LOS BRUJOS HABLAN
"...ciertos seres que se encuentran en una escala
evolutiva mucho más alta que el ser humano, verdaderos dioses del
espacio, que se aprovechan del esfuerzo humano, pero que a la vez, cumplen
ciertas funciones cósmicas, es decir, ocupan un importante puesto
en la economía universal. Ya los hemos mencionado anteriormente
llamándolos los Arcontes del destino. También podríamos
referirnos a ellos como los Dioses del Zodíaco ya que son los que
dirigen y regulan la existencia humana en este planeta...
Los Arcontes del destino son seres temibles, no
porque sean malos, sino por su severidad fría e inexorable en la
manipulación del sapiens (hombre)...
Estos jueces ocultos provocan, por ejemplo, sin
piedad alguna en sus corazones, una guerra mundial en la cual mueren millones
de personas. Para ellos estos difuntos no tienen más valor que el
asignado por el sapiens a los miles de animales que sacrifica diariamente
para alimentarse.
"El sapiens, en su lucha inclemente por la existencia,
hace que su aparato emocional y nervioso elabore ciertos elementos incorpóreos,
pero de una extraordinaria potencia, los cuales "abandonan" el cuerpo humano
en forma de vibraciones que son emitidas por antenas incorporadas en su
unidad biológica, las cuales se encuentran orientadas y sintonizadas
con la frecuencia de los Arcontes, que así "cosechan" esta fuerza
y la utilizan con fines que no divulgaremos; volviendo a advertir que,
de todos modos, cumplen una función cósmica.
Es así como el sapiens es despojado inadvertidamente
del producto más noble producido por él mismo, el destilado
final de la experiencia humana... el "caldo aurífero" de su vida".
El sapiens debe nacer, sufrir, amar, gozar, reproducirse,
construir civilizaciones, destruirlas, enfermar y morir, sólo para
beneficio de potencias superiores invisibles, quienes capitalizan el "producto
vital".
El sapiens es, por lo tanto, un esclavo a perpetuidad.
No obstante, ejemplares individuales o aislados (segregados del grupo),
pueden llegar a ser libres".
Frederick Beynon
LOS DIOSES CREADORES DE RELIGIONES
Sobre el libro
Dos son las ciencias que, en la actualidad, están variando sus teorías-base por causa de los nuevos descubrimientos: la arqueología y la mitología. Todas aquellas narraciones que, hasta hace bien poco, eran consideradas como producto de la ignorancia de nuestros predecesores, van cobrando, a la luz de los nuevos adelantos técnicos de la ciencia y de los descubrimientos arqueológicos, un significado que, sólo hace veinte o treinta años, nadie hubiera podido prever.
Arropadas por los más exactos cálculos
de científicos ampliamente reputados, LOS DIOSES CREADORES DE RELIGIONES,
viene a demostrar que todas esas teorías doctrinales aparecidas
en los últimos siglos, son absolutamente falsas; que el hombre no
es un ser de sentimientos religiosos natos, es decir, que posea instintos
religiosos, sino que, bien al contrario, fueron los seres llegados de otros
mundos quienes, en un momento de nuestra evolución, sirvieron de
excusa para la aparición de dioses.
Excusa que, en el devenir de los siglos y convenientemente
explotada por esa raza especial de humanos a los que se llaman sacerdotes
(y el autor se refiere a los de cualquier rito y época), degeneró
en que una serie de hechos históricos, como fueron la venida de
los OVNI a nuestro planeta y la colonización del mismo, se convirtiera
en la patraña más grande que pueda concebirse.
El Gentil Hombre
"Este libro llamado "El Dios del Mal", podría haberse titulado Un Mar de Sangre, pues en su contenido te encontrarás con centenares de asesinatos, traiciones, blasfemias, odios de todo tipo e incestos incluidos; pero lo más terrible es que en estos hechos y escritos están afirmados los pies de una doctrina que tiene engañados a cientos de millones de personas, a las cuales no sólo les ha impuesto un pecado original, sino que les hace cargar con una cruz toda su vida y son manipulados de forma siniestra por los seguidores de este "Dios".
James Redfield
(pendiente)
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