ENSAYOS EN LA PLAYA de Daytona

 

ENTRETANTO, EN LA PLAYA, el ruido más fuerte era del Chrysler 300-F "supercargado" de Andy Granatelli, el Santa Monica, California. Granatelli es el fabricante del supercargador, o más precisamente, el supercargador para la bestia de Granatelli. Como generalmente se hace, en las competencias de pura velocidad se espera por un buen clima, sol y playa. Los oficiales de NASCAR esperaron por una arena compacta par una buena velocidad final. Pero para Granatelli la espera bien valió la pena. En la mañana del 18 de febrero de 1961, Granatelli estaba primero en la línea de largada para correr en su bomba voladora. Se revisaron los dos supercargadores gemelos del motor en el último momento, estos supercargadores los fabricó Granatelli en su propia fabrica la "Paxton Products plant". Granatelli arrancó!, aumentó su velocidad rápidamente y un fuerte estruendo cruzó la playa hasta la línea final mientras los otros competidores miraban incrédulos. La primera milla se corrió hacia el sur, en contra de un viento de aproximadamente 10 mph (16 km/h). El piloto de autos de Indianápolis Andy Granatelli llegó a las 165.441 millas (266.251 km/h) y manejó a esta velocidad como si fuera un paseo por el estacionamiento de un supermercado. La carrera hacia el norte, con el viento de cola fue aún mayor, rompiendo los relojes, a una sorprendente velocidad de 179.472 millas por hora (288.832 km/h) con su Chrysler 300- F en las arenas de Daytona. El promedio bidireccional fue de 172.166 millas por hora (277.074 km/h). Los directivos de NASCAR clasificaron al automóvil de Granatelli como un "Vehículo Experimental" lo que significó un nuevo récord en esta división que pertenecía al tejano, "Karol Miller" y era de 153.061 millas por hora (246.327 km/h) con un Ford.

Como automóvil estándar, los 300-F se declaran por la fabrica como automóviles de 400 h.p a 5600 r.p.m. Con los dos supercargadores, el auto de Granatelli eleva la potencia del motor de 413 pulgadas cúbicas (6.76 litros) a 800 h.p a 6800 r.p.m.

Desde que Chrysler introdujo la línea "300" en 1955, siempre dominaron en las categorías en las que participaron y 1961 no fue la excepción. Gregg Ziegler de Elgin, Illinois, usó un 300-G para promediar una velocidad de 143.027 millas por hora (230.027 km/h. Ziegler tiene aún el récord que lo marcó el año pasado en un Chrysler "300 F" a una velocidad de 144.927 millas por hora (233.237 km/h), récord en la categoría estándar. Dos pilotos, Harry Faubel de Chambersburg, Pa., y Ken Fisher de Hamburg, NEW YORK, realmente mejoraron la velocidad de Ziegier pero estaban entre los 10 descalificados ese día. Faubel y Fisher fueron descalificados porque un cromado que adorna el parabrisas voló en una de las corridas. Las reglas indican que el auto debe terminar las corridas, en exactamente las mismas condiciones, en las que comienza. , y esto desgraciadamente inhabilitó el récord. Las reglas del "Century Club" (que basan la velocidad final en una sola carrera en una dirección) tuvieron nuevo récord. Tommy Charles de Birmingham, Ala., en uno de los modelos más viejos que se presentaron, un viejo Corvette 1958, alcanzó una velocidad de 141.955 millas por hora (228.518 km/h). Solo un récord se rompió en la clase, aceleración en una distancia de una milla (1.6km) con parada detenida, y fue en la Clase Cuatro, donde Robert Loudon de Aurora, Ill., rompió los relojes con su Rambler ‘61 con una velocidad de 80.213 millas por hora (129.090 km/h), mejorando notablemente la vieja marca de 71.785 millas por hora (115.526 km/h) que estaba vigente desde 1957 marcada por un Rambler 1957.


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