalla mitraglia afflitti dai loro sogni.

 Bellissimi nascevano alla morte.

 Mentre noi tatuavamo poesie dimenticate

 in corpi dimenticati di donne dimenticate

 Con ubriacate di bassa lega cicatrizzavamo la nostra

 malinconia

 bevendo aguardiente che non era Agua Ardente.

 Lenin non apprezzava i poeti:

 tagliò grossolanamente un poema di Majakovskij

 Wladimir Majakovskij si uccise.

 Ma Lenin si sbagliava: il Che portava nel suo zaino

 crivellati versi di Leòn Felipe

  e Javier Heraud portava una  tua lettera nella sua giacca.

 L’impietoso fiume Madre de Dios trascinò il suo corpo,

 il tuo corpo, il mio corpo, la nostra crivellata gioventù, tutto.

 Ma la vita scorre più rapida del fiume Madre de Dios.

 Impossibile  costruire un mondo nuovo

 senza sbarcare nelle Indie incontri nei nostri sogni!

 Una rivoluzione che solo è una rivoluzione non è una

 rivoluzione.

 (Bisogna rivoltare tutto, bruciare tutto, sradicare tutto!)

 Non permettere che possa ritornare più la stessa realtà,

 la stessa famiglia, la stessa acqua, gli stessi padri, la stessa

 luce, la stessa patria, lo stesso futuro, la stessa tristezza, la

 stessa religione, lo stesso sole!

 Chi oserebbe assolverci?

 Un immortale poema ci assolverebbe.

 Ma gli anni sono trascorsi e non abbiamo detto la Parola Ignea

  La vita è così fugace, Cesare, che uno di questi meriggi

 uscirai a comprare sigari

 e tornerai a raccontare battute nelle nostre veglie funebri.

 E ora si, ti accetto un pisco (*)

 Perché malgrado questa tristezza, la vita vale la pena:

  sono allegro, sono albero, sono esaltato, sono

 coi miei amici, sono lampo, sono luce.

 Perché l’uomo che sta più vicino alla sua morte

 che alla sua nascita

 ha urgente bisogno di essere felice.

 Cinquantamila anni fa, nella pelle delle caverne,

 cominciai a incidere questo poema.

 Per questo sono qui soffiando parole contro il cielo indifferente .

(*) bevanda alcolica tipica del Perù

 

 

Esta página es creada por Guillermo Calvo Soriano

  E-MAIL: [email protected]  

 A Web de Cesar Calvo Soriano

 

1